La sala de prensa a rebosar. Quizá James Franco no es el más famoso de todos los famosos que han venido, pero sí el que ha levantado mayor expectación. Su película está a concurso y además parece que ha gustado, en general. Desde luego, en El Contraplano sí. Así que la prensa tiene interés en hablar de los entresijos de la película, y lo que responde el cineasta es interesante. Cuestiones, ambas, que no ocurrían en la rueda de Schwarzenegger, dónde él era la principal atención, no la película, y el discurso no fue demasiado interesante. Aquí nos habla de los detalles de la película y, por supuesto, de las anécdotas del estrambótico Tommy Wiseau, ese personaje real -aunque no lo parezca- al que Franco interpreta con precisión mimética, y que dirigió The Room, la peor película de la historia.

Llega con una cazadora de cuero y una camiseta blanca, como un James Dean del siglo XXI. Un James Dean que ya interpretó. Un James Dean que, casualidad, fue un ídolo de Wiseau. Viene acompañado únicamente de su hermano, Dave Franco, coprotagonista de la película. Los llamaré por sus nombres de pila para diferenciarlos. Cuando hace referencia a alguna de las palabras de Wiseau aprovecha para imitarle tan bien como él sabe.

Primero nos explica la historia de The Room. Cómo esa película que no gustaba a nadie empezó a funcionar en los pases nocturnos. Cómo llegó un momento en que “Wiseau quería ser divertido” pero esa no había sido ni mucho menos la intención cuando rodó la película. Habla del corazón de su historia: “Si quieres ser una persona creativa tienes que luchar por ello”. Creo que con eso es con lo que se identifica el público al ver The Disaster Artist. Asegura que algo tiene esa película cuando “14 años más tarde se sigue viendo”.

Hay varios problemas con los micrófonos y Dave lo bautiza rápidamente como The Disaster Press Conference. A James le preguntan por Wiseau y le entran calores. Nos pide que esperemos a que se quite la chaqueta. Nos explica que primero tuvo que hablar con Greg Sestero, el personaje al que interpreta su hermano y autor de la biografía en la que se basa la película. Sestero se mostró muy interesado en el proyecto así que no hubo problema para adquirir los derechos. Después tuvo que lidiar con Wiseau para los derechos sobre su vida. James estaba muy interesado en conseguirlo porque veía un proyecto interesante para ellos. “Dave y yo tenemos la dinámica adecuada para estos personajes”. El caso es que habló con el complicado Wiseau por teléfono y este quería un personaje a su altura y sugirió “¿Qué tal Johnny Depp?”. Aquí Franco cometió el error de reírse. “¿Por qué te ríes?” Y después en la conversación volvió a preguntarlo, “¿Por qué te has reído antes?”. Franco estaba temiendo que no iba a darle los derechos. Después se dejó caer que podría ser el mismo Franco quien lo interpretase. A esto, el peor director de la historia -y posiblemente peor actor- respondió: “James, he visto tu trabajo y tienes cosas buenas pero también algunas malas”.

Finalmente accedió. Eso sí, en el contrato se aseguró hacer un cameo. Le propusieron interpretarse a sí mismo pero Wiseau estaba empeñado en compartir escena con James Franco, lo que no tenía demasiado sentido para la trama. Además, se pintó un bigote con rotulador y propuso ese look. Finalmente consiguieron caracterizarle. Al ver la película confesó que aprobaba el 99%. El 1% no se refería a alguna cuestión de los hechos, no. Es que al detallista Wiseau, no le había gustado la iluminación de algunas escenas.

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No es una parodia

James asegura que la película no pretende ser la mirada de un “insider” de Hollywood que se ríe del trabajo de Wiseau. “El secreto está en entender su lucha”. Y también se refiere a los actores que trabajaban en el rodaje incluso sin agua: “Necesitábamos entender por qué esas personas continúan. Por qué es algo tan seductor un plató de cine y contar una historia y vivir en mundos imaginarios”. Esto también hizo difícil componer la banda sonora que no debía se de comedia. “El tono de la película era difícil”.

Por otra parte, explica que es igual de difícil imitar a alguien que lo hace mal que hacerlo bien. Tardaron mucho en preparar la iluminación para que fuera una copia de la mala iluminación de The Room. “Para imitar algo que se hace mal tienes que captarlo”.

Ser actor

“Yo he trabajado en McDonalds” confiesa James cuando se le pregunta por sus inicios y si fueron tan difíciles como los de los protagonistas. Aunque solo fueron dos o tres meses, después hizo publicidad. Su hermano Dave, sin embargo, ha tenido una carrera más difícil. Dice haber estado en algún rodaje que parecía que iba guay y luego fue “una puta mierda”. Eso sí, mantiene la discreción: “no diré cuál”.