5.5

Tras darse a conocer en el Festival de Cannes con Después de Lucía (2012), Chronic
(2015) y Las hijas de abril (2017), el mexicano Michel Franco se ha convertido en un
habitual de la competición por el León de Oro. En 2020, Nuevo Orden se llevó el León de
Plata Gran Premio del Jurado del festival, en 2021 concursó con Sundown y este año
vuelve a hacerlo con Memory, un drama íntimo ambientado de Nueva York e interpretada
por Jessica Chastain y Peter Sarsgaard.

Sylvia es una asistente social con una vida sencilla y ordenada. Tiene una hija
adolescente, trabaja en un centro de día atendiendo a personas con discapacidad mental,
acude a sus sesiones de Alcohólicos Anónimos y evita tener vida social. Una noche, tras
la reunión de antiguos alumnos del instituto, un hombre, Saul, la seguirá hasta su casa. A
partir de ahí surgirá una relación entre estos dos personajes que de una u otra manera
están condicionados por su memoria y sus recuerdos. Sylvia traumatizada por unos
hechos trágicos del pasado que condicionan su vida actual y la forma de relacionarse con
los demás. Saul padece demencia senil lo que le provoca pérdida de la memoria reciente
y actuaciones fuera de toda lógica. Dos personas mayores de edad, pero cuya condición
psicológica y mental los condiciona para poder vivir vidas plenamente adultas y
autónomas, lo que provoca que su entorno se sienta con el derecho y hasta la obligación
de decirles cómo deben beber su vida.

Como es habitual en el cine de Michel Franco, también en Memory decide guardarse
cartas en la manga. Ir facilitando la información al espectador de forma gradual para que
vaya cuadrando las piezas que justifiquen los comportamientos de los personajes, las
causas que los llevan a actuar de esta manera. Y que obliguen al espectador a reconstruir
el esquema mental y sus suposiciones a medida que se van desvelando los misterios de
los personajes. Con la circunstancia agravante de que a veces la fuente de la información
son los protagonistas cuya percepción de la realidad se encuentra condicionada por su
situación mental lo que lleva a dudar sobre la autenticidad de la información.

A esto hay que añadir algunas licencias de guion, escrito por el propio Michel Franco, que
escapan de la lógica y hacen aún más complicada esa composición de la situación por
parte del espectador: por ejemplo, cuesta creer algunas de las actuaciones o ausencia de
reacciones del personaje de Sylvia cuando como se empeña en mostrar la película por
otra parte, aún está profundamente afectada por los traumas del pasado, o que una
persona con ese perfil, historial y situación se considere apta para trabajar con personas
con enfermedades mentales. Como si su situación solamente afectara o condicionara su
vida a conveniencia del guion.

A pesar de estas licencias del guion, Franco demuestra una sensibilidad y una
generosidad poco habitual en sus trabajos anteriores en el retrato de sus personajes y la
relación entre ellos, apoyado en las interpretaciones sobrias y comedidas de Jessica
Chastain
y Peter Sarsgaard. Dos personajes heridos, dolientes y vulnerables a los que
Franco trata con una delicadeza extraña en su cine que recuerda a Chronic, el otro
proyecto estadounidense de su filmografía, como si a Franco su país y sus compatriotas
le pusieran agresivo.

Memory

Media Flipesci:
6.2
Título original:
Director:
Michel Franco
Actores:
Elsie Fisher, Jessica Chastain, Merritt Wever, Peter Sarsgaard, Josh Charles, Jessica Harper, Josh Philip Weinstein