Charlando con Albert Cavalier

– Se nos suele etiquetar como garaje, pero tocamos muchas cosas, tocamos lo que nos gusta
– ¿Y qué os gusta?
– El Rock & Roll

Así comienza nuestra charla con Asier, Adela, Gonzalo y Pablo, o lo que es lo mismo Albert Cavalier. Un grupo de San Sebastián que está dispuesto a coger el relevo del rock & roll en la ciudad. No se ve mucha gente de su edad, 20 y 21 años, en los conciertos de su estilo de música. A ellos les da rabia que los compañeros de la universidad no se muevan. No saben si porque “en Donosti somos un poco sosos” o porque les va otro tipo de música “lo del trap que montan en Dababada si que se llena de chavalería”.

Parece mentira que Albert Cavalier lleven apenas dos años como grupo -uno con la formación actual, «la buena» que dice Pablo- porque ya hablan de evolución, de canciones con las que no se sienten identificados y de evolución de su sonido. “No podemos tocar dos cosas iguales” asegura Asier. Tienen las cosas claras y no dudan en criticar a las vacas sagradas por no reinventarse o en hablar de llevar la iniciativa para buscar sitios donde tocar. No hay quejas, sólo actitud y ganas de salir adelante.

Albert Cavalier suelen citar a Ty Segall como referencia, pero matizan que eso sólo es una pequeña parte. Como cualquier buena banda que se precie son devoradores de música y al local llevan todo tipo de música y toda les puede servir de inspiración.

La generación del streaming

Aunque consumen muchísima música,  cuando les preguntamos si compran discos sólo Pablo responde que “muchos” -hoy mismo se había comprado un 7”-. Gonzalo también compra -el último White Light/White Heat de la Velvet Underground-, pero Adela y Asier no lo hacen. Todos son usuarios de spotify, youtube y demás plataformas. “Somos la generación del streaming”. Asumen que el soporte físico, a pesar del repunte del vinilo, está condenado a desaparecer. Comentan que hay gente que no sabe lo que es un vinilo y cuentan la anécdota de un conocido que quería comprarse un reproductor de vinilos -“¡se dice tocadiscos!”- o que a la gente le parece caro comprarles un CD por 5€ “con lo barato que es la música en internet». Sueltan algún “muy a nuestro pesar” pero a casi ninguno se le ve demasiado preocupado, es lo que hay y punto. Aunque Adela no renuncia a vender discos, los cuatro asumen que los grupos ya no se mantienen con eso, sino con los conciertos, el merchandising y youtube. “Luego sale Alejandro Sanz quejándose de que yo vende discos por la piratería… ¡tío reinvéntate!”.

Sobre la escena local dicen que falta motivación de la gente para coger guitarras, porque con el Dabadaba, Bukowski, Mogambo, la sala Kutxa Klub… incluso bares como El Muro, el Doka, El Andén, Etxekalte, por ejemplo. Creen que en a ciudad hay grupos pequeños a los que les falta tirarse tirarse a la piscina, intentar innovar y no quedarse en las versiones. “Si alguien quiere tocar en Donosti no creo que tenga problemas. Por lo que he visto en otros sitios esto es una maravilla. Si tienes un grupo puedes dar un concierto cuando quieras” dice Asier. Adela añade “la cosa es moverse”.

Y Albert Cavalier se mueven, tanto que han perdido la cuenta de los conciertos que han dado. “Cerca de sesenta” afirma Gonzalo. Desde el primero en Dabadada, “un desastre total”, aseguran haber mejorado mucho y haber aprendido a tocar juntos, a tener más sensibilidad ,a componer mejor y a no descartar las ideas a la primera. Pero no se quedan ahí, porque como dice Asier “hemos aprendido mucho, pero nos queda mucho por hacer, mucho más por aprender y muchos sonidos por probar, que la música es muy extensa”.

Les pedimos que toquen algo y aunque no tienen sus instrumentos a mano, no se lo piensan dos veces.

40 minutos a zapatilla

Después de haber tocado en salas míticas como la Razzmatazz de Barcelona, “una experiencia genial” o en una gira por los pueblos del Goierri “nos sentimos muy lejos de casa, con muy poca asistencia”, están mucho más curtidos y han dejado muy atrás los días en que había un error y toda la banda se paraba sin saber qué hacer. Por delante les esperan una serie de conciertos en Bilbao (12 de marzo), Madrid (15 de marzo) Cerdanyola (17 de marzo), Pamplona… y, por supuesto, la fiesta demoscópica de Mondo Sonoro en el Dabadaba. “Tocar en el Daba es como jugar en casa”.

Tienen claro que los conciertos que más les gustan son cortos, los que dejan al público con ganas de más al llegar a casa. Así que su repertorio suele componerse de nueve o diez canciones, “40 minutos a zapatilla y a pasárnoslo bien”, y suelen introducir alguna intro o algún fragmento más alocado que solo hacen en directo. A la pregunta de a que grupo les gustaría parecerse en directo Gonzalo responde con contundencia “Triángulo de amor bizarro, yo lo tengo muy claro”. Los demás no le contradicen “a nivel nacional son lo más”. Perro también es mencionado como referente a nivel nacional. Es al hablar de grupos internacionales cuando vuelve a notarse que Albert Cavalier van aprendiendo sobre la marcha, con la experiencia no sólo de tocar, también de asistir como público: “el concierto de The Intelligence fue el primer bolo que vimos que dijimos tenemos que hacer eso, ¡aquí hay un mundo!”. Adela menciona el de Solids, el primer concierto que fueron a ver los cuatro juntos, también mencionana sus súper ídolos “que hacen la prueba de sonido en cinco minutos” los Oh Sees.

Ningún poeta entre nosotros

Portada de su último disco

Portada de su último disco

Componen entre todos -lo que algunos llaman sinergias-, alguno lleva un riff o una progresión al local, empiezan a tocar sobre eso, y poco a poco va surgiendo. La voz y las letras al final, entre todos van viendo como las encajan en la música que “no hay ningún poeta entre nosotros”.

Albert Cavalier tienen la actitud que hay que tener, el entusiasmo por descubrir cosas nuevas, la capacidad de emocionarse y las ganas de explorar. Eso es rock & roll.