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James Gunn es un tipo singular. Es un director que se inició en la Troma, la legendaria productora de serie Z. Gamberradas de bajo presupuesto para un consumo festivo. Y, por otra parte, será uno de los pocos cineastas dentro del universo Marvel que ha conseguido que su voz no se apague bajo la hipermecanizada franquicia. Las películas de Guardianes de la Galaxia no son películas de Marvel, son películas de James Gunn. Escritas y dirigidas. Ahora que se ha puesto de moda en las redes diferenciar dos niveles de arte mediante la etiqueta de autor, Guardianes es cine de autor en el mejor sentido de la palabra. Es cine de autor no porque tenga aspiraciones artísticas “elevadas”, lo es en tanto que hay un cineasta con una visión, un rumbo, una personalidad; en lugar de un comité de analistas de mercado. Las pelis de Gunn son de lo poco en Marvel que tiene alguna posibilidad de resistir al paso del tiempo. Ahora Gunn se ha pasado a DC y lo ha vuelto a hacer.

Escuadrón suicida es una película como Gunn ha querido hacerla, más incluso que Guardianes. No le debe nada a nadie. No necesita seguir una línea coherente con la franquicia. No es una secuela de la anterior, que aunque también tenía un director con personalidad como David Ayer, no terminó de funcionar de ninguna manera. Ni secuela ni remake, es más bien una impugnación, una manera de borrar de nuestra memoria la anterior entrega y tomar las riendas con una apuesta más atrevida y una admirable capacidad de encontrar el tono entre el cine de serie B y el blockbuster. Y como Gunn no le debe nada a nadie, ni está preocupado en continuar una línea ni ser susceptible de ser continuado, sabe que puede tomar a los personajes que prefiera y hacer lo que quiera con (casi) todos ellos. Se le nota completamente liberado de la esclavitud de la saga y los hilos argumentales generales -algo que por ejemplo estropeaba bastante el, por otro lado interesante, trabajo de Snyder en Batman v Superman– por lo que puede contar la historia que quiere contar y como la quiere contar. En parte también tenía cierto margen en Marvel, pues aunque formaba parte del universo, estaba suficientemente separado de la trama general, hasta que se ha terminado uniendo en las dos tracas finales. No es que en DC le hayan dejado hacer lo quiera, es que directamente le preguntaron qué película quería hacer. Este es el proyecto elegido por Gunn y lo ha hecho a su manera. 

La libertad en DC no es la libertad en Marvel. Son políticas distintas. Lo resumiré en un detalle tonto: en Escuadrón suicida se ve una polla. Además, sin venir a cuento. Porque sí. Disney jamás habría consentido eso. Es solo un detalle, pero entended todo lo que encierra detrás. Esta no es una película para todos los públicos en ningún sentido. Evidentemente, lo vemos en la categoría por edades: R. Es una película violenta y que se permite enseñar una polla o ser soez, no pretende ser para niños. Pero es que además es una película especialmente desagradable. No solo por el gore subido de tono, que también, sino por su gusto por la fealdad y el asco. La imagen de cientos de ratas penetrando una retina no se me va a olvidar fácilmente. Es, como decía antes, una película de la Troma. El tipo de película gamberra que te puede aparecer en una sesión de madrugada en la Semana de Terror. Con la diferencia de que cuesta 175 millones de dólares. Pero ese presupuesto no asusta a Gunn, no le lleva a escribir diferente. Quiere hacer un disparate gamberro y divertido y que su juguete cueste millones no va a ser un impedimento.

Pero el hecho de que su película quiera ser fea y desagradable no implica que haya un desdén por la imagen. Ya desde el primer plano que se descubre reflejado en un charco, se nota que Gunn se quiere divertir también con caprichos visuales. Y más allá de eso, ocurre algo impensable con el cine de Marvel: hay secuencias que estoy bastante seguro de que quedarán en mi memoria, como toda la parte final, tan loca como expresiva y sugerente. Puro fantástico sin límites, una excentricidad gigantesca, horror cósmico que nos lleva a lugares insondables de un universo de locura espacial y desesperación. Entre Grant Morrison, Lovecraft y Alan Moore.

Eso sí, si bien toda esa recta final es fabulosa, sorprendente e imaginativa, en la línea del mejor fantástico extraño, también es verdad que en la parte central hay bastante morralla, también digna de sesión de madrugada, como la subtrama que le toca al siempre elegante Juan Diego Botto, que de voluntariamente ridícula se pasa de frenada. También muchos chistes chuscos para adolescentes que a veces funcionan muy bien y otras veces, eso, son para adolescentes, y mejor si han fumado algo durante la sesión. También hay algún momento de humor brillante que no le tiene nada que envidiar al capítulo de Woody Allen de Historias de Nueva York. Por otra parte, un comienzo dinámico, divertido, ligero con sorpresa en su construcción narrativa. Está claro que Gunn se lo ha pasado genial y es difícil criticar que esta es una película irregular cuando cualquier atisbo de perfección están completamente fuera de lugar en este proyecto. Si las películas de Disney están hechas para no disgustar a nadie, Escuadrón suicida está más preocupada de seducir a algunos. 

Con todo esto ya sería suficiente y si la película se revolcara en su ligereza hedonista, sería más que suficiente. Con las espectaculares escenas de acción, el humor y el ritmo de puro entretenimiento. Pero es que además Gunn se permite una crítica nada velada a la política exterior de Estados Unidos. A esa manía que tienen de apoyar dictaduras extranjeras si estas sirven a sus intereses. Esa costumbre de poner en práctica los experimentos más atrevidos fuera de sus fronteras, sea un enorme alienígena de aspecto adorable o las propuestas económicas de los Chicago Boys, es igual. Y aquí nos plantea la figura del mal patriota, el cabeza cuadrada, con un personaje que, como a los demás, le ha dotado de una personalidad reconocible, en tres dimensiones. Un personaje que tiene mucho que ver con el protagonista de su divertida Super, patético y peligroso en su fanatismo. Por supuesto, todos estos elementos no pretenden dar lecciones ni sermonear, ni de ninguna manera estropean lo principal: la diversión.

Escuadrón suicida

Media Flipesci:
7
Título original:
The Suicide Squad
Director:
James Gunn
Actores:
Michael Rooker, Viola Davis, John Ostrander, Joel Kinnaman, Nathan Fillion, Jai Courtney, Flula Borg
Fecha de estreno:
06/08/2021