Iñaki Ortiz GascónChancha vía circuito es un grupo argentino de cumbia electrónica (después matizaremos esto) que nace principalmente del productor Pedro Canale, quien ha llevado el proyecto de una manera básicamente solista pero colaborando con diferentes artistas. Parece que poco a poco va cuajando como un proyecto más colectivo, más como grupo, con la formación que la acompaña en directo, Federico Estévez desde 2011 y Heidi Lewandowski desde 2015. Antes de eso había ido mutando. Aprovechando que hoy dan un concierto en Donosti, en Dabadaba, charlo un rato con los tres.
Como decía, se mueven en los terrenos de la electrónica y ritmos como la cumbia, aunque también ritmos africanos y músicas del mundo en general. Preguntarles por sus influencias, que van desde Pink Floyd hasta Aphex Twin pasando por la música andina en general; solo sirve para tener una idea de la variedad de su fusión. “Hay muchas cosas en la licuadora”. Una canción suya salió en un capítulo de Breaking Bad, y eso, según dice Pedro, sirvió como ventana para dar visibilidad a los otros discos.
Mientras me acabo una cerveza y espero la entrevista, asisto a la prueba de sonido. Meticulosos, cuidan los detalles. Suenan bien. Más animados en directo que en el disco. Prueban la electrónica habitual, pero también instrumentos étnicos. El típico siku y también, Pedro y Heidi, prueban unas flautas andinas. Después me comentarán que cuando actúan en Argentina utilizan una mayor variedad de instrumentos, que es complicado llevarse de gira europea. Desde instrumentos más autóctonos como el charango o el balafón; hasta incluso violines.
Pedro Canale en la prueba de sonido
La cumbia
Hablamos de la cumbia. Ellos llevan cultivándola hace ya tiempo pero yo les pregunto por el boom reciente, al menos a este lado del charco, y si no estallará la burbuja de la cumbia en algún momento. Pedro explica que desde allí quizá no son tan conscientes de la reciente sobreexposición aquí. “Están los chicos del Guacamayo Tropical agitando hace varios años y ha ido muy bien y la escena creció muchísimo”. En cuanto a si tiene recorrido, habla de la fusión y vuelve a poner de ejemplo a Guacamayo Tropical: “El otro día estuve escuchando su set y no es pura cumbia, habían puesto cosas árabes, cosas más world music así que la escena misma se va a ir reinventando para que justamente no se extinga. De alguna manera se va renovando”. Y en concreto, sobre la evolución que se percibe en sus discos: “He ido evolucionando para no aburrirme y para ir jugando con otros ingredientes. Siempre es bueno adentrarse en terrenos desconocidos”.
La selva
Los territorios desconocidos nos llevan directamente a la selva, como su música, que te también te transporta allí. Le pregunto como lo consigue. Él explica que, por un lado, se incluyen sonidos de animales de la selva. “De distintas selvas, con sonidos de pájaros, monos e insectos”. Él mismo se encarga de gran parte de las grabaciones digitales en sus viajes a la selva. Después utiliza lo que considera interesante y descarta la mayoría.
La selva también está presente en la manera en la que está influenciado por los ritmos afroamericanos de comunidades que viven en las selvas. “Hay una canción que se llama Coroico que es la selva de Bolivia donde está la mayor concentración de afroamericanos del país”.
Música para bailar
El disco tiene un sonido sugerente, algo místico y les pregunto cómo lo articulan en directo. “El disco no está orientado a la pista de baile. Tiene algunas canciones bailables y muchas que no. Se trata de reciclar las ideas que sirven para el vivo y hacer nuevos temas que sirvan. La idea es que la gente baile, que se arme un lindo clima. Estos shows de esta gira tienen bastantes canciones inéditas que van a estar en el próximo disco. Las fuimos trabajando en los ensayos con Federico y Heidi pensadas para que puedan funcionar en vivo. Es un proceso nuevo de los últimos años en el que las cosas las empezamos a trabajar más en equipo. Improvisamos bastante en los ensayos y en base a las ideas que nos gustan se desarrollan los temas”. Continúa Federico: “Antes trabajábamos a la inversa con los discos que tenía él veíamos como podíamos colaborar”. El nuevo disco, que presumiblemente saldrá en marzo del año que viene porque “aún le queda bastante trabajo”, está trabajado con esta nueva dinámica. “Antes trabajaba solo en mi casa y después iba invitando a distintos artistas que colaboraran. En el nuevo disco hay canciones que también hice en casa y habrá colaboraciones pero es más participativo”.
Europa y Latinoamérica
Hablamos de las diferencias entre ambos mundos, de cara a una gira de música con raíces tan marcadas. “Los últimos años empató bastante. Antes uno era más bicho raro cuando venía a Europa. Había gente que no sabía entender bien lo que estaba pasando. Reaccionando bien, bailando, pero sin saber de qué trataba. En los últimos años están más empapados del folclore de Latinoamérica, está más digerido y se entiende más rápido. Hay tan buena respuesta en Europa como en EEUU o en Argentina. Está bastante empatado”.
- Amansara (último disco publicado)
- Noche tropical en Dabadaba