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Es curiosa la mezcla de nacionalidades y orígenes que han dado lugar a una película con un aspecto, un carácter y un tono tan británicos como Living. Su director es el sudafricano Oliver Hermanus (Moffie, 2019). Su guión es del novelista de nacionalidad inglesa, pero nacido en Japón Kazuo Ishiguro (Un artista del mundo flotante, Lo que queda del día, Nunca me abandones), ganador del Premio Nobel de Literatura en 2017. La película es un remake de Vivir, la obra maestra que dirigió Akira Kurosawa en 1952, que a su vez se inspiró en La muerte de Ivan Ilich del ruso Leo Tolstói. Pero lo dicho. A pesar de esa mezcla de culturas y nacionalidades Living luce, suena y se siente tan inglesa, tan londinense, como Trafalgar Square, Buckingham Palace o el low tea de las tres. Tras su estreno en el Festival de Sundance en enero de 2022 y su presentación en Europa fuera de concurso en el Festival de Venecia, participa en la sección Perlak del Zinemaldi 2022.

En Living la acción se traslada del Tokyo original, al Londres de principios de los años 50, en plena reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial. Su protagonista es Mr. Williams, soberbio Bill Nighy, un viudo cercano a la edad de jubilación, funcionario responsable de la sección de Obras Públicas de un distrito londinense, al que le diagnostican un cáncer terminal. Enfrentado al final de su vida y al repasar lo que ha sido la misma hasta ese momento decidirá cambiarla y luchar por dejar un legado antes de que sea demasiado tarde.

Por momentos Living parece una película en conflicto consigo misma. Por un lado, su historia está cargada de situaciones emotivas y de momentos de gran carga dramática y hasta trágica. Pero por otro, la puesta en escena parece más preocupada por los aspectos visuales y estéticos, con su fotografía sombría, sus claroscuros, sus ralentíes y su planificación y su composición tan precisas y medidas. Pero son ese rigor y exquisitez en las formas precisamente los que acaban poniendo distancia con las emociones e impiden que éstas se liberen. Living está llena de decisiones de puesta en escena que buscan apartarla de las formas de narración más convencionales. Parece que Hermanus está empeñado en hacernos ver que hay un autor detrás de esas imágenes, por encima de la contención y el control de las emociones del guión de Ishiguro. En Living no es que las emociones estén contenidas, sino que no se les deja despuntar. No acaban de explotar. Hay ocasiones, como una cena en la casa familiar de los Williams en la que los encuadres que dejan siempre a algún o algunos personajes fuera del plano resultan tan forzados que restan impacto dramático a la situación. Primando el cómo sobre el qué. O en la secuencia de Mr. Williamns en el columpio al final de la película en la que el punto de vista desde el que se narra y la forma en la que está planificada la secuencia no consiguen transmitir toda la carga emotiva de la situación. Y da la impresión de que más que por contención emotiva es por puro deleite estético autoral. 

Entre esa rigidez formal emergen las interpretaciones sensibles y emotivas de Bill Nighy y de Aimee Lou Harris, que interpreta a una joven compañera de trabajo a la que aún no han atrapado la actitud funcionarial y la monotonía laboral y se convierte en válvula de escape de Mr Williams. Porque Living no se corta a la hora de mostrar la triste inercia funcionarial de los compañeros de trabajo de la oficina. El recurrir a la burocracia para cumplir con la ley del mínimo esfuerzo. De hecho, son parte importante en la narración. Precisamente la película arranca con la presentación de Mr. Williams a través de las advertencias de sus compañeros de trabajo a un joven que se incorpora ese mismo día a la oficina durante el trayecto que realizan en tren desde sus residencias a su puesto de trabajo. Una secuencia que se retoma hábilmente al final de la película, pero con otros objetivos bien distintos.

Living es una de las películas más bellas, más elegantes y con más clase que veremos está temporada. Pero también da la impresión de que su director no ha sido capaz de extraer toda la carga dramática que pedían un texto y una historia como la que cuenta.

Living

Media Flipesci:
6.7
Título original:
Director:
Oliver Hermanus
Actores:
Alex Sharp, Adrian Rawlins, Hubert Burton, Oliver Chris, Bill Nighy, Michael Cochrane, Anant Varman
Fecha de estreno:
04/01/2023