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Reseña de Great Absence, de Kei Chika-ura

Great Absence ha sido la última película presentada a competición en esta edición del Zinemaldia. Hemos esperado hasta el final para tener la historia de una relación paterno filial espoleada por la demencia; pero no creo que sea la última edición que veamos una película con un planteamiento similar. A saber, Takashi es un actor que desde hace muchos años no mantiene ningún tipo de relación con su padre. Cuando le dicen que tiene demencia y está ingresado en una residencia reacciona con frialdad. Investigando los diarios de su padre comienza a comprender algunas cosas de su vida y su relación va cambiando poco a poco.

La película está inspirada en las experiencias reales del director Kei Chika-ura. Narra la historia de un actor que vive en Tokio y que se ve obligado a regresar a casa cuando la policía le informa que su padre padece demencia y ha perdido contacto con la realidad. A lo largo de la película, se abordan temas como el tiempo, la memoria, la obligación familiar y el papel que desempeñan las mujeres en la sociedad japonesa dominada por los hombres.

Que un punto de partida sea poco novedoso no es malo per se. Con mimbres similares Florian Zeller escribió y dirigió El padre hace tres años y el resultado fue magnífico, lo mismo que Alexander Payne con Nebraska y tantos ejemplos. Sin irnos más lejos, el año pasado el Zinemaldia programó A hundred flowers, lejos del nivel de las otras dos, pero es superior a Great Absence. Y eso que la segunda película de Chika-ura, que se ha inspirado en experiencias personales, tiene un inicio prometedor, potente visualmente e inquietante argumentalmente; pero poco a poco se diluye mientras la trama se enreda en un montaje caótico y deslavazado que dificulta el ritmo y la comprensión. No se trata de que el montaje trate de sumergir al espectador en la desorientación de un enfermo de demencia, porque tiene problemas con el tiempo incluso cuando el punto de vista es ajeno al enfermo, como la escena que une el cierre con el comienzo de la película.

El guion y el montaje son los mayores problemas de esta película que tiene un reparto sólido, con Tatsuya Fuji ofreciendo una interpretación conmovedora como el padre y Mirai Moriyama, conocido también como bailarín en Japón, solvente en la evoución del hijo. Por su parte, Yutaka Yamazaki, quien trabajó previamente con Chika-ura en su primera película, Complicity, así como con Hirokazu Kore-eda y Naomi Kawase, hace un trabajo extraordinario con la fotografía en 35mm.

Kei Chika-ura mencionó en las entrevistas que Japón tiene una de las tasas más altas de demencia entre los países desarrollados. Esta realidad ha llevado a que muchas películas japonesas aborden este tema; pero que el quería buscar un enfoque diferente sobre la demencia en Great Absence, lástima que no lo consiguiera.

Great Absence

Media Flipesci:
4.4
Título original:
Director:
Kei Chika-ura
Actores:
Mirai Moriyama, Tatsuya Fuji, Yôko Maki, Hideko Hara