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Reseña de The Batman

A pesar de que estemos cansados de escucharlo, no todas las películas de superhéroes son iguales. Unas buscan la épica (Vengadores), otras se regodean en la irreverencia (Deadpool), algunas son básicamente pelis de aventuras (Guardianes de la Galaxia) y otras se centran en el drama y la solemnidad (El caballero oscuro). Muchas otras, es cierto, no tienen demasiada personalidad y sus guiones son bastante intercambiables; pero eso es algo que ha pasado con todos los géneros de éxito que durante una época han dominado las taquillas. Le pasó a las comedias románticas, a los westerns o al terror adolescente. O, tras el éxito de El silencio de los corderos y Seven, a las películas sobre asesinos en serie. De repente se estrenaban decenas de películas similares: Copycat, El coleccionista de huesos, El coleccionista de amantes, Resurrección, Giro inesperado, Fallen y otro puñado más de las que ya casi nadie se acuerda.

A Batman le ha pasado algo parecido desde que Nolan rodara su trilogía y enterrara no solo los desastres de Joel Schumacher, también las magníficas versiones pop de Tim Burton. Batman Begins abrió la puerta de uno de los estilos de películas de superhéroes que mencionaba antes, el de las que se centran en el drama y la solemnidad. Tras convertirse en un éxito de público y taquilla pudimos ver como su estilo serio y atormentado, el de un superhéroe para adultos, se extendía a otros superhéroes e incluso otras películas de acción. Les hacía parecer más respetable. En el imaginario colectivo Batman es un superhéroe trágico, una especie de personaje shakesperiano que a fuerza de repetirse y ser imitado corre el riesgo de convertirse en un cliché de si mismo.

Con todo este bagaje previo llegamos al estreno de The Batman, la primera película de la nueva saga sobre el hombre murciélago. Dirigida por Matt Reeves, un más que solvente director responsable de Monstruoso, el remake de Déjame entrar y las dos últimas entregas de El Planeta de los simios, y protagonizada por Robert Pattinson en su regreso como protagonista de un blockbuster tras años dedicado a proyectos más independientes y arriesgados en los que ha demostrado que es mucho más que “el chico guapo de Crepúsculo”. Buenos mimbres para una película esperada por los fans tras los fiascos de Batman vs. Superman y La liga de la justicia.

Y The Batman comienza muy bien. Necesita muy poco para dibujar, una vez más, una Gotham donde reina la corrupción y la desesperanza. Eso sí, nos ahorra una nueva explicación del origen del superhéroe y arranca directa y al grano. Se agradece. La trama parece sacada de una de esas películas policíacas de asesinos en serie que recordaba en el primer párrafo. En esta ocasión Enigma, un asesino en serie, se dedica a matar a una serie de personas corruptas mientras deja pistas y adivinanzas para que Batman y el Teniente Gordon (Jeffrey Wright) le sigan el rastro. Durante la investigación se cruzarán con Selina Kyle (Zoë Kravitz), una misteriosa mujer cuyos intereses interfieren con la investigación. Como no podía ser de otra forma siendo una de sus señas de identidad, Batman se apoya en la tecnología, pero Matt Reeves apuesta por un tono más físico y terrenal que superheroico y futurista. Algo que sienta muy bien a una historia en la que Batman dista mucho de ser infalible e incluso en ocasiones se muestra torpe e inexperto. Los golpes duelen, las persecuciones son frenéticas y la atmósfera refuerza la soledad de los personajes. Visualmente es una película muy poderosa y deja muchas imágenes y secuencias para el recuerdo.

Robert Pattinson es un buen Batman. Su físico es poderoso y, a la vez, elegante. Sus miradas y su gesto trasladan enfado y cansancio, dos sentimientos sobre los que pivota la trama y que son comunes a todos los personajes de la película que no son villanos, algo que comparte con Joker. Cada personaje gestiona eso a su manera. Gordon agarrándose a la esperanza del nuevo héroe, Selina Kyle/Catwoman robando a quienes considera que le arrebataron lo que es suyo, Batman usando el miedo como venganza y Enigma dando un paso más en esa dirección. Con cada asesinato y cada pista descubierta se ahonda más en la sensación de cansancio y desesperanza que produce la corrupción y la maldad en Gotham.

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Así, The Batman es una buena película de acción policíaca que fusiona aquellas películas que puso de moda Fincher en los 90 con los superhéroes de hoy en día recuperando, de paso, el carácter detectivesco de Batman (no olvidemos que su primera aparición fue en una colección titulada Detective Comics). El problema es que no es solo una película de superhéroes, es una película de Batman y ahora es el momento de recuperar lo que decía en la introducción. Parece que ya no se entiende el personaje de Batman sin un Bruce Wayne traumatizado, sin un tono trascendente y solemne. Mientras en la película Batman se pregunta qué hacer con el legado de la familia Wayne, parece que Matt Reeves se pregunta qué hacer con el legado de Nolan, como si una buena película policíaca no fuera suficientemente adulta, seria y respetable. Sin embargo esa intención de trascender es el mayor lastre de la película. El tono solemne ahoga a los personajes sin careta y a las relaciones humanas. No hay química entre los personajes y si decía que Robert Pattinson es un buen Batman, también tengo que decir que es un mal Bruce Wayne. Seguramente porque apenas aparece en toda la película, no hay separación de identidades, no hay personaje tras la máscara de la tristeza. El personaje con la máscara está mejor dibujado que la pesona, quizá por la leyenda que arrastra. Lo mismo le pasa a Zoë Kravitz. Por su parte, John Turturro y un irreconocible Colin Farrell (dicen que es él, tendré que creerlo) se limitan a interpretar a unos villanos algo caricaturescos sin excesiva construcción de personajes. No hay desequilibrio entre personaje enmascarado y «real», porque directamente renuncian a la segunda opción.

Dicen que este es Colin Farrell. Habrá que creérselo.

Tampoco acierta Matt Reeves a rematar el final. La resolución de la trama de Enigma es un poco torpe aunque consigue remontar gracias a unas buenas escenas de acción y rabia. Sin embargo vuelve a enredarse con una serie de falsos finales que no aportan nada y resultan, en general, bastante cursis. The Batman es un poco como su personaje: tiene momentos brillantes y deslumbrantes, buenas intenciones y consigue buenos resultados, aunque no sabe muy bien qué hacer con el legado de sus antepasados, combina grandes aciertos con meteduras de pata y es algo torpe con las relaciones humanas. Quizá sea porque tanto personaje como saga acaban de empezar y aún tienen que aprender sus límites y habilidades. Quizá sea porque el exceso de ambición provoca expectativas demasiado altas y ni Batman va a arreglar Gotham, ni The Batman va a cambiar la historia del cine; pero uno sí que es un superhéroe y la otra sí que es una buena película. Que no es poco.

The Batman

Media Flipesci:
7
Título original:
Director:
Matt Reeves
Actores:
Robert Pattinson, Zoë Kravitz, Jeffrey Wright, Colin Farrell, Paul Dano, John Turturro, Andy Serkis
Fecha de estreno:
03/03/2022