Jóhann Jóhannsson es un compositor islandés minimalista que nos debe ir ya sonando. Lleva un par de nominaciones al Oscar, y sus bandas sonoras empiezan a tener fuerza. Es el compositor habitual de Denis Villeneuve, y ahora lo tenemos en Arrival. Me parece un buen momento para fijarnos en él.

Antes de dedicarse a hacer bandas sonoras, ya hacía, en cierto modo, bandas sonoras, extrañas, ambientales. Por ejemplo, el álbum de extraño título, IBM 1401, A User’s Manual, que me suele acompañar en las tardes lluviosas tranquilas. Como decía, es en cierto modo, una banda sonora, la de un manual de usuario de un ordenador IBM. O al menos, eso finge ser, porque obviamente no lo es. Primero, porque hablamos de una máquina del año 59, y segundo, porque tiene un trabajo con orquesta que supera cualquier expectativa de un manual de instrucciones, si es que acaso tuviera música. En realidad, el padre del compositor era un ingeniero de mantenimiento de IBM. También era músico. Esta experiencia es la que Jóhannsson quiere mostrar en una obra que mezcla elementos electrónicos rudimentarios junto con una música orquestal grandiosa y melancólica. En definitiva, aparte de ser una rareza, es toda una banda sonora con un sentido dramático muy importante, y deja ver ya lo que será su trabajo para cine.

Algo parecido podemos decir de obras como Fordlandia, en la que se inspira en Henry Ford y en su fracaso con el caucho brasileño.  Nostalgia tecnológica, una vez más, y concepto narrativo. A medio camino tenemos un trabajo para una obra visual, esta vez sí, para una adaptación animada de una novela: And in the Endless Pause There Came the Sound of Bees. Aunque la animación dura 24 minutos y el disco algo más, por lo que, en parte, es una obra independiente. Como podéis ver, tiene un valor dramático notable.

Después de algunos trabajos en cine, poco conocidos, empieza a colaborar con Denis Villeneuve en Prisoners con un trabajo intenso, dramático, denso. Pero al mismo tiempo es capaz de hacer una obra luminosa y positivista, aunque delicada, para La teoría del todo. En esa película, la interpretación de Eddie Redmayne y la banda sonora, lo son todo. Esa vez ya fue nominado al Oscar.

De nuevo con Villeneuve, consigue su segunda nominación, gracias a Sicario. Un trabajo muy distinto a los anteriores. Asfixiante, tenso, violento. Se adapta como un guante las imágenes del director, cargadas de inquietud y maldad. La pieza de la frontera es inquietante.

Aprended cómo se escribe: Jóhann Jóhannsson. Creo que vamos a volver a hablar de él unas cuantas veces más. Os dejo aquí una lista de Spotify: