Que no sea fácil no quiere decir que no haya que intentarlo

En esta tercera entrega sobre los libros en Tabakalera charlamos con Arantza Mariskal, la responsable de Ubik, la biblioteca de creación. Una biblioteca pionera en muchos aspectos y que, como veremos pronto, va mucho más allá de ser un almacén de libros.

Vamos a empezar por el principio, ¿qué es Ubik?

Ubik es una biblioteca donde el visitante puede encontrar más allá de libros revistas y demás, dónde hay diferentes tipos de contenidos que pueden ser físicos o no, pero que tiene en cuenta que el contenido también lo tienen las personas, el saber también lo tienen las personas. Es una biblioteca dónde se fomenta ese punto de encuentro, donde nos podemos conocer y podemos colaborar. Es una biblioteca de creación desde el momento en que estamos fomentando el poder crear, el poder hacer cosas. Los libros, en este caso, serían un elemento más dentro de todo ese proceso y del ámbito de la biblioteca.

Por un lado están los contenidos en diferentes soporte, por otro lado están las herramientas y por otro lado están los mediadores que no son auxiliares de biblioteca. Son aquellas personas que tienen con el conocimiento de los diferentes ámbitos temáticos de Ubik. Por ejemplo, Íñigo es ingeniero, no sabía nada de bibliotecas; pero como ingeniero te puede ayudar en ese ámbito de tecnología de una manera increíble. Si quieres crear algo, programar algo, no sabes cómo se utiliza esta herramienta… etc, etc.

Este es el tercer artículo de una serie sobre los libros en Tabakalera, pero está claro que Ubik es mucho más

Las bibliotecas en su nacimiento son libros, o documentos de papel con escritos, a los que luego se les va añadiendo imagen o ilustración. En Ubik es cierto que en la biblioteca tenemos libros; pero hoy día el conocimiento, los saberes y el ocio, todo lo relacionado con la creación, está más allá de lo que puede ser el soporte del libro. Por eso todo los soportes que puedan existir o que puedan tener contenidos interesantes para esta biblioteca, tienen su cabida en Ubik. Desde un libro, pasando por un film que puede estar en diferentes soportes, llegando a un videojuego o un juego de mesa, tienen su lugar.

Aunque tardo en inaugurar, Ubik fue uno de los primeros proyectos de Tabakalera. ¿Ha cambiado mucho desde su concepción inicial? Porque Tabakalera evolucionó en ese tiempo.

La clave de la definición de la biblioteca ha estado en pensar cuál era su marco de actuación, cuál era su filosofía o, como nosotros decimo,c uál es el ADN de Ubik. Una vez que definimos eso, qué fue lo que más tiempo nos llevó, adaptarse a la evolución del propio proyecto cultural de Tabakalera ha sido relativamente fácil.

Teniendo claro cuál es su esquema, con qué público se quiere trabajar, de qué manera se quiere trabajar, que se quiere ofrecer, que se quiere ser… luego sólo hay que adaptarse a los contenidos del proyecto cultural. En este caso el proyecto cultural se centra, como temática, en el pensamiento, la cultura y la creación contemporánea. Eso es lo que encuentras como contenidos en la biblioteca. Pero en esa larga trayectoria que hemos tenido, la clave ha sido el definir y el pensar bien el cómo lo queríamos hacer y el porque lo queríamos hacer de esa manera.

El público de Ubik

¿Qué tipo de público viene a Ubik?

Hemos reivindicado desde un principio, que a pesar de ser una biblioteca especializada es una biblioteca abierta a todas las personas. La segmentación de público suele ser complicada porque se puede hacer con múltiples criterios. La podemos hacer en base a conocimientos, desde el más amateur, que pueda tener un conocimiento prácticamente nulo de los temas que trabajamos en la biblioteca, hasta los más expertos que pueden estar investigando y haciendo sus tesis doctorales o sus creaciones artísticas. También puede segmentarse el público en función de la edad. Otra manera de sectorizar el público podría ser en base a diferentes grupos sociales o de convivencia. Puedes partir desde el propio barrio Egia, hasta colectivos que pueden tener más dificultades o incluso estar en riesgo de exclusión social. La mezcla de todos esos públicos es el público de Ubik y Ubik como proyecto de vocación pública está abierto a todos esos públicos. Esa es una de las complejidades de este proyecto.

Ubik 2

Ese era el objetivo, pero ¿cuál es el público mayoritario?

Es difícil es responder a esta pregunta. Primero, porque en base a qué función como técnicos hacemos en la biblioteca tenemos más roce con una tarea, con un público o unos proyectos u otros. Por otro lado, al ser una biblioteca en la que todo el mundo puede entrar, y veréis siempre que las puertas están abiertas, nosotros no controlamos quién viene o quién no viene. Todos son bienvenidos. Quizá nos faltarían datos, o mejor nos faltaría cuantificar esos datos cualitativos.

Por otro lado si vamos a los datos más cuantitativos de aquellas personas que vienen y sacan la tarjeta de Tabakalera, pues tenemos un público muy amplio. En cuanto edades y en cuanto procedencias. Como es normal Donostialdea tiene un peso importante pero también la provincia tiene su peso. La misticidad de públicos es constante y no podríamos decir cuál tiene un peso mayor que otro. Por volumen, como en la sociedad, hay menos número de investigadores que un público más generalista.

Ubik 1

¿Siempre es el mismo tipo de público?

No, el público fluctúa en base a fechas, días, momentos e incluso si hace buen tiempo mal tiempo como es normal en una biblioteca. En invierno donde las mañanas son más tranquilas y el público que se acerca a Ubik es un público que mayoritariamente está haciendo un tipo de trabajo digamos más individual y más de estudio y reflexión incluso de investigación. Pero a la vez te encuentras con un público de edad muy muy pequeña, que todavía no están escolarizados, para los que la biblioteca es un lugar dónde pasar un rato a la mañana. Se puede dar esa mezcla. Mientras que un sábado a la tarde en invierno el público mayoritario sin duda son las familias que han decidido que la biblioteca es un espacio de ocio, disfrute y aprendizaje que quieren hacer también suyo. Entonces es un público completamente diferente a lo que te puedes encontrar un martes a la mañana.

Supongo que como todas las bibliotecas tendréis la lucha de si tener contenido popular o más selecto pero menos demandado

Ese es un debate que tenemos todas las bibliotecas. Tener material que sabemos que la gente puede querer pero que es muy accesible por otros medios o tener material que si no lo tuviéramos el ciudadano no podría conseguir. En Ubik, al ser una biblioteca de creación, nos libramos un poco de eso. A mucha gente al principio le extrañaba que no hubiera una sección de novelas. En Ubik puede haber novelas porque pueden hacer una aportación a un ámbito temático en concreto, pero no estarán ahí por ser una novela. Al ser una biblioteca especializada lo trabajamos de otra manera. Ese era otro reto, ser una biblioteca especializada abierta a todo el público, pero estamos viendo que la gente hace un uso importante de los contenidos e incluso la mayor parte de sugerencias de adquisición suelen ser con muy buen criterio, a veces con cosas que ni siquiera conocíamos. Lo que nos indica que igual había una necesidad de que existiera esto.

La convivencia dentro de Ubik

¿Cómo convive un público tan ecléctico?

Otro de los retos de la biblioteca sobre el que hemos discutido mucho tiempo, porque aquí estamos experimentando mucho pero habiendo pensado mucho más antes de poner nada marcha, era sobre si queríamos espacios separados para diferentes tipos de usuarios, o no. Así como para otros aspectos que hemos trabajado en la biblioteca hemos encontrado ejemplos de otros proyectos que nos han inspirado mucho, no hemos encontrado un ejemplo en el que se haya apostado por una mezcla de públicos en todos los espacios; pero queríamos probar qué es lo que ocurría. Yo suelo poner como ejemplo el parque de Cristina Enea. Si está allí y cada uno decide cuál es su rol, qué uso le quiere dar, cuál es su espacio y somos capaces de estar juntos y convivir, ¿por qué no va a ocurrir eso en una biblioteca?

¿Qué tal ha entendido la gente ese concepto?

Ha habido público, ciudadanía, que lo ha entendido perfectamente y se adaptado desde un principio. Hemos notado esa evolución en que cada uno decide dónde va y donde no va. También hubo al principio un público más reticente y que además protestaba diciendo que esto es una biblioteca y cómo era posible esto, que los niños se vaya sé dónde que me molestan… Les hemos hecho entender que aquí tenemos que llegar a esa convivencia porque porque consideramos que la biblioteca en el siglo XXI tiene que ser un lugar de encuentro, un lugar en que podamos crear sinergias entre diferentes personas y diferentes necesidades para provocar nuevos proyectos. Darle oportunidad esa convivencia es importante. A veces no es fácil, pero que no sea fácil no quiere decir que no haya que intentarlo y trabajar por ello. Para nosotros sería más fácil sería dividirlo, encasillarlo, pero bastante encasillados estamos ya en la sociedad para que un servicio público siga encasillando.

En qué se inspira Ubik

Dices que para algunas cosas tomáis referencias de otros proyectos. ¿Cuáles son? ¿Dónde podemos encontrar otro Ubik?

En ningún sitio. Esto es un experimento. No hemos inspirado mucho en una tendencia, que se puede observar de manera más clara desde 2010 en adelante, de nuevas estructuras bibliotecarias, donde se trabaja con ese encuentro con la sociedad, con ese concepto de tercer espacio que reivindicamos nosotros. Un es espacio que más allá de la casa y del trabajo o del lugar de estudio.Un espacio que sea tuyo o lo puedas hacer tuyo y que ese espacio sea la biblioteca. Esta es una es una filosofía que están trabajando mucho en Europa del Norte, Alemania también, incluso en algunos proyectos en Gran Bretaña, y han sido una fuente de inspiración nuestra.

También todo ese movimiento de incorporar en la biblioteca herramientas de creación, en principio era una tendencia de bibliotecas universitarias americanas aunque ahora también hay bibliotecas públicas que están haciendo un trabajo terrible en ese aspecto. Últimamente estamos revindicando mucho el trabajo que están haciendo bibliotecas públicas en América del Sur y Central, por ejemplo en México o Colombia. Unas bibliotecas más sociales donde el concepto de servicio público lo tienen todo más arraigado.

Ubik Rincón de tecnologia

Así que estáis atentas a multitud de proyectos

Nosotras creemos que tenemos que observar que ocurre en nuestra biblioteca, tenemos que observar que ocurre en el mundo, ver qué es interesante traer a nuestro proyecto pero siempre adaptándolo. No puedes hacer una copia de un proyecto en concreto. Valoramos que es interesante, cómo lo podríamos traer y lo amoldamos. Así que esto sería un híbrido, pero Ubik es Ubik

¿Y notáis que otros proyectos se están interesando en Ubik?

Estamos teniendo muchas llamadas y visitas. Pensábamos que podía ocurrir pero siendo conscientes de que Donostia no es Berlín o Nueva York, pero estamos teniendo muchísima demanda, bien de visitas que nos hacen desde fuera, bien de pedir que vayamos a explicar el proyecto de Ubik, a ese nivel estamos trabajando mucho.

A veces tengo la sensación, que es algo que ocurre generalmente, que te atienden más fuera que en casa. A veces tenemos esa sensación o ese complejo; pero la verdad es que están siendo potente e incluso nos da un poco de vértigo.

Valoración de Ubik

Un año y medio después de su apertura, ¿qué valoración hacéis de Ubik?

Si nos preguntas a los técnicos siempre queremos más y, también, todavía tenemos mucho en la recámara que aún no nos ha dado tiempo a desarrollar y el proyecto aún necesita asentarse; pero sí que ha superado todas nuestras expectativas en cuanto a uso y en cómo las personas que vienen Ubik lo han entendido perfectamente y lo han hecho suyo decidiendo cada uno cómo funcionar.

También a nivel de estadísticas nos ha superado por todos los lados y eso es positivo. Pero somos muy autocríticas con nuestro trabajo y siempre nos gusta tener los pies en tierra. Valoramos constantemente lo que vamos haciendo para ver dónde se puede mejorar, porque siempre se puede mejorar, siempre hay necesidad de mejorar y hay mucho que mejorar. También todos esos proyectos que nos cuesta sacar adelante porque el día a día nos come, poder sacarlos, estudiar cómo conseguimos que todo esto que tenemos en la recámara lo podamos ir sacando lo antes posible. Mejorar también sería eso.

Estáis muy expuestas, con vuestras oficinas aquí, a la vista de todo el mundo

Teníamos muy claro que queríamos estar en el centro de la biblioteca, donde nos vieran trabajar que si no parece que nadie trabaja y que las cosas ocurren solas y porque si; pero también para que nosotros pudiéramos ver y testear la biblioteca de primera mano. Incluso las oficinas están abiertas por arriba para que podamos escuchar a la biblioteca. Nuestro lema es que lo primero es el servicio, así que si vemos que nuestros compañeros andan agobiados dejamos lo que estamos haciendo y salimos fuera. Eso rompe muchos esquemas, pero aquí no estamos parapetados detrás de un mostrador. Los mediadores van de un lado a otro con su tablet, es un trabajo muy intenso. Nuestras puertas están siempre abiertas, una invitación a que la gente entre y pregunte.

Tabakalera

 Relación con los vecinos de Tabakalera

¿Cómo os relacionáis con las demás instituciones de Tabakalera?

Ubik nace dentro del proyecto cultural de Tabakalera, pero el proyecto cultural es sólo una de las líneas de trabajo dentro de un edificio en el que tenemos más vecinos. Como biblioteca y como servicio nosotros tenemos el proyecto, que es como lo estamos trabajando, de relacionarnos con el resto de vecinos de la casa y ver qué podemos hacer conjuntamente. Puede ser desde que nos interese hacer algo en el ámbito de la fotografía, un taller, y hablemos con Niko que se muestra dispuesto y encantador y creamos esa colaboración que nos aporta conocimiento a la biblioteca, o puede ser bien con Kutxa o con otras instituciones, pensando que es lo que podemos llevar adelante a nivel de programa o a nivel de colección.

Por ejemplo, ahora la escuela de cine, lógicamente, va a ser una gran consumidora o usuaria y yo creo que también promovedora de la biblioteca. Entonces tenemos este diálogo, «¿como escuela de cine que fondo bibliográfico necesitáis, qué películas necesitáis para poder ofrecer?», pero a la vez también es “¿vosotros que podéis aportar a la biblioteca?”. Que podría ser, por ejemplo, en curaduría de contenidos. El objetivo es poder crear esas idas y venidas.

La biblioteca refleja todo lo que es el proyecto cultural que incluye, la línea de exposiciones, pensamiento, la línea de Hirikilabs, la línea de programación en cine… Estamos en contacto directo y constante, pero cada uno trabajamos nuestra parte.

¿Has visto la película Ex Libris, el documental sobre la librería de Nueva York que proyectaron en Zabaltegi?

Si, me gustó mucho. Tengo ganas de repetir, con el bloc de notas todo el rato. Hay cosas que no conocía y otras que ya conocía, también hay cosas que comentábamos que era una pena que no hubiera sacado. Claro que son millones de habitantes y la biblioteca de Nueva York son más de 60 sedes, cada una con su propio proyecto. Algunas están haciendo un trabajo a nivel social increíble, de uso de contenido y de actividades. Es un proyecto muy interesante que le dieron impulso a raíz de la crisis.