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Reseña de La seducción

Antes de nada, una aclaración, La seducción de Sofia Coppola no es un remake de El seductor de Don Siegel. Las dos películas son adaptaciones diferentes de la misma novela, A Painted Devil (The beguiled) de Thomas P. Cullinan. Evidentemente al tener el mismo origen tienen muchas similitudes, pero también son muy diferentes en tono, en atmósfera y, también, en parte del desarrollo. La comparativa es casi inevitable, pero en cualquier caso no es un remake.

Un juego sin ganadores

La historia transcurre en el verano de 1864, con la guerra de secesión americana en su máximo apogeo. En Virginia, pero aisaldo de la guerra, se encuentra un internado para señoritas del sur, gestionado por Martha Farnsworth (Nicole Kidman). Allí, un par de profesoras y un puñado de alumnas viven ajenas al peligro de la guerra. Sin ningún hombre, están todos en el campo de batalla, siguen con sus lecciones de frances, buenos modales, canto y costura. Hasta que un día la estudiante más joven de la escuela (Oona Laurence) descubre a un soldado de la Unión herido (Colin Farrell) mientras recogía setas en los terrenos del internado. en los bosques cercanos. A pesar de ser de la Unión y de estar en el Sur deciden acogerlo -los modales del sur- aunque la Srta. Farnsworth le advierte de que es un visitante muy incómodo.

La seduccion beso

Su presencia es el catalizador de una serie de reacciones entre las mujeres. Una de las alumnas, Alicia (Elle Fanning), comienza a probar sus habilidades de seducción ahora que, por fin, aparece un hombre en su mundo que ha estado privado de ellos justo desde el momento en que empezó a notar su presencia. Otra profesora Edwina (Kirsten Dunst) recupera una esperanza de salir de esas paredes que perdió al ver partir a los soldados, Mientras que Martha formará el tercer vértice del triángulo que rodea al soldado. Es difícil saber quien seduce y quién es seducido, en un sutil juego de diálogos de doble sentido, pequeños gestos y miradas cómplices. Hay tiempo para el deseo, para el misterio y también para el humor, la lucha por huir, el despertar sexual o la competitividad entre las chicas. Eso sí, en el ambiente flota la sensación de que nada puede salir bien. Es un juego en el que tiene que haber algún perdedor, pero no tiene porque haber un ganador.

Coppola en su mundo

En La seducción, Sofia Coppola vuelve a contar la historia de unos personajes encerrados en un sitio, en una situación, en la que no quieren estar. En algunos momentos utiliza un humor que recuerda a su María Antonieta, en la forma de hacer chocar a la alta sociedad y sus exquisitos modales y refinación con la abrupta realidad que se encuentran frente a sus narices. Pero, frente a la adaptación de Siegel que buscaba mostrar «el deseo básico de las mujeres de castrar a los hombres», Coppola explora el interior de los sentimientos de las mujeres y sus relaciones, algo que lleva haciendo desde Las vírgenes suicidas y que aquí recupera con fuerza. Por eso renuncia a los flashbacks que si utilizó Siegel, para contextualizar cada personaje y sus motivaciones. Coppola se aleja de la anécdota y va más al interior; pero también evita, acertadamente, dibujar a las mujeres de mediados del XIX con los valores del XXI.

La seducción cena

Así, en La seducción muchas cosas ocurren fuera de campo, las situaciones son dibujadas con pocas pinceladas y la historia avanza con un gran uso de la elipsis; pero esa economía narrativa no impide que Coppola defina a la perfección a sus personajes, sus miedos y sus anhelos.

Atmósfera y reparto

Sofia Coppola rueda La seducción con gran exquisitez formal y un uso de la luz realmente magnífico. Por momentos recuerda a Barry Lindon o a la vaporosidad de L’Apollonide. Un clasicismo sofisticado y sutil totalmente acorde con el ambiente de refinación y exquisitez que debe tener una escuela de señoritas del sur. Mientras los vestidos se mueven sedosos, se puede notar el calor, la soledad, la claustrofobia de la residencia, las sombras amenazantes y el opresivo canto de los grillos casi como única banda sonora. La manera que la directora utiliza todos esos elementos para construir la atmósfera de la película le valió el premio a la mejor dirección de Cannes.

The Beguiled 3

Además de una gran labor de dirección, La Seducción cuenta con un reparto a un nivel altísismo. Nicole Kidman, que con este y sus últimos trabajos parece estar de vuelta, aporta elegancia y solemnidad; la actriz fetiche de Sofia Coppola, Kirsten Dust, nos regala uno de sus mejores papeles interpretando el sometimiento y desesperación de su personaje; Elle Fanning, por su parte, vuelve a explotar a las mil maravillas su faceta de Lolita desbordando sensualidad y deseo. La parte masculina del reparto, Colin Farrell, no realiza un mal papel; pero se queda un escalón por debajo de sus compañeras femeninas.

La seducción

Media Flipesci:
7.1
Título original:
The Beguiled
Director:
Sofia Coppola
Actores:
Kirsten Dunst, Nicole Kidman, Elle Fanning, Colin Farrell
Fecha de estreno:
18/08/2017