Antes de nada, si no has visto Luca te recomendaría que lo hicieras antes de leer esto. Entre tanto, puedes leer la bella crítica de Lucia que no tiene spoilers. Aquí hablaré en detalle de muchos aspectos de la trama.
Luca: Ciao Ciccio!
18/06/2021 - Lucia Fermin8 Escribo esto escuchando a Maria Callas y perfumada hasta la nuca de Escale à Portofino de Dior: una limonada riquísima cuyos ingredientes están diseñados para transportarnos a la costa de Italia en un día de calor. El frasco contiene eau de toilette de utopía de verano en Italia. Envuelta en este aroma estival es […] Leer más
Luca, la última película de Pixar, trata la amistad de dos chicos en un bucólico pueblo de la costa italiana. Muchos -hay artículos sobre ello al menos desde febrero- hemos entendido que en segundo plano, hay una historia sobre salir del armario. Otros no lo entienden así. Algunos incluso se han enfadado -por lo que sea- por la sola mención de este tema (en la crítica de Lucia se menciona brevemente y hemos tenido algunas quejas subidas de tono en nuestra red social favorita). Está claro que es un tema que tenemos que abordar más en profundidad. También aprovecharé, al final, para comentar que esta es una de las pocas películas de Pixar que no tienen una lectura conservadora.
Consideraciones previas
Que quede claro: no hay en la película ninguna referencia explícita a la homosexualidad, ni mucho menos sexo. Cualquier lectura literal de la película solo puede entenderse como la historia de una amistad juvenil entre niños-monstruo.
Nadie entre los creadores de la película, ni el director ni los productores han sugerido que pueda haber algo relacionado con la homosexualidad. Al contrario, el director, Enrico Casarosa, al que, por supuesto, se le ha preguntado por la cuestión, lo ha negado y ha remitido únicamente a la lectura más superficial de la película. Sinceramente, dudo mucho que nadie con la más mínima responsabilidad en esta producción de Pixar -y por tanto Disney- vaya a sembrar la más mínima duda en una película que está dirigida a toda la familia y que debe consumirse en hasta el último pueblo de la América Profunda, que no es tan distinta del pueblecito homófobo que muestra la película. Quizá en un par de años, cuando la película ya esté amortizada.
No hablo únicamente de una interpretación general, hablo de un subtexto muy concreto. Me explico. Sabemos que las entregas de X-Men de Bryan Singer tenían una lectura sobre la discriminación de los homosexuales, porque en este caso lo ha contado él mismo. Sin embargo, ahí yo diría que es un concepto más bien general, una inspiración razonable por lo que implica el rechazo a los mutantes. Eso en Luca es fácilmente trasladable porque la premisa es similar. Pero aquí la cuestión se puede ver en detalles muy concretos que específicamente son aplicables a la homofobia y no a otro tipo de discriminaciones y que encajan exageradamente bien en una lectura desde esta óptica. Demasiado bien para no ser intencionado. Lo detallo a continuación.
Sinopsis a mi manera
Vamos a contar Luca.
Un joven en edad de despertar vive oculto por su familia, en un entorno de sociedad cerrada, en un pueblo donde la gente como él no son bienvenidos. Conoce a otro chico como él, Alberto. Alberto es más atrevido, más extrovertido, más abierto. Este le habla de lo maravilloso que es salir fuera, no estar escondido. Le muestra un nuevo mundo.
Cuando los padres de Luca se enteran de sus andanzas, se preocupan y le obligan a irse con su tío a vivir a un lugar más escondido y alejado todavía, lejos de las tentaciones. Luca se escapa de casa y se va con su amigo. Hacen buenas migas con una chica que está algo marginada y que les acepta fácilmente, incluso cuando descubre su secreto. Ante el padre de la chica deben disimular su verdadero ser porque es un tipo serio chapado a la antigua. Luca y Alberto duermen juntos. Luca tiene aspiraciones intelectuales que Alberto no comparte, lo que hace que este se sienta amenazado, incluso a veces celoso. Alberto no se siente cómodo ocultando lo que son ante la sociedad y en determinado momento decide hacerlo público, sin avergonzarse. Luca tiene miedo, no se atreve a seguir sus pasos, y en una mala decisión de la que inmediatamente se arrepentirá, pasa a señalar la condición de Alberto como hacen todos los demás en el pueblo. Le llama eso que no quiere que le llamen a él.
Finalmente, todo se descubre y se produce un gran conflicto en el pueblo, entre quienes tienen fobia de los dos chicos y quienes ya están dispuestos a aceptarlos. La gente termina por aceptarlos como personas más allá de sus particularidades. Esto provoca que otros en el pueblo se muestren como son sin miedo, incluso dos señoras mayores. También hace que las generaciones más jóvenes lo acepten y cambie ya todo para siempre. Los tiempos cambian.
Luca se despide de Alberto en la estación. Sus vidas están llamadas a transitar por caminos muy diferentes, ahora ya liberados los dos pero con intereses distintos. Acaba un verano inolvidable para ellos dos.
No he utilizado la palabra “monstruo”, pero tampoco “gay”. ¿Qué tipo de película he descrito?
Los detalles concretos
Quizá el ejemplo más significativo es uno que he comentado ya. Cuando el pueblo deja de ser homófobo, porque la sociedad está cambiando, podemos ver como dos señoras ya mayores y en apariencia convencionales, salen del armario de golpe. Claramente es una pareja de lesbianas que siempre han mantenido su condición en secreto. Sin la lectura de homosexualidad resultaría una decisión muy extraña.
El pequeño villano, imagen perfecta de un exitoso cis hetero, afirma claramente “vosotros nos dais miedo a nosotros”. Es cuando le gritan “no te tenemos miedo”. Extraño gesto de debilidad en ese tipo de personaje pero que se entiende muy bien como representación de lo que es la homofobia.
El padre de la chica dice una frase importante: “no sois unos monstruos, sois Luca y Alberto”. Es una frase perfecta para aquellos del pueblo que no pueden ver más que dos “maricones”. Al tratar con ellos, el padre ha superado sus prejuicios y los ve como personas, tengan la orientación que quieran tener.
En un momento de la película, Luca y Alberto duermen juntos a la intemperie. Se despiertan húmedos por el rocío, por lo que amanecen con su verdadera forma. Duermen juntos y se despiertan como lo que son. Una metáfora que nos puede dar una idea de lo que han hecho durante la noche.
Uno de los ejemplos más claros lo tenemos con la relación que tiene Luca con sus padres. Esa sobreprotección, ese miedo a que su hijo sufra por lo que es ante la sociedad. Esta dinámica que encaja a la perfección con la homosexualidad, no encaja tan bien con otras interpretaciones. Y que quieran enviarles a las profundidades es poco más que meterle a cura.
Recuerda a otras películas con temática similar
¿Quién no ha pensado en Call Me By Your Name viendo esta película? ¿Se llamará Luca el personaje en honor a Guadagnino? No lo sé, pero la cuestión es que esta película no nos remite a otras películas de monstruos marinos, sino a películas coming-on-age de despertar sexual. Podemos pensar también en Verano del 85, de Ozon, con un personaje más tímido, más en el armario, que conoce a otro personaje más extrovertido, con un poco más de experiencia que le lleva a un verano de iniciación. Tanto en una como en la otra, por diferentes razones, estamos hablando de una historia de amor puntual, un amor de verano, que llevarán en el recuerdo. Es fácil pensar que Luca irá al colegio, se hará escritor y escribirá un libro sobre monstruos marinos que represente su historia de amanecer homosexual con Alberto.
Si pensamos en ese pueblo pequeño precioso junto al mar pero demasiado cerrado para aceptar a quien se sale de la norma, un lugar idílico que se puede volver una cárcel para el diferente, me lleva a Veneno, la serie de los Javis. Por supuesto, cuando aquí hablo de gay, me vale igual alguna de las otras siglas del colectivo. Trans también encaja muy bien. La forma en la que se sienten Luca y Alberto es parecida al pequeño chaval diferente que una noche cruzará el Mississippi.
Una de las pocas películas de Pixar que no es conservadora
Solo porque esta película se salga del esquema Pixar habitual ya vale la pena. Que no sea otra historia de viaje de regreso accidentado, con un personaje admirable que resulta ser el villano. Que no trate de temas abstractos representados figurativamente. Que vaya por otro lado, incluso aunque no sea especialmente original, ni exquisita visualmente, ya es un punto muy a favor. Pero es que además es, por fin, una película de Pixar que no es conservadora.
Las películas de Pixar suelen hablar de volver al hogar, de recuperar las raíces. Incluso de respetar la tradición, de obedecer a tus padres, como en el caso de Coco. Cuando no son odas al individualismo y la meritocracia que emocionarían a Ayn Rand, como Los increíbles. Aunque Los increíbles también hable de la crisis de los 40. La búsqueda de la excelencia por encima de todo también es un elemento recurrente, con títulos que podría haber dirigido Damien Chazelle, como Ratatouille o Soul. Os dejo este tuit sobre el tema en clave de humor pero al que no le falta razón:
Sorry, not sorry. pic.twitter.com/gA98nI0cqo
— Henrique Lage (@Henrique_Lage) March 10, 2021
Por cierto, aprovechando la referencia a Bichos en ese tuit, esta sería de las pocas películas con una lectura menos conservadora. Quienes hayáis leído Me cago en Godard, de Pedro Vallín, ya sabéis que es una alegoría del comunismo. Y si no habéis leído su libro, hacedlo, porque vale la pena incluso -sobre todo- para discrepar. Esa alegoría, como esta, estaba susurrada, por debajo de una historia aparentemente infantil y sencilla. Porque Pixar -y menos Disney- no puede hacer una película comunista o abiertamente gay. Lo segundo, quizá en algún momento sí. Las dos funcionaban mejor como subtexto que por su superficie.
Luca no es una película sobre volver a casa sino sobre salir de ella. Es una película sobre una sociedad que evoluciona, en la que son las nuevas generaciones quienes tienen razón. No hay que volver a las raíces ni a las tradiciones, hay que superarlas. No hay que obedecer siempre a los padres, porque a veces se equivocan. Una travesura a veces no es una travesura, es libertad. Luca habla de todo eso, y lo hace con cuidado, con metáforas.
Porque si Bichos trata sobre bichos y Luca trata sobre unos monstruos marinos, que dos películas tan planas y aburridas.
¿Habéis encontrado otros detalles en Luca que representen una historia gay? ¿A alguno os ha recordado a vuestra propia experiencia? ¡Compartidlo en los comentarios!
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