Iñaki Ortiz GascónEstamos ya casi a mitad de año y hemos podido ver algunas películas de terror interesantes. Seguramente las más renombradas han sido Un lugar tranquilo y Thelma. La primera, un terror muy eficaz a partir de una premisa jugosa; con algunos problemas de guión pero sin complejos, directa a conseguir su objetivo. De Thelma hemos hablado más en esta web, pero aunque formalmente es fantástica y de terror, lo cierto es que se acerca más a un drama familiar. Me gustaría comentar también otra película mucho menos valorada por tener menos aspiraciones: Amityville: el despertar. Dentro de su modestia y de su valor estético moderado, me parece un terror honesto, consecuente y que es capaz de generar muy mal rollo. No estaría mal seguir a este director, Franck Khalfoun, que pronto estrenará Solo, otra producción de Blumhouse como la anterior.
Algunos festivales, principalmente Sundance, SXSW y Cannes, nos han dejado ya algunos títulos que la crítica ha valorado positivamente. Otras, que aún no ha visto nadie, me interesan por su director u otras razones. Esta promete ser una buena cosecha. Aquí dejo algunos títulos que deberían estrenarse en los próximos meses -o no, ya sabéis cómo está la cosa.
Para mí la película más esperada del año, géneros aparte. Lars von Trier desnudándose (metafóricamente) delante de la cámara. ¿Su 8 y ½? No esperéis una historia de terror al uso, por supuesto, aunque el protagonista sea un asesino en serie y en Cannes salieran de la sala 100 personas, algunas diciendo que era vomitiva y que películas así no deberían hacerse. No es tan gore como puede parecer, pensad que algunos críticos no están acostumbrados al género.
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Dicen que es la película de terror del año, por delante de Un lugar tranquilo, que parecía que iba a ostentar ese título. Terrorífica. Espeluznante. Es el primer largometraje de Ari Aster y está protagonizado por Toni Collette (¿repetirá otra obra cumbre del terror como fue El sexto sentido?) y el siempre turbio Gabriel Byrne. Parece ser otra historia sobre el peso de la familia, como ya vienen siendo unas cuantas -incluida la mencionada Thelma. Veremos si es tan buena como dicen.
No podía faltar. Quienes me seguís ya conocéis mi predilección por Nicolas Cage. Además, esta parece una de las buenas, que ya sabemos que no es lo más habitual con el genio de la hiperactuación. Al menos, la han puesto muy bien, tanto en Sundance como en Cannes. El director es Panos Cosmatos, que es el hijo de Gorege P. Cosmatos, el director de Rambo: Acorralado 2. Más allá de parentescos, Cosmatos ya tiene una ópera príma de terror, bastante extraña: Beyond the Black Rainbow. De aquella hay que decir que tiene muchas más ganas que presupuesto y más que ser una buena película es el apunte de un director interesante. Como aquella, esta se ambienta en los 80, y supongo que jugará con los mismos códigos estéticos retro. De esta tendencia ya he hablado en varias ocasiones. Deseando ver a Nico empapado en sangre.
Una de las sensaciones de Cannes, que consiguió ganar Un certain regard. Más que terror, se trata de un thriller fantástico, incluso romántico. Segunda película del director, Ali Abbasi, iraní afincado en Dinamarca. Está basada en un relato corto de John Ajvide Lindqvist que es el autor de la novela de Déjame entrar. Como en aquella, aquí habrá un trasfondo que reflexione sobre emociones, dentro del envoltorio de una premisa moderada de fantástico.
La última película de Steven Soderbergh (aunque ya está haciendo un par más). El reclamo más usado de la película es que está rodada con un iPhone, aunque ahí Soderbergh llega tarde porque ya lo hizo Sean Baker en Tangerine. Fuera de detalles técnicos, se trata de una película de instituciones mentales y su consiguiente terror psicológico. Las dudas sobre la percepción. Un tipo de película que a Soderbergh le puede funcionar bien. Y creo que el realismo formal de rodarla con un iPhone puede aportar.
Terror rural y contemplativo. Eso es lo que nos ofrece el argentino Alejandro Fadel. Ya se llevó la cámara de oro en Cannes con Los salvajes, y como guionista ha trabajado varias veces para Pablo Trapero. Este año ha vuelto a estar en el festival de Cannes y parece que ha gustado. Se trata de un cine que se mueve más en terrenos estéticos y de atmósfera. Pausado. Terror para los menos impacientes.
La saga de La purga ha sido un éxito tremendo para ser películas de bajo presupuesto y sin duda, uno de los buques insignias de Blumhouse. Después de una interesante trilogía que hace honor a la mejor tradición de serie B -y no todos los días tenemos terror de izquierdas- la cosa parecía que no daba para más. No tanto porque haya bajado la calidad, que no es así, sino porque ya está todo dicho. Pero ya sabemos que nunca se para cuando se está haciendo mucho dinero así que se ha recurrido al truco de la precuela. Tenemos un “orígenes” que nos cuenta cómo empezó todo. Mismo guionista, James DeMonaco, lo que es bastante garantía, aunque ya no dirige, ahora es otro, Gerard McMurray, en su segundo trabajo después de Burning Sands que compitió en Sundance. Veremos si está a la altura.
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¿Cyberpunk australiano? Por supuesto. Body horror, que viene a ser el miedo que da la pupita. Una historia oscura de un tipo que se ha metido un superchip en la espina dorsal -típica mala idea del cyberpunk. Oscura pero con toques de humor también. La dirige Leigh Whannell después de su primer trabajo tomando el relevo de Insidious en la tercera entrega. Otro chico Blumhouse, que hasta ahora se había dedicado a actuar en películas de terror. Está siendo bien recibida así que mal no lo habrá hecho. Pero, ¿os he dicho ya que es cyberpunk australiano?
Lo adelanto desde ya: aunque soy un ferviente admirador de John Carpenter y creo que Halloween fue una película importante, también creo que es de sus trabajos menos interesantes. Que ya no se puede ver, vaya. Así que otro remake/secuela no sería en principio algo interesante para mí. ¿Entonces por qué me fío? Por el director, David Gordon Green, uno de los exponentes del nuevo cine independiente americano que creo que le dará su propia personalidad. Además, Carpenter está contento con el guión y va a participar activamente en la película, como productor pero también, y esto quizá es lo más importante de todo, componiendo la banda sonora. Hace poco os contaba lo de moda que está la música de Carpenter al hilo del Synthwave que habrá en el Primavera Sound. Creo que este no va a ser un remake rutinario. Veremos. Nuevamente está Blumhouse detrás.
¿Y esto? Pues un poco lo mismo que lo anterior. Ni soy demasiado admirador del Depredador original ni en principio sería de mi interés otro remake (sin Schwarzenegger además) pero me gana el director, Shane Black. Quien fuera en su momento el guionista mejor pagado de Hollywood, arreglador de guiones por excelencia, viene dedicándose a la dirección hace un tiempo con pelis tan majas como Dos buenos tipos y Kiss Kiss Bang Bang. Por el camino, hizo lo que pudo con el rollete de saga que es Iron Man, consiguiendo la mejor entrega (la tercera) con su humor característico. Si de lo que se trata es de hacer una peli de acción noventera con personalidad, él es el más indicado. Curiosidad: aparecía en el primer Depredador como actor.
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