Este año los Top 10 de películas de Iñaki y mío no se parecen. Alguna de las suyas han estado cerca de entrar en mi Top 10 –Déjame salir, Crudo o Madre!– pero otras que ha elegido a mi ni siquiera me gustan demasiado –Personal Shopper o Manchester frente al mar-. Pero es normal, por eso esta web se llama El Contraplano.

Pues eso, estás son mis películas favoritas entre las estrenadas en España durante el 2017. (Las puntuaciones son la media Flipesci, no las mías).

No sólo es mi película favorita del año, sino que La La Land es una película que cuanto más hablo de ella y más pienso en ella, más me gusta. La de Chazelle es una película que tiene la virtud de dar un significado nuevo a todo lo visto gracias a un maravilloso final. El musical en esta película no sólo es el género elegido, también es la metáfora de una época, una edad, en la que las cosas parecen fáciles y aún no nos habíamos vuelto unos cínicos.

Mi crítica de La La Land.

Aquarius (me resisto a llamarle Doña Clara) es una película que retrata una sociedad que avanza sin preocuparse de aprender de su pasado. No es nostalgia, sino experiencia. No son los años, queridos, es el rodaje.. Habla de la corrupción, de lo público y lo privado, de la diferencia de clases, de los nuevos “emprendedores” tan arrogantes como los viejos o de la prensa como la voz de su amo. Con una maravillosa Sonia Braga, Kleber Mendonça Filho ha rodado una deliciosa película que mirando al pasado habla, sobre todo, del presente y el futuro.

Mi crítica de Doña Clara.

Christopher Nolan se pasa al cine bélico y nos proporciona una experiencia sensorial realmente apabullante. Una película bélica en la que no llegamos a ver al enemigo pero no dejamos de sentir nunca el peso de su amenazante presencia. Con una gran banda sonora y un fantástico uso del sonido y las imágenes, Nolan nos sumerge en el horror de la guerra. Un infierno en el que la esperanza se convierte en la cosa más valiosa de todas y de eso trata Dunkerque.

Crítica de Dunkerque por Iñaki.

Una película que pasará a la historia por la curiosa manera en la que ganó el Oscar, pero que tiene mucho más valor cinematográfico que el de una curiosa anécdota. Una historia que mezcla ingredientes como familias desestructuradas, tráfico de drogas, homosexualidad y que se desarrolla en un entorno de población negra; pero que en manos de Barry Jenkins se convierte en una película contenida y emotiva que no necesita subrayar el drama y se centra en los sentimientos y emociones. Y esos son universales.

Mi crítica de Moonlight.

Christian Puiu dirige de una manera espectacular esta película sobre una familia que se reúne, tal y como dicta la tradición rumana, cuarenta días después del fallecimiento del padre para homenajearlo. Prácticamente todo el metraje transcurre en el interior de una casa, en el que la cámara entra y sale de las habitaciones mientras avanza por los estrechos pasillos. El espectador se contagia de la claustrofobia y la tensión de las relaciones familiares y se sumerge en un retrato perfecto de nuestra sociedad y carácter a través de entrar y salir de las conversaciones sobre todo y nada.

Otra de esas películas que van ganando en el recuerdo y que regularmente me viene a la cabeza cuando veo situaciones en la vida real que me recuerdan a ella (sin ir más lejos, a Iñaki le pasó esto cuando la vio).  Ruben Östlund vuelve a desarrollar, con ácidez e inteligencia, sus obsesiones: la masculinidad, las consecuencias de la inacción, la necesidad de pertenencia al grupo y la importancia de la imagen proyectada. Todo eso desarrollado en un entorno cool y sofisticado, también blanco de las críticas, que a los donostiarras nos recuerda mucho a Tabakalera. Ellos, Tabakalera, se lo tomaron con humor y la película -ganadora de la Palma de Oro- inauguró la sección Zabaltegi-Tabakalera del Zinemaldia.

Mi reseña de The Square.

Para su debut, Carla Simon ha decidido contar una historia que conoce muy bien, la suya propia. En concreto la del verano de 1993 en el que se fue a vivir con sus tíos a una masía tras la muerte de su madre. La película refleja los miedos, las inseguridades, los problemas y el amor tanto de la niña, como de los adultos que la cuidan. Una película que en sus silencios y sus elipsis contiene tanta información como en la naturalidad de las imágenes cotidianas que captura la cámara. Una auténtica joyita.

Mi reseña de Verano 1993.

Con un reparto magnífico y una dirección muy cuidada, en La seducción, Sofia Coppola vuelve a contar la historia de unos personajes atrapados, una constante en su filmografía. Con pinceladas de humor, mucha sensualidad  y un grandísimo uso de las elipsis y el fuera de campo, Sofia Coppola explora los sentimientos, miedos y deseos de las protagonistas de la historia, en una adaptación de la novela de Thomas P. Cullinan muy diferente de la de Don Siegel.

Mi reseña de La seducción.

Esta adaptación de la novela de Guy de Maupassant, dirigida por Stéphane Brizé ha pasado muy desapercibida por cartelera. Eso, en las ciudades donde se ha llegado a estrenar. Sin embargo esta atípica película de época es una maravilla que juega con las elipsis y la línea temporal de una manera soberbia que logra no despistar al espectador y refuerza el poder y el valor de los dialogos. La maravillosa actuación de Judith Chemla hace el resto en esta película sobre un tiempo que se va y una mujer que se resiste a perder la esperanza.

La ganadora del Flipesci Zinemaldia del año pasado es, como El Jardín de Jeanette, una atípica película de época. Una adaptación de la novela Lady Macbeth de Mtsensk de Nikolai S. Leskov que el director debutante William Oldroyd lleva a la gran pantalla con una puesta en escena sobria y rigurosa que explota la negrura de esta historia de pasiones románticas y diferencia de clases. La actuación de Florence Pugh, con apenas 19 años, es uno de los hitos del año.