¿La última película de Jonás Trueba? ¿Un taller? ¿Un concierto de Rafa Berrio? ¿Qué es eso que va a durar todo el día del sábado en Tabakalera? Que se puede ver del derecho o del revés, que se llama como una canción de Rafa Berrio. Lo mejor es hablar directamente con Jonás Trueba, el creador de todo esto, y que nos lo explique. Y eso hacemos.

La génesis de Quién lo impide

“Aún nos cuesta explicarlo sin que suene muy confuso”. Todo comienza en La reconquista. Trueba nos explica que comienza un nuevo proyecto con Candela Recio y Pablo Hoyos, los jóvenes Manuela y Olmo de la película. “Me había quedado con ganas de currar con ellos. La cosa se fue desbordando, no teníamos un plan definido. Ellos empezaron a llamar a otros amigos. Me di cuenta rápidamente que necesitaba otra visión, otro ángulo. Empecé a ir a institutos, a tener conversaciones con chavales de Madrid. Fueron saliendo muchas ideas y a muchos de ellos los empecé a convocar en días distintos, meses después. Les proponía rodar cosas distintas a las que me habían contado. Las poníamos en escena de forma así un poco libre”.

Sobre cómo ha sido el proceso. “Lo hemos hecho a ratitos, cuando ellos podían, con sus agendas escolares apretadas. Sin una estructura clara, sin tener un guión claro. En un momento dado me di cuenta de que tenía el peligro de convertirse en una película río demasiado larga que podía no ver la luz hasta dentro de demasiado tiempo. Me dio pena también por los propios chavales no mostrarlo ya, porque tenía cosas valiosas. Se me ocurrió hacer esta pequeña muestra en la Cineteca. Lo queremos enseñar ya aunque está en proceso. Lo que vamos a mostrar en Donosti es lo mismo que mostramos en junio en Madrid. Los de Tabakalera lo vieron y les gustó y querían repetir una estructura muy parecida”.

Una película en marcha

“Lo que me cuesta a veces explicar, y lo que me parece interesante es que es lo que llamo una película en marcha. Que no está cerrada, que puede seguir creciendo pero que eso no quite que lo podamos ir compartiendo con gente. En verano he estado rodando otra cosa y me había olvidado un poco de esto hasta ahora que volvemos a Donosti”. La película que ha estado rodando es La virgen de agosto y será de ficción. Para el estreno aún habrá que esperar, y cree que estrenará “más cerca del agosto que viene”.

Las cuatro piezas

Lo que veremos el sábado en Tabakalera está divido en cuatro piezas que van de los 55’ a los 90’. Se pueden ver en cualquier orden (se van a emitir varias veces durante el día) y forman un conjunto. “Están preparadas para que un espectador entre en una pieza, y si le ha gustado que entre en otra. Que encuentre cosas diferentes pero también similitudes. Que se vaya haciendo un puzle en la cabeza de lo que eso puede ser después”.

Sólo somos, 90’, Cine Sala 1
Pases: 11:00, 13:00, 16:00, 18:00

Principiantes, 60’, Sala Z
Pases: 11:15, 12:30, 16:00, 17:17, 18:30

Si vamos 28 volvemos 28, 80’, Sala 2
Pases: 11:00, 12:30, 15:30, 17:00, 18:30

Tú también lo has vivido, 55’, Ubik: Pantalla Experimental
Pases: 11:00, 12:15, 13:30, 15:30, 17:20, 18:40

En cuanto a si tienen entidad propia como película cada una de ellas, Trueba duda pero termina concluyendo que quizá Tú también lo has vivido no, es más un apoyo; las otras tres sí. “Sólo somos es la que sería la película matriz y la que podría parecerse más a esa película de la que te hablo, recoge más diversidad del propio trabajo y es una película de una hora y media, y de la que yo estoy muy orgulloso, explica bien el proyecto. Es la que vamos a proyectar en la sala más grande de Tabakalera. Luego hay otra que creo que también funciona bien independientemente que es una película más antropológica puramente que es como la recreación de un viaje de fin de curso, que es Si vamos 28 volvemos 28. Quizá es la más divertida, tiene un visionado agradecido quizá en ese sentido. Y luego hay una pieza que en realidad son dos, que se llama Principiantes, que es como una muestra del material que empecé rodando con Candela y con Pablo. Es la más íntima, la más poética y para mucha gente es la que más disfrutan. La que más te emociona”.

Sobre el futuro de estas piezas. “Se entendería bien si pudiéramos ir teniendo una web donde se pudieran ir subiendo cosas, actualizándose. Y luego me gustaría en un futuro que pudiera haber un corte de película cinematográfica que se llamara Quién lo impide. Una mezcla de todo. Como una película ensayo que contenga formatos diferentes. Me gustaría algo así” Aunque estas piezas terminen derivando en un proyecto definitivo con estructura más convencional de cine, Trueba ya las considera “una parte fundamental” de su filmografía. “La necesidad de hacer algo así ha sido muy grande. Terminé La reconquista y sentí que había un punto final, un punto y aparte que necesitaba repensar cosas. Tuve la necesidad de volver a casi un principio del todo. Volver a coger la cámara, volver a pensar el cine y cómo me relacionaba yo con todo”.

Sobre cómo reciben los medios este formato inusual. “Me doy cuenta de que como lo vinculamos a los jóvenes y a pensar temas como la educación y todo eso, surge una especie de paternalismo a veces que quizá es un error. Los medios lo ubican como si fuera otra cosa, no le dan el mismo lugar que le darían si simplemente dices que has hecho una película. Incluso el hecho de no haber estrenado esto de otra manera, o pasar por un festival. Este es un proyecto que me permite experimentar no solo con el rodaje sino también con formas de exhibición, pero también me voy chocando con la realidad y me voy dando cuenta de que todo está más encorsetado de lo que nos gustaría. En cuanto planteas que no vas a ir a tal festival es como que se mira menos. Se aprende también de eso”. Dice no conocer precedentes. “Sospecho que habrá, no pretendíamos inventar nada. Es algo que ha surgido de una manera muy orgánica con lo que era el proyecto. Me parece bonito que sea un proyecto vivo y la mejor manera es ir proyectando material. Lo que hicimos en junio en Madrid fue uno de los días más bonitos de mi vida”.

Estilo: cineastas canadienses y cine directo

Más allá de la forma de exhibición, le pregunto por las referencias del estilo cinematográfico de las piezas por separado. “El espíritu de ciertos cineastas canadienses de la época de los 70, que trabajan mucho en la televisión de Canadá. En concreto, Michael Brault, un cineasta que empezó de cámara de Jean Rouch y volvió a Canadá con la filosofía de Rouch, y empezó a hacer un cine muchas veces ligado a jóvenes, canadienses, jóvenes. Siempre he mirado ese cine con mucha alegría pero con un poco de melancolía de que en España no había nada muy parecido a eso. Mi aspiración, modestamente era tirar un poco de ese hilo. No es nada nuevo, es una idea más del cine directo. Trabajar con jóvenes de instituto que no eran actores ni tenían la idea de hacer cine ni nada parecido. A partir de pequeños rodajes hemos ido generando casi como una metodología de trabajo. Lo que yo llamo la puesta en situación, trabajar mucho a partir de situaciones pactadas con ellos, y yo básicamente me dedico a registrarlas. Para mí ha sido importante volver a coger la cámara yo mismo. No tenía equipo al rededor, básicamente una persona de sonido y al final ya eran los propios chavales que ayudaban con el equipo técnico”.

Documental o ficción

“No dejan de ser películas muy clásicas. Intentar hacer cine concentrado sin pensar mucho si será cine documental, si será ficción. Todo eso se fue difuminando bastante durante el proceso».

Rafa Berrio, quién lo impide

Hablamos de la canción de Berrio. “Quién lo impide es una canción que escribió Berrio con treintaypico años, ya en los discos viejos, y a mi me gustó mucho desde la primera vez. Cerré La reconquista con esa canción, en los títulos finales. A mí me pasa mucho que cuando cierro una película siempre tiene que ser el principio de algo. Quién lo impide es en muchos aspectos lo contrario de La reconquista, pero al mismo tiempo nace de La reconquista y de esa canción que cierra la película. Me pareció muy inspiradora la letra, cómo habla de la adolescencia. Y el propio título, Quién lo impide, tiene algo que me gusta mucho y es que va más allá de lo que la película cuenta, siempre intento que los títulos respondan a una especie de filosofía de trabajo. En este caso es decirme quién me impide a mí hacer esto así, y era un poco mantra con los chavales. Una maneja de trabajar.

Al final del día habrá un concierto de Rafa Berrio, que es algo que no se hizo en Madrid, donde hubo algunas bandas de jóvenes. “Más que un concierto, habrá algo más improvisado. A ver cómo va viniendo la gente, al final habrá una especie de conversación informal. Lo bueno es que podré ir con seis de los chavales que además están ilusionados con ir a Donosti. La idea es hacer una conversación con ellos y la gente que haya quedado hasta el final. Nos acompañará Rafa y la idea es que cante alguna canción. Cantará lo que él quiera de su repertorio, él mismo lo está pensando, teniendo en cuenta el contexto y teniendo en cuenta cómo respire el ambiente. Algo más íntimo con los que se queden. Estamos muy conectados en todo lo que hacemos y que se haya prestado es también bonito”.

Hablamos de su relación con Donostia y con Berrio. “Es curiosa. No la conocía mucho hasta hace pocos años. Fue cuando vine con Todas las canciones hablan de mí”. La película estuvo en Made in Spain en 2011 en el Zinemaldia. “Yo ya me había hecho fan de Rafa desde que un amigo me pasó una canción suya. Quería saber quién era él. Había estado preguntando a amigos que saben de música y nadie le ubicaba del todo bien, hasta que un amigo me dijo ‘este tío es de aquí de toda la vida, toca mucho’. Lo localizó y cuando fui a esa edición del festival pude conocer a Rafa. Así que vinculo mucho mi relación con la ciudad a Rafa. Al festival por supuesto, porque he vuelto alguna que otra vez y con La reconquista, por supuesto, hace un par de años. También a los cines Trueba que me han llevado a proyectar alguna película”. Estuvo en Los jueves del Trueba con Los ilusos. «También a la Filmoteca Vasca con Joxean Fernández. Muy vinculado al cine siempre».

Rafa Berrio: «Me da grima el mainstream»

22/11/2016 - Ricardo Fernández

Entrevista a Rafa Berrio antes de su concierto en Tabakalera para homenajea a Poch y Derribos Arias. Nos habla de como conoció a Jonás Trueba, de cómo ve la vida cultural en San Sebastián, de cómo compone las canciones y, también, de quién fue Poch para él. Leer más

Los jóvenes

“Es muy difícil que una película que hagamos gente de mi generación, vengan a verla. De repente, estar en una sesión con cientos de chavales y que salieran contentos fue irrepetible”. Hablamos de la cuestión de que los jóvenes están dejando de ir a salas. “Es algo a lo que todos tenemos que darle vueltas. Por un lado es maravilloso tener la oportunidad de ver películas online, pero corre el peligro que esta comodidad que nos da al final acabe por extinguir la experiencia de la sala. Una vez le pregunté a uno de los chicos que ha estado más vinculado desde el principio en el proyecto, qué tendría que hacer yo para que vinieras tú a esto suponiendo que tú no me hubieras conocido. Qué tendría yo que hacer para que recibieras la información de que esto va a suceder, que te apetezca venir y que vengas. El chico me miró y me dijo ‘es prácticamente imposible’. Hay un abismo ya no solo generacional sino ya casi te diría de paradigma de época entre nosotros y chavales de 17 años. Viven en una comunidad muy propia, no solo de la tecnología sino también de muchas cosas. Al final cuando nos juntamos para hacer un proyecto como este que no deja de ser cine moderno pero entendido de una manera clásica, se establece un diálogo como muy claro. Y ellos se sientan y lo ven y están agradecidos. Y sienten que es un cine que les representa o que por lo menos no caemos tanto en los estereotipos, clichés y cosas que suelen ser más habituales. Pero lo realmente más difícil es que acudan, que haya una luz que les diga ‘bueno, voy a ver esto’, nosotros hicimos una labor con los propios jóvenes que habían participado. Como fueron tantos, fueron ellos mismos los que corrieron la voz. Por ejemplo, este medio donde escribís, El Contraplano, la leerá gente con un perfil, con una edad. No creo que sea fácil que jóvenes de menos de 20 años conecten con nuestra necesidad de ver cine. No es fácil. Quién lo impide es también un acercamiento para entender esto, para establecer un pequeño puente. Pero no es que tenga yo para nada una sensación de haber logrado nada. Si les recomiendan eso en el instituto no va a ser fácil que vayan, las cosas les tienen que venir por otro lado”.

Hablamos de Cine en curso que aquí se llama Zinema (h)abian, un proyecto del que ya nos habló Carla Simón. “Yo llevo tiempo vinculado a un proyecto educativo que tenéis ahora también en Donosti que se llama Cine en curso. Empezó en Catalunya, Cinema en curs, y luego también en Madrid, en Galicia también y creo que desde hace un par de años está también en Donosti. Es muy interesante. Es un acercamiento al cine en las escuelas. Y la idea es que hay cineastas que hacen una especie de taller muy largo, a lo largo de todo el curso, y lo más importante, en horario lectivo. Yo lo he estado haciendo en Madrid muchos años y vas aprendiendo de la dificultad y que no es tan fácil como llegar allí y compartir el cine que a mí me gusta, porque es un cine que ellos no están acostumbrados a ver y requiere todo un proceso. Y hay que asumir que lo que a nosotros nos ha dado la cinefilia no es un cine que llegue a un chaval de la misma manera. Tiendo cada vez menos a imponer una visión. Por otro lado, en contradicción, no puedo dejar de creer que hay un cine que a mí me emociona, que me parece que habla mucho de cosas que tiene que ver con ellos, e intento acercárselo a ellos. Compartirlo con ellos, debatiendo, aceptando que haya veces que digan esto no me interesa, esto me parece lento o aburrido. Creo que van a ir -espero- los dos centros que lo están haciendo en Donosti, que se pasarán a ver las piezas”.