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Reseña de Spider-man: Homecoming

Vaya por delante que soy fan de las películas de superhéroes. Desde siempre. En realidad soy fan de los superhéroes. He crecido comprando cada mes un ‘tebeo’ de mis superhéroes favoritos y leyéndolos y releyéndolos hasta que las portadas perdían color de tanto manosearlas. Vamos, que desde hace más de tres décadas Spidey ha sido mi amistoso vecino. Reconozco que disfruto de casi todas las películas de superhéroes de la última hornada. De unas más, de otras menos, pero en general me gustan. Eso no impide que vea ciertos patrones que se repiten y que me parecen un error. Es el problema de todos los géneros con éxito: cuando algo funciona se repite el modelo en serie, pero no siempre sale bien. Eso pasa con los superhéroes, con los westerns (dos géneros que tienen muchas cosas en común), con las comedias románticas, con las películas de acción… con todo y no sólo en cine. Cuando a alguien se le ocurre una idea, siempre surgen imitadores.

El exceso de drama de los superhéroes

En los cómics hubo una serie de autores que dieron a los superhéroes un barniz más trágico, más adulto, más serio. Batman: Año uno, Daredevil Born Again, Dios ama, el hombre mata… y muchos más. Los superhéroes ya no eran sólo unos colgados en pijama con superpoderes que salvaban al mundo de otros colgados en pijama con superpoderes. Eran personas con tragedias, remordimientos, deseos de venganza, un pesado pasado sobre sus hombros y los argumentos de sus aventuras el reflejo de los males del mundo. Algunas (todas las citadas) fueron obras maestras. Otras, intentos frustrados de literatura trascendental. En el caso del trepamuros a lo largo de su evolución vimos al personaje pasar de ser un chaval de instituto bastante pardillo tratando de compaginar las clases y luchar contra los malos mientras suspiraba por una chica, a ser un joven que tenía problemas para pagar el alquiler, que presenció el asesinato de su novia por el Duende Verde y que veía como en el Hell’s Kitchen de Manhattan el crack causaba estragos. Este enfoque más adulto dio lugar a algunas aventuras maravillosas (La cacería de Kraven), pero también a momentos demasiado trascendentales y pesados machacando el lema de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Spiderman era un superhéroe chistoso, bromista y a veces algo torpe en sus decisiones… pero se olvidaron de eso.

La tía May antes no era así...

La tía May antes no era así…

En cine pasó exactamente lo mismo que en papel. Películas como la trilogía Batman de Nolan dieron un enfoque mucho más serio y trascendente al género. Pero esa trascendencia fue mal entendida por muchos autores y, a veces, ver una película de superhéroes es asistir a un desfile de traumas, conflictos internos y sufrimiento interior. Esto pasa incluso en muchas de las películas que tienen un tono más tontorrón y gamberro. Insisto, aún gustándome mucho el género, creo que en los últimos años se ha abusado de esta línea. Por suerte, siguen haciéndose películas que consiguen salirse de estas reglas autoimpuestas.

Spiderman Homecoming es una de esas películas. En el tercer reinicio del personaje en 15 años, cuando parecía que el dicharachero trepamuros estaba más que explotado, Jon Watts firma una versión totalmente nueva y, a la vez, muy fiel con el espíritu original del personaje. El de cuando Peter Parker no era más que un mocoso jugando en la liga de los mayores e intentando que no se notase su bisoñez. Eso si, estamos es el S.XXI y ahora algunas cosas son distintas. La tía May es una atractiva mujer y no una viejecita. Flash Thompson es de origen sudamericano y triunfa como DJ en fiestas en vez de ser el rubio quarterback estrella del equipo de fútbol americano. El traje de Spiderman ahora rebosa tecnología en vez de parecer unos leotardos y una camiseta de pijama. Pero, bajo estos cambios y actualizaciones, encontramos la esencia del joven Spiderman de siempre, antes de convertirse en un ser aplastado por las carga de la responsabilidad. Ni siquiera sale el tío Ben -su muerte se soluciona con un “con todo lo que está pasando la tía May”- o se menciona el consabido “todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. No, esta no es esa película. Ya habrá tiempo, si quieren, para hacer evolucionar al personaje.

Espíritu ochentero y una nueva estrella

Una de las mejores cosas de Spiderman Homecoming es que no pierden tiempo explicando otra vez su origen. Le picó una araña radioactiva, lo sabemos todos, ¿para qué dedicarle más tiempo a eso?. Se menciona, de pasada, en una frase y se pasa a otra cosa. El ritmo es importante desde el principio y, tras un prólogo que presenta al nuevo villano, la película empieza directamente en lo que se podría definir como “los bastidores” de Capitán América: Civil War. Con las imágenes que Peter grabó de aquella batalla con su móvil y a través de un fantástico montaje fresco, juvenil y actual, el director Jon Watts sitúa enseguida la situación mientras dibuja el carácter y motivaciones de los personajes. A saber: Peter quiere ser un Vengador pero los adultos están demasiado ocupados como para preocuparse de un mocoso.

Tom Holland ya es una estrella

Tom Holland ya es una estrella

Así, vemos a un Spiderman con ganas de agradar y hacer el bien, pero que no pasa de frustrar pequeños robos, meter la pata de vez en cuando y ser una estrella de youtube. Para colmo, apenas se atreve a hablar con la chica que le gusta quien, paradójicamente, está colada por Spiderman. Por el camino se cruzará con El Buitre y su banda, unos traficantes de armas. Ningún plan cósmico, ninguna elección de vida o muerte, ningún sacrificio más extremo que dejar plantada a la chica que te gusta para ir a perseguir a un villano. Una historia que está más cerca del espíritu de Regreso al Futuro que de Los Vengadores. En realidad está más cerca del cine adolescente de los 80 que de los intensos dramas shakespearianos de muchos superhéroes actuales. De hecho, incluso hay un homenaje explícito a Todo en un día. Su torpeza también recuerda por momentos al Gran héroe Americano.

Si Regreso al Futuro tenía a Michael J. Fox, esta película tiene a un Tom Holland que borda su papel. Le aporta frescura, personalidad, credibilidad y toneladas de carisma. En su pequeña aparición en Capitán América apuntaba maneras. Aquí las confirma. Ha nacido una estrella y va a ser difícil no asociar el personaje con el actor. Por encima de Andrew Garfield, por supuesto e incluso por encima de Toby Maguire que, aunque no hizo un mal trabajo, no consiguió llevar el personaje más allá del guión como si logra Holland.

Los secundarios también son del barrio

Todo superhéroe necesita un súper villano y el elegido esta vez es una nueva versión de El Buitre. Encarnado por un más que correcto Michael Keaton, el personaje sigue la misma tónica de la película y, aunque no tiene nada que ver con El Buitre original -es más joven, tiene otro origen y su traje es visualmente muy distinto- si conserva la esencia del personaje. Es un hombre que se siente estafado e, incapaz de gestionar su ira y rabia, toma el mal camino. No es un malvado que quiera destruir el mundo, no. Es algo más de andar por casa, más del barrio.

Zendaya in Columbia Pictures' SPIDER-MAN™: HOMECOMING.

Este personaje promete mucho.

La película mezcla con habilidad personajes y personalidades de las diferentes versiones de Spiderman (ahora mismo hay múltiples colecciones, con múltiples Spiderman en múltiples universos distintos y las líneas argumentales han tenido más de un “reseteo”, muerte, resurrección y reencarnación). Todas insertadas con naturalidad y no en busca del guiño cómplice para que el fan que se sienta más listo cuando lo pilla.

Por supuesto, a pesar de su personalidad y de la diferencia de tono con otras películas de superhéroe, cumple con ciertas reglas del género y alguna pelea épica; pero sin abusar y sin necesidad de destruir decenas de edificios.

Spiderman Homecoming es una refrescante película que ha resucitado un personaje que parecía agotado, que supone un soplo de aire fresco al género, que ha descubierto a una nueva estrella juvenil y que, además, promete buenas cosas para el futuro. El personaje interpretado por Zendaya, que roba cada plano que tiene, tiene un potencial magnífico. Yo ya estoy deseando ver a donde lo llevan en su relación con Peter.

Spider-Man: Homecoming

Media Flipesci:
7.4
Título original:
Director:
Jon Watts
Actores:
Tom Holland, Michael Keaton, Robert Downey Jr., Marisa Tomei, Jon Favreau, Gwyneth Paltrow
Fecha de estreno:
28/07/2017