Iñaki Ortiz GascónUna película muy sencilla. Un camping. Una mujer a la que ha dejado tirada el coche. Y mucha imaginación. Puede parecer que la película no va a nada, que son las ganas de rodar de una directora, Éléonore Saintagnan, que viene del corto y que hace aquí un collage de historias desde la nada, para llegar a solo 69 minutos. Ella misma interpreta a la protagonista y tiene una figura de artista, de observadora. Un capricho. Sí, tiene la energía de todo eso, pero también tiene coherencia y unas ideas que van un poco más allá.
Camping du lac habla de la relación del ser humano con la naturaleza, remontándose incluso a la alta edad media. Vemos cómo se relacionan los personajes, tanto los del camping, cotidianos, como los de las leyendas. Una relación que está muy centrada en la alimentación. Tenemos el mito del pez y también un plano crudo de un gallo degollado. Pero con el tiempo también va sofisticándose a una relación de disfrute, desde el ocio más básico hasta un placer directamente sexual con los peces. La protección de la naturaleza, la amenaza, la convivencia y el enfrentamiento.
Desde el día a día de un camping normal y corriente, hasta la resignificación de las imágenes a través de la imaginación de la protagonista, muchas veces en tono cómico, como los fuegos artificiales en el lago. Desde las leyendas religiosas de cuando el cristianismo se mezclaba con las creencias de la naturaleza -esto entronca muy bien con Irati, o si se quiere, con Excalibur– hasta pequeñas ficciones actuales. Es una manera de observar cómo la conexión de las personas con la naturaleza también se compone de mitos, de ficciones inventadas para lubricar de alguna manera esta relación íntima de nuestro yo racional con nuestros instintos naturales. O si se quiere, la importancia de contar historias. En esto la película recuerda bastante a Big Fish, especialmente por su resolución.
Todo esto tan interesante contado en poco tiempo y con un barniz pop, tanto en la estupenda banda sonora -a veces de 8 bits- como por el tono indie desenfadado general y su estética naif. Una película para disfrutar de una visita agradable a un camping, espiar a los vecinos y de paso, reflexionar un poco sobre nuestra relación histórica con la naturaleza.
