Entrevista a Mireia Massagué, directora de Chillida Leku

Con ocasión de la esperada reapertura del Museo Chillida Leku nos acercamos al caserío Zabalaga para hablar con su nueva directora: Mireia Massagué. Hablamos con ella sobre los retos de esta nueva etapa al frente del museo dedicado a la obra del artista guipuzcoano Eduardo Chillida.

 

Mireia, cuéntanos, ¿quién eres?

Soy Mireia Massagué, nacida en Barcelona, y soy gestora cultural. Además, soy una enamorada del arte, la cultura y todo lo que tenga que ver con las artes en general. He sido recientemente nombrada Directora del Museo Chillida Leku y afronto el nombramiento con mucha emoción.

La experiencia tuya como gestora cultural, en centros importantes como Gaudí, ¿cómo te ha servido a la hora de volcarla en este nuevo proyecto al frente del Museo Chillida Leku?

Como gestora cultural he tenido dos etapas previas a Chillida Leku, primero en el Teatro Nacional de Cataluña, donde pude estar en una empresa del sector público ligada a las artes escénicas y luego pasé al proyecto del Centro Gaudí, un proyecto privado. Creo que la combinación de estas dos experiencias, tanto en la empresa pública como en la privada, suma porque considero muy importante en este proyecto la relación entre las instituciones con el entorno para ayudar a desarrollar un buen ecosistema para Chillida Leku y también la experiencia con el Centro Gaudí de trabajar en un proyecto dedicado a un único autor, en un entorno quizá más agresivo que el de San Sebastián y Gipuzkoa, pero Gipuzkoa en estos momentos está muy lanzada al aumento de visitantes y atracción de extranjeros y considero que es muy interesante para nosotros ver el desarrollo cultural que se está produciendo en el norte del estado, con el Centro Botín, el  Museo Guggenheim o el Museo Bellas Artes de Bilbao. Veo interesante esta experiencia previa en el contacto con visitantes muy diversos que visitan ciudades por otros motivos, para intentar atraerlos a un lugar único y tan especial como es Chillida Leku.

 

Teniendo en el entorno otros centros culturales de referencia, públicos y privados, ¿hay prevista algún tipo de colaboración de Chillida Leku con alguno otro?

Sí, estamos trabajando en ello y esperamos poder anunciarlo dentro de poco.

Por un lado, nos interesa hacer lazos en San Sebastián, con centros como Tabakalera, el Museo San Telmo o el mismo organismo de Donostia Kultura. Por otro lado, miramos también a otros centros más parecidos a nosotros como el Centro Botín de Santander, que también es un centro privado. Queremos ver de qué manera podemos sumar entre nosotros, porque puede ser una buena oportunidad para poder crear un nuevo atractivo turístico como el arte, además de la gastronomía, para los visitantes de la cornisa cantábrica.

 

¿Qué cambios ha habido de la primera etapa de Chillida Leku a esta?

Chillida Leku no ha dejado de evolucionar desde que abrió hace 20 años. Creo que es un centro que acumula unas experiencias muy diversas y que éstas precisamente lo hacen un espacio muy rico. De todas estas etapas se aprende.

Esta nueva etapa en concreto es de mucha alegría porque es una reapertura y volvemos a estar más cerca del público que nunca. Nos gusta decir que la intervención que hemos hecho es que no hemos hecho nada.

Físicamente, en el caserío y las campas, lo único que hemos hecho es actualizarlas un poco. En lo que sí hemos querido insistir es en la experiencia de usuario, cómo recibimos al visitante, qué servicios le ofrecemos. Hemos añadido una nueva cafetería, hemos querido dar importancia a qué productos podrán encontrar en la tienda, o a que pueden tener un wifi gratuito para compartir la experiencia durante la visita. Es ahí donde hemos querido incidir: Hemos hecho la adaptación al siglo XXI.

 

Hablabas antes de esa dualidad, de la existencia de centros culturales públicos y centros culturales privados, ¿cuál ha sido la relación de Chillida Leku, como iniciativa cultural privada, con las instituciones públicas?

Estamos muy agradecidos del apoyo que hemos tenido desde el principio, tanto desde el Gobierno Vasco, como de la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Hernani y el de San Sebastián. Se han portado fantásticamente con nosotros. Por ejemplo destacaría que hemos podido contar con la Diputación para poder tener un almacén de obra mientras aquí se hacía esta restauración, o que se ha podido crear la parada propia de autobús, de Chillida Leku, que facilita la movilidad al museo, cuestión que consideramos básica para nosotros y éste sólo es un primer paso que sin el apoyo las instituciones públicas hubiera sido imposible. Acabamos de abrir, sólo hemos empezado a tejer complicidades, y vamos a seguir creciendo en ese sentido. 

 

¿Cuál es la idea de programación en el museo? Es decir, ¿cuál es la previsión del contenido artístico de Chillida Leku?

Esta primera exposición temporal, ‘Ecos‘, será la que será más larga, porque es de apertura, y nos gustaría que mucha gente pudiera vivirla, acercarse a ella. Creo que, si podemos, estará hasta fin de año.

Esta exposición temporal es un pequeño homenaje a la vida de Eduardo Chillida, pero nos gustará explicar la figura de Eduardo Chillida desde muchos puntos de vista, y hacer que Chillida Leku se consolide como el centro del universo de Eduardo Chillida. Y eso es imposible explicarlo en una sóla exposición, por lo que vamos a ir indagando en su vida, en sus relaciones, en sus obras; como los grafitos, los alabastros, las «lurras»… En Chillida Leku vamos a intentar explicar por qué realmente no se entiende la historia del arte contemporáneo del siglo XX sin la figura de Eduardo Chillida.

En este sentido. ¿quién es Eduardo Chillida en el arte contemporáneo?

Bueno, yo diría que si no es el mejor, es uno de los mejores artistas, escultores, del siglo XX. Sin duda, tuvo una vida muy rica, y creo que una experiencia vital extraordinaria. Además, el hecho de él quisiera tener un sitio en su tierra donde mostrar su obra explica mucho de él, que era una persona que sentía que sus raíces estaban aquí y que desde aquí se podía dirigir al mundo.

De hecho, el propio museo es una obra en sí misma del propio Eduardo Chillida, porque los espacios, la distribución fue concebida por él mismo con este fin. Es un museo que te ofrece una experiencia distinta a las clásicas de los museos en general, puesto que no tiene un circuito establecido, lo cual era voluntad del autor que cada cual encontrara su camino en Chillida Leku. Además, la obra exterior motiva a la gente a acercarse, a tocarla, a sentir. Eduardo decía que quería que la gente se acercara a su obra para que pudiera sentir lo que él mismo había sentido cuando la hizo. Considero que es una muy buena manera de aproximarse al arte contemporáneo que quizá puede crear cierto rechazo de primeras a cierto público, pero que sin embargo en esta ocasión sí te puedes acercar, lo puedes tocar y puedes experimentar con él. Creo que es una experiencia muy bonita y única realmente.

 

Precisamente hablando de las raíces, ¿está previsto que Chillida Leku sirva también para promocionar otro tipo de artistas vascos o que esté exclusivamente dedicado al nombre de Chillida?

La concepción de Chillida Leku, «Leku» quiere decir lugar en euskera, es que sea el lugar de Chillida, con lo que lo natural es que sirva para promocionar la obra de Eduardo Chillida. Pero quizá vamos a poder ver de qué manera éste interactuó con otros artistas. Pudo relacionarse con muchos artistas, por lo que hay mucha obra suya con relación con ellos, como por ejemplo el modisto Cristóbal Balenciaga. Además, hay otros artistas que por supuesto explican y aportan valor a la obra de Eduardo y vamos a trabajar en mostrarlo dentro del propio museo de Chillida Leku.

 

¿Quiénes son Hauser&Wirth y qué papel tienen en el arte contemporáneo actual mundial?

Es una galería de arte contemporáneo suiza que hace dos años llegó a un acuerdo con la familia Chillida con la sucesión del artista Eduardo Chillida para ser el representante del artista a nivel mundial. Podemos decir que gracias a este acuerdo también se ha dado un nuevo impulso al museo. La galería es la responsable de la promoción del artista y desde Chillida Leku es una gran noticia tener esta representación a nivel mundial. Han organizado ya exposiciones en diciembre en su galería de Nueva York y en febrero otra en su galería de Zurich, lo cual nos da un apoyo y una visibilidad internacional importantes para nosotros. 

 

En este sentido, ¿cuál va a ser la práctica con la obra en el museo? Además de la obra que consta ya en él, ¿hay obra concreta en depósito temporal o préstamo?

En la exposición de ‘Ecos’ hemos contando con préstamos muy importantes, tanto de entidades públicas como de entidades y colecciones privadas. Ello nos ha permitido hacer esta exposición con obra que no había podido estar antes expuesta en Chillida Leku.

 

¿Qué idea tenéis de cara un futuro en el Museo? ¿Tenéis previsto algún cambio concreto?

Acabamos de abrir y queremos ver cuál es el primer contacto con el público. Sí que es cierto que tenemos más edificaciones y en un futuro nos pueden dar más juego. Pero en cualquier caso son proyectos a dos o tres años vista, ahora estamos centrados en consolidar la reapertura.

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