Una edición que se ha caracterizado sobre todo por un alto nivel cinematográfico. En el lado negativo, ha faltado momentos memorables y famosos en el escenario -alguno ha habido. Una edición menos gamberra, menos lúdica, pero a cambio, con un nivel más alto. Un festival marcado por los bosques, los charcos, las lesbianas y los vómitos (me refiero, esta vez, a los de la pantalla, no como otros años).

Lo primero, os dejo aquí una tertulia reposada que grabamos durante la fiesta de clausura, como ya es tradición. Participa el director de la Semana de Terror, Josemi Beltrán, a quien le preguntamos por qué últimamente la película de clausura suele ser tan mala, y Alberto Corredor, ganador de tres premios este año por su corto Baghead, uno de los más interesantes de esta edición. También otros contertulios como Paula García-Arenzana, Javi García, Lucia Fermin, Fernando Iradier y yo mismo. Arkaitz Mas como técnico. Perdonad el caos y que tengamos que hablar a gritos, pero es parte del encanto del vídeoblog de la fiesta.

Las películas

Mi TOP 5

Mandy
6.8

Como decía, este año ha habido muy bien nivel cinematográfico, aunque el público no haya respondido siempre en consecuencia. Las dos películas más interesantes, dos que problablemente serán las que dejen más huella a largo plazo si me permitís el vaticinio, son Mandy y La casa de Jack. De Mandy ya hablé en mi crónica del fin de semana y en la crítica de Mandy. Una película de sensaciones, de estética, de evocación. De La casa de Jack, Sustito de oro Flipesci, tenéis la crítica de Ricardo, que os recomiendo que leáis porque además es especial. Coincido en lo positivo, aunque, al contrario que a él, a mí sí me gustan la mayor parte de las películas del impresentable de Lars von Trier. En concreto, esta se parece mucho a Nymphomaniac -en mi opinión aquella era superior, en su estructura y en algunos recursos. Esta es más “divertida” y aunque la parte autoral está ahí, se puede ver como una comedia negra de un psicópata, con momentos muy oscuros. Seguramente por eso, el público la votó generosamente, a pesar de los prejuicios contra el director. No tuvo tanta suerte Mandy, que no llegó al aprobado. Por cierto, a mí el epílogo de La casa de Jack me encanta, en eso discrepo. Algunas de esas imágenes no se me van a olvidar fácilmente. Al igual que las de Mandy.

Piercing, sin llegar a tanto nivel, es para mí otra de las más interesantes. Del autor de Audition, Ryu Murakami, otra historia con puntos en común. Por supuesto, entre el público se oyeron los inevitables kiri-kiri-kiri. Si aquella era aterradora y dejaba mal cuerpo, esta, con elementos de trama bastante similares, deja la sensación de una agradable y sórdida comedia romántica. A mí, al menos, igual vosotros estáis más sanos. Una historia de sadomaso sin límites, de prostitución en hoteles elegantes. Recuerda en ese sentido a otra película basada en una novela de Murakami, Tokyo Decadence. Dirige Nicolas Pesce, a quien ya tuvimos en la Semana con la interesante Los ojos de mi madre. La película tiene bastante de giallo, un género muy presente en esta edición, como ya nos contó Josemi en la entrevista. El gusto por el asesinato, la sangre y de manera ya más formal, porque la banda sonora está compuesta por música de películas italianas de los 70.

The Wind, maltratada sin piedad por un público que no tolera el ritmo pausado y el terror menos explícito, es otra película a valorar. Sobre todo si tenemos en cuenta que es la primera película de su directora, Emma Tammi. Un western sobrio, más bien de época que basa su inquietud en el aislamiento en las grandes praderas del lejano Oeste. En la línea de La bruja pero en otra época. Una historia que tiene unas raíces importantes en la pérdida del bebé. No es casualidad que uno de los libros que se lea sea Frankenstein (recordemos que Mary Shelley tuvo experiencias similares), y concretamente la parte en la que la criatura pide una compañera, porque así dejará de ser malo. El horror de la soledad y la necesidad de tener una mínima aceptación social, incluso en el exilio. Esto da lugar a un thriller psicológico en el que no está claro qué es real y qué no, y en el que hay momentos demoníacos que generan tensión. Es verdad que quizá, aunque está bien el tono pausado, tenga algún déficit de ritmo. Pero me parece muy interesante las aportaciones que están haciendo las mujeres directoras, a las cuestiones de la maternidad. Y algo menos obvio, el interesante tratamiento de la sangre en sus cine, en mi opinión con matices diferentes al de los hombres. Esto daría para un análisis.

Border venía como una de las películas claves de esta edición, con su premio de Un certain regard debajo del brazo. La verdad es que tiene momentos sorprendentes y todo lo que se refiere a la recreación de los trolls es muy atrevido. De alguna manera consigue mostrar cosas que podrían parecer sacadas de David el gnomo sin caer en la caricatura ni perder la sutileza. Momentos de fusión con la naturaleza, preciosos. También hay una historia de identidad de género -de especie incluso- y por supuesto, cuestiones de discriminación por aspecto. Entre otros temas, algo tan genérico y universal como ser fiel a la propia naturaleza de uno mismo. Por todo esto que comento, esta ya es una de las películas más interesantes de esta edición. Lástima que la historia en la que se desenvuelve la película me resulte menos atractiva, más funcional. Con todo, muy recomendable.

Nación Salvaje es seguramente la mayor sorpresa positiva de esta edición. En gran parte porque la mayoría de nosotros no esperábamos nada especial por aquí. Es una película muy a tono con nuestros tiempos. Abiertamente feminista, cuidadosa con la diversidad y que habla de Tinder, Instagram y de la forma de socializar de nuestros jóvenes de hoy. Cuando veo en otras películas de esta edición como la desastrosa El año de la plaga, citas a ciegas orquestadas por compañeros de trabajo, me preguntaba en qué tiempo están realmente ambientadas. Con esta me queda claro que ahora. Y la excelente banda sonora en tonos de trap, dubstep y electrónica actual, lo confirma. La película está rodada con mucho garbo y muchas ganas por Sam Levinson, hijo de Barry Levinson, e interpretada por un grupo de actrices con carisma. Está bien ver películas que no están continuamente mirando al pasado.

Muere, monstruo, muere. El monstruo no sé, pero el público murió dolorosamente. Vale, es cierto que la película es difícil de ver, que es lenta y que no ayuda demasiado sus hermetismo. Se abre la veda sobre las interpretaciones de lo que nos quiere contar, aunque es muy probable que la idea se mueva al rededor de las pulsiones más violentas del sexo reprimido, a tenor del aspecto genital (de ambos sexos) del monstruo y las subtramas donde se insinúan conflictos de carácter sexual y derivados. Sea como fuere, y asumiendo que hay muchas cosas mejorables, la película tiene algunos momentos visualmente muy poderosos, como la escena del túnel, y un gusto por la mística y lo extraño (Lovecraft sobrevuela una vez más) que creo que le hacen merecedora de un segundo visionado fuera de la locura del Principal. Y eso sí, se ganó uno de los gritos más repetidos después: ¡Científica!

La ganadora del público fue One Cut of the Dead, y por eso decido comentarla aquí, pues de otro modo, para mí habría pasado desapercibida. Lo cierto es que en las votaciones del público arrasó y hay mucha gente que la defiende. Sin entrar en detalles que estropearían la película, digamos que supone aguantar una hora mediocre para que en su recta final se reformule esta primera parte. Es verdad que esta parte final cargada de metacine resulta simpática, aunque de ninguna manera me parece tan divertida como se desprende de las carcajadas de la sala. Basta con haber estado en algún rodaje sin medios para que lo que vemos ahí no sea nada sorprendente. En todo caso, creo que por mucho que el final reformule la primera parte dotándole de nuevo sentido, es trabajo del guionista que en el primer visionado haya también un aliciente y creo que no lo hay. Es como cuando una serie es mala y te dicen “pero ya verás la segunda temporada”. La obra tiene que ser buena en su conjunto, lo demás es condescendencia.

Las notas del «respetable»

Los cortos

Uno de los puntos fuertes de la Semana suelen ser los cortos, que llevan asociados premios económicamente nada desdeñables. Vamos a comentar algunos.

Deer boy seguramente es mi favorito. Estuvo en la sección oficial de Sundance. Con una premisa tan tonta como la de un chico con cuernos de ciervo, tiene unas imágenes sugerentes, cargadas de significado, alejadas de la broma. En el fondo, una historia de un hijo que no encaja con un padre conservador y severo. Las lecturas se pueden hacer fácilmente como un hijo gay o cualquier tipo de situación similar en la que el padre pretende enderezar a su manera la naturaleza del hijo.

Baghead, el corto que recibió tres premios, de nuestro entrevistado Alberto Corredor, era, desde luego, un corto con gracia, bien rodado y al que es difícil ponerle peros. Una idea original bien llevada a cabo. Otra idea más original aún, aunque menos efectiva en su desarrollo, es la de Two Puddles, los dos charcos que dieron muchísimo juego el resto de la Semana. Un planteamiento gracioso que no supo muy bien por dónde tirar.

Del mismo modo que hubo un largo abiertamente feminista, Nación Salvaje, también hubo otro corto así, Helsinki Mansplaining Massacre. Y digo “abiertamente” porque otras películas también pueden tener valores feministas, pero esta película y este corto tenían proclamas explícitas. En el caso del corto no hay más que leer el título. Se trata de una historia tan terrorífica como un artículo de Javier Marías. Se exponen los habituales tópicos del machismo, de menos a más, y se ridiculizan en forma de terror cómico. Divertido. Se llevó premio.

Tres cortos basados en la tensión. Oscar’s Bell empieza un poco lento pero, sin ser nada especial, simplemente con la insistencia de lo que está por venir, consigue un suspense interesante. De una forma más descarada lo hace Who’s that at he back of the bus, pues además, parte de una idea caricaturesca. El acercamiento, poco a poco, del golpe de susto esperado. La misma idea que Spoiler, que ya su título deja claro busca la anticipación de lo que está por venir. Hitchcock ya sabía de sobra que avisar al espectador es lo que crea el verdadero suspense.

Animación

Del maratón de cortos de animación destacaría 3. Le pont des broignes era un corto de fantasía sobre una civilización de criaturas que van incorporando la tecnología de una manera invasiva y desequilibrada. Una historia con mensaje ecologista que tiene algunos momentos visualmente muy sugerentes, especialmente los relacionados con las rayas voladoras. Stuck in the Middle, que tiene que ver con Reservoir Dogs algo más que el título. Un tipo de animación que recuerda a la excelente Mutafukaz que pudimos ver en la Semana del año pasado. Una representación metafórica de la avaricia detrás de la violencia. El estudio Uniko nos regala otro buen corto, La noche, con su estilo de dibujo naif habitual, y con una historia tan fantástica como la pasión entre un hombre lobo y una mujer luna. Sin embargo, el núcleo nos habla de cuestiones mucho más reales.

Cortos españoles

En mi opinión, el más interesante es La guarida. Una historia resuelta con tensión y bien rodada que se ambienta en 1976 para servir como un reflejo de los tiempos revueltos de la Transición. Lo interesante es el mensaje que subyace, de concesiones ante las amenazas, que dibuja bien lo que supusieron los pactos de entonces, aunque el corto trate un caso completamente puntual ajeno a eso. Destacaría también Basoan, un corto muy sencillo con un giro resultón pero que tiene una textura y una ambientación que me interesa más que la de los otros. El que ganó el premio del público y el de SyFy, El escarabajo al final de la calle, sorprende que para de la misma premisa que el que ganó el año pasado los dos mismos premios, R.I.P. Este tiene el punto a favor del costumbrismo, eso sí, pero creo que le falta fuerza.

El escenario

Es verdad que ha habido menos caras conocidas, sobre todo relacionadas directamente con las películas, pero hemos tenido algunos buenos momentos. Por ejemplo, empezando por el final, la entrega de premios. Aquí os dejo un vídeo que empieza con la entrega del premio a Helsinki Mansplaing Massacre, continúa con el tercer premio para Alberto Corredor -a quien hemos tenido invitado en el vídeo final que os he compartido arriba- y por último, Carlos Areces y Ernesto Sevilla entregan el premio gordo con su humor habitual.

El tradicional consurso de disfraces de la noche de Halloween también estuvo divertido. Nuevamente, los jurados fueron Areces y Sevilla, que han servido esta edición para animar un poco el escenario. Según algunos, algo sosos, pero yo creo que sueltan un par de comentarios ácidos y certeros. Y oye, peor fue lo de los Goya.

Y dejo aquí una de las pocas presentaciones que se lo han currado un poco de Mi nombre es Koji:

Podéis ver todos los vídeos en esta lista.