Entrevista a Haritz Zubillaga

Durante la fiesta de clausura de la Semana de Terror, secuestramos al director Haritz Zubillaga para que participase en nuestra tertulia de cierre de esta edición. En este primer vídeo, hablamos de la película que ha presentado a concurso, El ataúd de cristal. Junto a él, el director de la Semana, Josemi Beltrán. Las preguntas impertinentes son de nuestro invitado Luis Artola. Más adelante publicaremos otro vídeo con el repaso a la edición de este año.

Después de grabar el vídeo charlamos un rato más, y paradójicamente, a pesar de la creciente tasa de alcohol en sangre, la conversación fue más seria y pudimos comentar algunos detalles del rodaje. Os los resumo un poco a continuación, dentro de lo que mi nebulosa memoria me permite.

Zubillaga nos contó que habían rodado la película en un pabellón que les cedió el ayuntamiento de Bilbao. Allí montaron la limusina que está construida a partir de piezas de coches. Es más grande de lo normal, lo que les permitió más libertad de acción. Hasta un determinado momento de la película en la que las lunas quedan completamente opacas, la imagen del exterior está rodada en croma. El director de fotografía le había propuesto proyección pero era más complicado. Aún así, la posproducción del croma también resultó muy trabajosa. Zubillaga bromea asegurando que el momento de oscurecer las lunas debería haber sido mucho antes en el guión.

Hay un momento de la historia en el que la limusina se sumerge en el agua que va entrando poco a poco. Para conseguir este efecto, llenaron una gran piscina de jardín y colgaron la limusina con una grúa que la iba sumergiendo poco a poco para conseguir el efecto de que el agua iba subiendo. La película está rodada en orden cronológico, moviendo la cámara para cada plano.