Crónicas desde Cannes 2021

Dos viejos conocidos y ya ganadores de Palma de Oro, Apichatpong Weerasethakul y Jacques Audiard, han presentados dos grandes películas que les colocan entre los favoritos para alzarse con el premio más importante del palmarés. En el otro lado de la balanza, Bruno Dumont e Ildiko Enyedi han decepcionado con sus nuevos trabajos.

MEMORIA de Apichatpong Weerasethakul

11 años después de ganar la Palma de Oro con Uncle Boome recuerda sus vidas pasadas, el director tailandés vuelve a la competición principal tras su paso por Un Certain Regard en 2015 con Cemetery of Splendor.

Y lo hace con Memoria, una película rodada en Colombia, en inglés y español y protagonizada por la siempre divina Tilda Swinton. Pero mantiene gran parte de los elementos de su cine: la relación entre el mundo terrenal y el mundo espiritual, entre presente, pasado y futuro, los largos planos fijos, el tiempo suspendido, silencios extensos, un hospital, la selva, la naturaleza, la lluvia y las secuencias mágicas. Afortunadamente, el cine de Apichatpong no ha perdido nada en su traslación.

Al principio de Memoria, un ruido fuerte y extraño en mitad de la noche despierta a Jessica, una mujer escocesa, interpretada con su excelencia habitual por Tilda Swinton, de viaje por Colombia. Es incapaz de detectar su origen, sus causas y tampoco sabe si es ella la única que lo escucha. El film cuenta su búsqueda para desvelar los misterios de ese sonido.

En su búsqueda contactará con un ingeniero de sonido que parece entenderla y que conseguirá reproducir el misterioso sonido. Aunque cuando más adelante intente seguir con esa línea de investigación se encontrará en un camino sin salida. O no al menos la esperada.

Este vagar de Jessica en busca de una solución sin aparente avance puede poner a prueba la paciencia de los espectadores inquietos, pero para los que saben esperar a que la película siga su curso entre largos planos, silencios y conversaciones aparentemente irrelevantes, Weerasethakul tiene guardada su recompensa a modo de un último tercio de película en el que los tiempos y los distintos mundos confluyen de forma mágica y natural.

LES OLYMPIADES, PARIS 13TH DISTRICT de Jacques Audiard

Otro ganador de la Palma de Oro, por Dheepan en 2015, seguramente su peor película, vuelve a intentar repetir con esta adaptación de cuatro historias cortas de Adrian Tomine escrita por el propio Jacques Audiard, Léa Mysius y Céline Sciamma.

Sus protagonistas son Émilie, una joven de origen chino de carácter difícil, Camile, un profesor de secundaria de color y alta autoestima a punto de tomarse un año sabático para preparar su tesis doctoral y Nora, una mujer de Burdeos con un pasado, interpretada por Noémi Merlant, dispuesta a empezar desde cero en Paris y dejar atrás un pasado que prefiere olvidar, a la que un error de elección de look para una fiesta le complica la vida, pero es el punto de partida para una nueva amistad con una estrella del porno por internet.

A través de una ajustada definición de los personajes y las relaciones entre ellos, Audiard vuelve a demostrar que es un narrador de primer nivel y ofrece un retrato realista de la clase trabajadora urbana de esa generación, condenada a vivir en precario, mirando a corto plazo y a primar los aspectos más materialistas para poder subsistir. Unos personajes con sus aristas, sus defectos y sus virtudes, a través de los cuales llega el trasfondo social de la película, pero que son mucho más que meros arquetipos o simples medios a través de los cuales hacer llegar el mensaje. Émilie, Camile y Nora viven en un entorno y unas situaciones que pueden no serles propicias, pero son mucho más que meros sufridores de las mismas.

Rodada en una bellísimo blanco y negro, es a la vez un retrato del barrio que da título a la película, un distrito multicultural y multirracial situado en el corazón de París en el que se mezclan edificios tradicionales con funcionales y modernos rascacielos y que sirve de algo más que de telón de fondo de las vidas de los protagonistas de Paris 13th District.

FRANCE de Bruno Dumont

Cinco años después de su última participación en la competición del festival con Alta Sociedad y una vez rematadas la serie de Quinquin / Coincoin y su díptico sobre Juana de Arco, Bruno Dumont vuelve con France, una crítica de trazo demasiado grueso y mucha brocha gorda a los medios de comunicación y al periodismo en la actualidad. Los objetivos de Dumont son loables, pero sus formas resultan demasiado bastas y superficiales.

France
3.3

Su protagonista es France de Meurs, una periodista estrella de televisión francesa interpretada por Léa Seydoux, que consigue que en una rueda de prensa del propio Emmanuel Macron, le corresponda hacer la primera pregunta. Hasta ahí llega su poder. Sus ratings son estupendos, su repercusión en las redes sociales instantánea e inmensa y su sentido del espectáculo le lleva a idear unos reportajes finamente amañados aunque de factura técnica irreprochable. Pero hay un momento en el que algo empieza a fallar. En France personaje y en France película.

A pesar de su tono ligero y cínico y su buen pulso, a France le pesa su aproximación tan burda, simplista y sin matiz a lo que busca denunciar y se hace repetitiva y se alarga en exceso y ni siquiera el esfuerzo y los recursos de Léa Seydoux la consiguen mantener. Una grotesca relación sentimental y un aún más grotesco accidente de tráfico parecen intentos por abrir nuevas vías de interés en el film, pero lo que consiguen es terminarlo de hundir.

THE STORY OF MY WIFE de Ildiko Enyedi

También está protagonizada por Léa Seydoux, The Story of My Wife, la nueva película de la directora húngara Ildiko Enyedi que tras ganar el Oso de Oro de Berlín con En cuerpo y el alma da el salto a la competición de Cannes en la que adapta la novela La historia de mi mujer de Milan Füst.

En ella se narra la relación entre Jakob Störr, un capitán de barco que apuesta con un amigo que se casará con la primera mujer que entre que entre a un café, y precisamente esa primera mujer que entra en el café.

A pesar de una trama que por momentos se sale del relato convencional y de ciertos toques de locura y hasta de esperpento, su puesta en escena académica, lineal y plana consigue anular la mínima tensión, gracia o chispa que pudiera tener el material de partida o la formación de un arco dramático consistente y sólido reduciendo The Story of My Wife a una sucesión de hechos y a un encadenamiento de episodios cuasi arbitrarios en la que cualquier relación causa-efecto entre ellos parece fruto de la casualidad.

Da la impresión de que el respeto de Ildiko Enyedi por la obra que adapta, una de las novelas húngaras de referencia del siglo XX, ha anulado su personalidad autoral y el resultado son estas casi tres horas con aroma a cartón piedra, a clasicismo mal entendido y a falsedad.