Entrevista a José Luis Rebordinos

Como cada año, El Contraplano hemos tenido el placer de reunirnos con José Luis Rebordinos para hacer un balance de la reciente edición del Zinemaldia. Sin embargo, lo que comenzó como una revisión del evento, rápidamente se transformó en una interesante conversación sobre el futuro del Festival. A pesar del evidente cansancio reflejado en su rostro, el intenso ritmo del Festival nos pasa factura a todos, Rebordinos nos atendió con la amabilidad que le caracteriza, respondiendo a cada una de nuestras inquietudes.

Los problemas con la venta de entradas

Vamos a empezar por una novedad de este año. Los subtítulos en euskera y castellano simultaneamente en el Kursaal. ¿Qué tal ha funcionado?

Ningún problema. Eso lo viene haciendo Sitges hace tiempo y no creo que les ha dado mayores problemas. Cuando yo lo vi, hace años, lo hacían de una forma muy rara, porque los ponían muy en los laterales, pero no sé cómo lo hacen ahora. El caso es que aquí han funcionado bien. No me han llegado quejas de que fueran molestos.

Al principio hubo algunas preguntas, hay quien quiere que sea algo político cuando en realidad no lo es. Pero vamos, ningún problema destacable. Han funcionado muy bien.

Tras lo que ha funcionado, lo que no. Un año más tenemos que preguntarte por la venta de entradas. Hubo muchas quejas el primer día y mucha gente nos ha trasladado su malestar. ¿Qué puedes decir al respecto?

Según nuestros registros, hubo cuarenta y ocho personas que tuvieron problemas. Hubo un error de programación al meter datos que afectó a cuarenta y ocho personas; pero se solucionó rápidamente. Conseguimos localizar a unas treinta y siete y se les intentó dar lo que habían perdido. No se pudo dar  todos, pero a los que no se les dio una especie de compensación. 

Hubo bastantes más problemas. Nosotros mismos intentamos comprar entradas para amigos y familiares y tuvimos problemas. La cesta se caía por inactividad, avisos de Bad Gateway, problemas con el email… Mucha gente se quejó en redes y mucha gente nos ha escrito para que te preguntáramos por este tema.

Yo os agradecería que me dierais más datos de algunas cosas concretas para que podamos investigarlas y ver qué ha pasado. Sobre todo porque no me preocupa tanto qué haya pasado como que no tengamos constancia de qué haya pasado. 

Si hay más problemas de los que no estamos al tanto, me gustaría saberlo. Es importante para nosotros tener constancia de cualquier problema para poder solucionarlo. Si pueden proporcionar más detalles o ejemplos específicos, sería útil para nosotros. Nosotros teníamos la sensación de que había ido bastante bien.

 


La relevancia de la prensa

Hace seis años te entrevistamos y nos dijiste que estabais trabajando en un plan para atraer prensa internacional. No sé si habéis seguido por esa línea o no, pero este año se ha hablado mucho de que ha faltado prensa nacional.

Bueno, la prensa internacional no nos salió bien porque nuestra idea era atraer a medios muy concretos. Descubrimos que si traíamos a unos y no a otros, los otros se enfadaban. Al final, nos dimos cuenta que iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Como no podíamos hacer algo para todos, lo abandonamos. No creo que hayan faltado medios. Los medios han mandado otro perfil de gente. No es que falten los medios, están presentes. Incluso creo que hay más medios internacionales. El problema es que algunos medios, como El País, no han mandado un crítico de cine. Belichón ha hecho comentarios de las películas, pero no es un crítico en el sentido estricto. Ni siquiera ha seguido el orden de las proyecciones y creo que no ha comentado todas. Además, El País se ha enfocado más en la moda, en los trajes que llevan las estrellas, que yo creo que antes no lo hacía o por lo menos yo no lo veía. 

Desde mi punto de vista, desgraciadamente,el modelo de cómo se trata la cultura en los medios de comunicación está cambiando. Cada vez hay menos interés por el análisis y la crítica y se tiende más a la información. Yo creo que es muy negativo, pero está pasando en todos sitios, es decir, a mi me han llegado informaciones de medios grandes que han estado cerca de no mandar a nadie ni siquiera a Cannes.

¿Desde el festival pensáis hacer algo al respecto?

Sí, este año, viendo algunos cambios en la forma de tratar el festival por parte de los medios, queremos tener conversaciones con los directores de los medios para saber su posición y expresar nuestra opinión. Pero creo que es una tendencia general. De la misma manera que está creciendo la presencia de influencers. Este año ha habido muchos en el festival. Una marca que patrocina el festival trae a un influencer porque le genera mucha visibilidad. Es lo que hay. Recuerdo cuando TikTok se hizo popular y muchos se preguntaban por qué un festival como Cannes se había unido a TikTok. Yo les felicité. Ahora, nosotros también estamos ahí y todos los festivales estarán en TikTok porque es una forma efectiva de llegar a la gente joven. A nosotros nos funciona, metemos contenidos que nos interesan, contenidos informativos del festival, y los ven miles de personas.

Los tiempos están cambiando. Personalmente no me gusta. Yo soy de la generación que, cuando no íbamos a Cannes, Venecia, Berlín o incluso San Sebastián nos gustaba leer las críticas y seguir el Festival. No importa el que los medios vengan o no, igual eso se puede conseguir, pero es que cada vez hay menos información y menos análisis. Pero si os fijáis está pasando en todo, en la información literaria, musical o teatral cada vez hay menos crítica y cada vez son más pequeñas. A mí me da pena.

Foto: Pablo Gómez

Tenemos la sensación de que lo que más repercusión ha creado han sido contenidos hechos para televisión y no para el cine, como lo de Évole o lo de C. Tangana.

No estoy de acuerdo con eso. Para la prensa internacional, como Screen Daily o Variety lo de Évole apenas ha existido, porque es algo muy local. Y del documental de Tangana no han hablado mucho en la prensa internacional. De la de los Javis si que se ha hablado más.

Pero, por ejemplo, la única crítica que ha publicado El País ha sido la de Una ambición desmedida, el documental de C. Tangana.

Pero es que no existe solo El País. Eso solo es un medio. Yo veo que se han hecho críticas de todas las películas. 

Claro que hay críticas, pero la repercusión ha sido diferente. Por ejemplo, tener la inauguración de Miyazaki es un bombazo y no tenemos la sensación de que haya tenido mucha repercusión, que lo comentara mucho la gente.

Yo creo que sí tuvo repercusión. Internacionalmente el festival ha tenido más cobertura porque han entrado nuevos medios. A nivel nacional no he notado una diferencia en el tratamiento en cantidad a otros años, excepto en El País. No sé qué comenta la gente, no puedo saberlo, pero yo no tengo la sensación de que no se haya hablado de las películas. Lo de Miyazaki ha tenido muchísima más presencia en medios que lo que comentáis, como diez veces más. Yo no lo veo cómo vosotros.

 

Series a concurso en Sección Oficial

Te hemos leído comentar sobre la posibilidad de que las series entren a competición.

Creo que las series pueden entrar perfectamente a competición en este momento, dependiendo de la calidad. Por ejemplo, una serie como la de Los Javis, si hubiera durado 3, 4 o 5 horas, podría haber competido perfectamente. Pero 8 horas es complejo para una programación. Por eso, este año la serie se ha visto entera, pero en el Kursaal se ha hecho una gala con 3 capítulos. Desde Antidisturbios, he considerado la idea. De hecho, me arrepiento de no haberla puesto en competición. El año que viene vienen series interesantes, y no descarto que pongamos una serie a competición. Pero hay que encontrar la serie adecuada, porque con la primera si nos equivocamos nos van a machacar. Ningún festival ha programado series a concurso. Si lo hacemos, tenemos que tener muy claro que tiene ese nivel cinematográfico para poder competir

¿Qué quieres decir con nivel cinematográfico de una serie?

Que sea una película no hecha bajo unos estándares de televisión. Hay una planificación para televisión, por ejemplo, el capítulo de Rodrigo Sorogoyen, para Apagón me encanta, me parece buenísimo; pero es televisión, pura y dura. Muy buena, pero televisión. Sin embargo, el de Alberto Rodríguez me parece que está firmado con parámetros de cine.

Tiene que ver un poco con la planificación. Normalmente en la televisión se va más al plano corto, al de detalle… pero si veis la serie de los Javis, el uso de la imagen es espectacular. Y yo creo que es una serie que se ve mucho mejor en los cines que en la tele.

Sí, pero el cine no es solo imagen, también es guión. La escritura y el montaje, más allá de lo visual, son distintos en cine o en televisión.

Bueno, depende. Normalmente sí, porque está estructurado en capítulos; pero también hay películas que están estructuradas en capítulos. Yo no le veo ningún problema.

En realidad siempre, porque al final el escritor, el montador, está pensando en el medio en el que se va a exhibir.

Yo te diría que Los Javis lo han pensado poco. Tienen hasta partes rodadas en 16mm para televisión. Eso no es normal.

No me refiero a imagen. Ayer estuvimos en la charla del equipo de Tangana, y decían que tras ver la serie completa en el velódromo tienen claro que para televisión ese montaje funciona, pero que ahora que lo van a sacar en cine igual cambian el montaje. No podemos reducir lo cinematográfico a lo visual.

No, no, yo no estoy reduciendo eso. Ya sé que es todo lo demás. Yo creo que hay series que, aunque tengan la estructura capitular, se pueden proyectar perfectamente en una pantalla. De hecho, yo creo que en el futuro  va a haber series que van a tener estrenos en salas. Se está hablando ya. Puedes hacer una serie como los Javis y puede tener un estreno durante una semana en cine. Y yo lo entiendo perfectamente. Creo que son dos conceptos que cada vez se mezclan más.

Es decir, eso que tú dices respecto al cine o que yo mismo yo he dicho sobre la televisión es generalizar. Esos conceptos cada vez se mezclan más.

Además, el Festival ya ha programado dos o tres veces series a competición. Por ejemplo Misterios de Lisboa de Raoul Ruiz, que ganó la Concha de Plata a Mejor dirección. Y un par más que no me acuerdo. Lo que pasa es que no se comentaban que eran series, se proyectaba seguido y punto. Eran series con un formato más de tres y de  cinco horas. Luego, de hecho, tenían la versión de la película recortada  para salas, y nosotros pusimos la versión completa. Lo que ha cambiado es que las series han cobrado tal locura que realmente están en el ojo del huracán. Yo insisto,primero tendríamos que ver un material que nos convenciera. Pero yo no lo descarto.

 ¿Y cómo le sentaría a los exhibidores que un Festival de Cine programe series?

Hay exhibidores que están solicitando proyectar series en las salas de cine. No deberíamos ver a los exhibidores solo como guardianes de la pureza cinematográfica. Deben ser proactivos y buscar innovar, especialmente en este momento delicado para la industria.

No podemos simplemente quejarnos y decir que todo está mal, o que las series y las plataformas de streaming son el enemigo. Las plataformas están aquí para quedarse. Los exhibidores deben empezar a visualizar el futuro de la exhibición. Las series podrían representar una nueva fuente de ingresos para las salas, como las Óperas o los conciertos, especialmente cuando las plataformas de streaming están ganando tanta fuerza.

Las plataformas, como Netflix o HBO, están considerando cada vez más proyectar sus producciones en salas de cine. No todas sus producciones, pero sí las más destacadas. La razón es simple: reconocen el valor publicitario de estas proyecciones. Llevar sus películas a festivales o a salas de cine es una forma de publicidad que no les cuesta.

Entonces, ¿cuál sería el problema si un festival decide incluir series en su programación? No veo ningún inconveniente. Si una serie logra un gran éxito, su proyección en salas podría ser beneficiosa. Podría ser una oportunidad para generar ingresos adicionales. Lo que hay que hacer es considerar cómo, cuándo y qué tipo de series se proyectarán. Pero, insisto, hay exhibidores que empiezan a demandar, lo puedo asegurar, proyectar series. Cualquier día vemos en la Gran Vía series, con todo el equipo, haciendo ruido…

Netflix: es el mercado, amigo

26/04/2018 - Iñaki Ortiz Gascón

En El Contraplano queríamos escribir sobre un tema que nos preocupa, el impacto del cine online y principalmente del peso de Netflix. Pensamos que era conveniente hablar en profundidad con gente del sector. Al final, como habéis podido comprobar si habéis seguido nuestra serie sobre el impacto del VOD, el volumen de entrevistas ha crecido […] Leer más

No es una cuestión de ser garantes de la pureza. Pero si las plataformas muchas veces son reacias a estrenar películas, con las series que son como su reclamo, su punto de enganche, me parece complicado que lleguen a un acuerdo con las salas.

Las plataformas son las que están deseando venir a festivales.

Pero luego, con las ventanas en salas, se ponen muchas pegas.

Todo eso va a evolucionar. Netflix, por ejemplo, está más interesado en poner en sala sus películas. Estamos en un momento de cambio en la industria, y las plataformas están constantemente planteándose cosas. Hay que esperar y ver cómo se desarrolla todo. Bueno, pero es que todo eso va a evolucionar y todo lo que está pasando en Hollywood ahora va a determinar muchas cosas. Estamos en un momento de cambio. Yo lo que sí digo es que hablo con las plataformas y están todo el rato planteándose cosas, esperemos a que acaben, porque a veces lo que se plantea en Europa no coincide con lo que plantea su casa matriz; pero están constantemente discutiendo cosas y decidiendo hacia dónde van;  pero hay otras partes del sector audiovisual que me parece que no avanzan.

 

Las residencias de creación

Hay una cosa que nos ha salido en varias entrevistas este año que nos llama mucho la atención. Directores pequeños, que están empezando, hablan de los talleres y los laboratorios de los festivales y mencionan que, aunque son positivos porque ayudan lanzar proyectos, también los está homogeneizando. 

Estoy bastante de acuerdo en que hay un problema, aunque no es tanto que se homogenizan, sino que se vuelven locos. Conoces un proyecto cuando llega aquí, pero siete u ocho residencias después ya no lo reconoces. Las residencias de proyectos son positivas, pero sin abusar. He visto proyectos crecer y desarrollarse, proyectos que vienen aquí y les ves mil pegas y luego evolucionan; pero hay que tener cuidado. Por ejemplo, O Corno y All Dirt Roads Taste of Salt de Raven Jackson surgieron de Ikusmira Berriak. Una ha ganado la Concha de Oro y la otra está producida por A24. Sin embargo, el exceso en este tipo de iniciativas es contraproducente. Para los proyectos hacer uno o dos encuentros en programas como Iksumira Berriak o Torino, por ejemplo, es beneficioso; pero el problema surge cuando hacen ocho.

Los proyectos atraen a diferentes tipos de personas. Algunos vienen con ideas muy claras, a quienes podemos apoyar fácilmente, mientras que otros son más susceptibles a cambios y adaptaciones y ahí es donde a menudo surgen los problemas. Algunos proyectos, al no encontrar el apoyo o financiación necesaria, continúan buscando oportunidades en diferentes lugares, y esto, al final, puede confundir y desorientar la dirección original del proyecto.

Incluso los festivales más grandes, como el nuestro, a veces seleccionamos proyectos que ya han pasado por tres o cuatro lugares diferentes y lo que  inicialmente era beneficioso, puede  convertirse en un problema por exceso. Reconozco que nosotros mismos también podemos caer en el error de seleccionar un proyecto que ya ha estado en demasiados lugares. Es una autocrítica que me hago, tenemos que ser cautelosos y asegurarnos de que nuestras intervenciones en los proyectos sean constructivas y no destructivas.

‘O corno’: Un mundo de mujeres

29/09/2023 - Carlos Elorza

7 Reseña de O corno, de Jaione Camborda Tras su paso por la sección Platform del Festival de Toronto, O Corno, la segunda película de la directora donostiarra criada en Galicia Jaione Camborda, compite por la Concha de Oro, un intenso y sobrio drama sobre mujeres y sororidad ambientado en la Galicia rural en 1971. […] Leer más

Cada vez hay más programas de este estilo

Es que más que homogeneizar los productos, estamos homogeneizando los festivales. Todos quieren tener una residencia de proyectos o un Work in Progress; pero hay que hacerlo con coherencia. No tiene sentido que festivales pequeños o especializados tengan residencias, es como si es como si la Semana de Terror, a la que la siento como mía todavía, hubiéramos hecho una residencia de proyectos, un Work in Progress, no tiene sentido. Los festivales tendemos a copiarnos mucho. Nosotros mismos, todo lo que hemos hecho en el festival es una adaptación de otras ideas. No hemos inventado nada. Pero no todos deberíamos hacer lo mismo. Hay que tener cuidado y mantener la personalidad de cada festival.

 

La escasez de salas de cine

El tema de la escasez de salas es algo que lleva sobrevolando el Festival muchos años. Nos preguntamos por qué en Tabakalera, que es un edificio nuevo, no hay una sala más.

No sé si sabéis que va a haber una nueva, la de la escuela, que creo que va a ser para 80 o 90 personas y que nosotros esperamos poder usarla. Todavía no están determinados los usos.

Sí, pero nos llamó la atención que no se hiciera algo así para el Zinemaldia. Que en Tabakalera solo haya una sala abierta al público, y luego esa sala pequeña que no está abierta al público ¿Por qué no se hizo esa sala más grande?

Bueno, la sala pequeña de Tabakalera es privada, no es pública, y es perfecta para pases privados, para el comité de selección y cosas así. Tiene un coste menor que una sala grande y está bien así. 

Yo participé en el proyecto de Tabakalera y lideré la parte audiovisual durante mucho tiempo cuando estaba Joxean Muñoz al frente. Ese proyecto tenía una sala de más de trescientos espectadores y otra de más de cien. ¿por qué desaparecieron esas dos salas y se quedó la de doscientos y pico? El proyecto original tenía una vocación muy internacional, era muy bonito, no solo en el plano audiovisual y ambicioso pero también muy caro. Así que en un determinado momento Odón Elorza, el alcalde de San Sebastián entonces, considera que no hay dinero para hacer ese proyecto y para mantenerlo después y da un giro. Una de las salas desaparece, y se convierte en una sala de doscientos y pico. Como desaparecen muchas cosas más, el proyecto que sale adelante cambia radicalmente y se abarata en un porcentaje muy alto. Es fundamentalmente un problema de dinero, en el que yo no puedo opinar. No me toca a mí. Quien tiene que tomar esa decisión que es política, decide que no sea así. A mí me piden que firme un proyecto en temas audiovisuales con unas salas mucho más pequeñas y yo digo que no. Porque yo no comparto ese proyecto y aquello no lo firmé, no fue con mi firma. El proyecto que fue con mi OK fue el proyecto con dos salas. Al final, esos son temas ya que me trascienden, eso es un tema económico en aquel momento, o político o lo que fuera.

Luego hubo un momento en el que SADE planteó un proyecto que contemplaba una o dos salas en el Bellas Artes y mantener gran parte de la fachada, pero políticamente no fue aprobado. Yo, como no soy experto en arquitectura, no puedo opinar sobre si era correcto el proyecto. También había rumores sobre unas salas de cine en el proyecto nuevo de Aldapeta, pero eso tampoco se materializó.

Pero más allá de que una empresa privada ponga unas salas en la ciudad ¿El alcalde, que es el presidente del consejo del festival, es consciente de la necesidad de más salas? Aunque sea una sala multiusos que se pueda usar durante el Festival.

Sí, el alcalde es consciente de que el festival podría tener un problema con la falta de salas en el futuro. Actualmente, nos faltan salas, pero nos las arreglamos bien con las salas que tenemos, siempre y cuando SADE mantenga las suyas.

Foto Pablo Gómez

Ese es el problema. Que estamos con la espada de Damocles de las decisiones de una empresa privada.

Por supuesto. Y se trata de una empresa privada que tiene todo el derecho a no perder dinero. Si en un futuro los cines no resultan rentables, está en su total derecho de decir: «Lo siento, pero no puedo mantener estas salas. Si las vendo, obtendré mayores beneficios». Esto sería completamente legítimo.

La empresa SADE ha sido y es un gran apoyo para el cine en esta ciudad. Siempre lo he dicho: somos afortunados en términos de exhibición. A aquellos que amamos el cine, incluso antes de que me dedicara a esto y espero que después de retirarme, hemos disfrutado de una maravillosa programación pública. Pero también hay una programación privada de alta calidad para una ciudad de menos de 200.000 habitantes. Esto es gracias a SADE, que no solo ha primado los beneficios económicos. Desde los tiempos de Leopoldo Arsoaga, ha existido una tradición de cuidar las salas y la programación. De hecho, colaboran activamente con el festival.

Sin embargo, me preocupan cines como los Antiguo Berri y los Trueba. ¿Podrán mantenerse? ¿Qué futuro les espera? Si cerraran esos dos cines, sería un duro golpe para nuestro público ¿Qué sacrificaríamos? ¿La industria? ¿Los medios de comunicación? Si reducimos el acceso al público, este se quejará. Si reducimos el número de acreditados, ellos protestarán. Es una preocupación a medio plazo. También es cierto que construir y mantener cines requiere una inversión considerable, no es solo en su construcción también su mantenimiento. La preocupación existe, y sé que el alcalde la comparte. Veremos cómo se desarrollan las cosas en los próximos años. Por ahora, contamos con la pequeña sala de Tabakalera, que creo tiene capacidad para unos 90 espectadores, y espero que el festival pueda hacer uso de ella. Será especialmente útil para crear un espacio en Tabakalera con dos salas. Esto podría ser beneficioso, quizás para proyecciones de clásicos o para una sección como Zabaltegi en un formato más compacto.

¿La sala de Tabakalera de la EQZE es de la diputación?

Sí, es de la diputación y estará bien equipada para proyecciones cinematográficas. Es importante tener salas de calidad, ya que algunas distribuidoras, como Disney o Netflix, exigen ciertos estándares técnicos. Cómo festival, invertimos en mejorar las salas cada año.

¿Qué mejoras se han realizado en las salas recientemente?

Hemos mejorado el sonido en el Víctoria Eugenia, cambiado la pantalla del K1 y hecho algunas mejoras en el sonido en el K2. Cada año hacemos pequeñas mejoras en las salas para asegurarnos de que estén al día con los estándares técnicos.

¿Es viable la idea de construir una sala desmontable, similar a la Agnes Vardá de Cannes, o es una opción demasiado cara?

Construir una sala de ese tipo es realmente caro. Si se decide hacer, debe hacerse bien. He estado en la Vardá de Cannes y, aunque es una solución, la gente se queja por problemas como el ruido exterior. Personalmente, no me importa, es un mal menor. Estoy en Cannes, tengo muchas ganas de ver una película y no me importa; pero no es lo mismo un espectador o incluso un crítico a que te venga un director y te ponga el grito en el cielo.

Ese tipo de alquileres son carísimos. Por ejemplo, una estructura que vi en Berlín en Culinary, aunque no era exactamente un cine, me encantó. Yo ya veía montar algo así en Sagües para 250 personas. Cuando pregunté, tenía un alquiler de 600.000 euros por 10 días. Y sospecho que la sala en Cannes fue diseñada específicamente para ellos, que no es un alquiler normal.

Aunque no hemos descartado la idea,  Si se cierran cines, va a haber que tomar medidas. Igual el Consejo tiene que decidir “Nos gastamos 200.000 euros cada uno y montamos una sala en Sagüés.”

¿No sería prudente no esperar a que los cines cierren para actuar? ¿No deberíamos tener un plan en marcha por si eso sucede?

Como imaginaréis estamos en constante comunicación con SADE para estar informados sobre la situación actual de los cines. De hecho, me reúno con el gerente de SADE cada año y acabamos de tener una reunión hace unas semanas. Es un tema que nos preocupa enormemente. He anunciado mi intención de retirarme en tres años, y hay dos cuestiones que quisiera resolver antes de mi partida, aunque igual no puedo porque no dependen solo de mi. La primera es la situación y estabilidad de las salas de cine y la segunda es el presupuesto del festival. Aunque siempre he estado agradecido por el apoyo institucional que hemos recibido, incluso con la crisis o la pandemia, pero creo que es esencial que el festival cuente con un compromiso presupuestario a largo plazo.

 

El presupuesto del Zinemaldia

¿Es complicado sacar el presupuesto?

Vamos peleando cada año, es una locura. Pero siento que se acerca un momento crucial, especialmente cuando yo no esté al frente del Festival. Porque yo llevo muchos años en esto y conozco todos los entresijos del Festival y de las instituciones y aún así he invertido una gran cantidad de tiempo en la búsqueda de financiamiento. De hecho me he dedicado tres meses a buscar dinero. He visitado Madrid durante dos semanas al mes durante los últimos tres meses buscando financiación. Este año es la primera vez que de las once películas de New Directors que se presentaron, solo había visto cuatro antes de su selección. Las vi después de que estuvieran seleccionadas.

Necesitamos un compromiso firme por parte de las instituciones para garantizar la estabilidad del festival. Así, el próximo director o directora no tendrá que invertir la mitad de su tiempo y energía en la búsqueda de fondos.

¿Cuánto presupuesto necesita el Festival?

Siempre he mencionado una cifra de 9 millones o 9 millones y medio. Pero, teniendo en cuenta la inflación, probablemente estaríamos hablando de un millón adicional. Así que, para estar cómodos en este perfil, deberíamos acercarnos a los 10 millones.

Ten en cuenta, por ejemplo, una cosa que nos está funcionando muy bien es el tema de la industria. Cada vez hay más gente. Cuando llegamos, había alrededor de 600 acreditados. El año pasado superamos los 2.080 y este año ya son 2.200. Hemos contado con la presencia de financieros de Amblin, la compañía de Spielberg; de Plan B, la de Brad Pitt; de A24; de Anonymous Content, entre otros. Esta área va como un tiro; sin embargo, mantenerla tiene un costo cercano al medio millón de euros. De esa cifra, Europa nos ha aportado 400.000 durante dos años, pero ya no nos proporcionará más. No quiero que esta actividad se pare porque nos ha dado muchas alegrías. Por ejemplo, el año pasado se formó una nueva alianza entre Morena Films y Anonymous Content con sede en España, que surgió de aquí. Tengo conocimiento de que se han llevado a cabo reuniones para una coproducción importante que tuvo sus inicios aquí. Pero ahora enfrentamos el reto de encontrar esos 400.000€ adicionales que no tuvimos que buscar el año pasado. Ya estamos en diálogo con el ICAA y el ICEX, que están muy interesados ya que se trata de la industria. La parte económica es un sinvivir continuo.

Cuatro meses antes del festival, en junio, aún me faltaban 380.000 euros y conseguir esa suma no es tarea fácil. Finalmente conseguimos más dinero de sponsors y parece que lograremos equilibrar el presupuesto; pero es un sinvivir constante.

Creo que la próxima persona que asuma este rol debería tener, al menos, dos o tres años de estabilidad financiera para decidir qué cambios quiere hacer y cómo implementarlos. No es justo que alguien nuevo que alguien que llegue nuevo a este tinglado, que es muy grande, os lo puedo asegurar, con esa responsabilidad, tenga que lidiar con la presión de no saber si contará con el presupuesto necesario. Por lo tanto, insisto, tengo dos objetivos principales para los próximos tres años: establecer un plan presupuestario claro para el futuro y buscar soluciones ante un posible cierre de salas.

 

La sucesora de Rebordinos

Estamos hablando de tan solo tres años. Eso es muy poco ¿Ya sabemos que no vas a decir nombres, pero estáis pensando en gente que venga de fuera o estáis planteando gente de tu equipo para sustituirte?

Os lo diré claramente: voy a proponer al Consejo de Administración a alguien del equipo, y ellos ya lo saben.

¿Tienes ya a alguien en mente?

Absolutamente. Y si esa persona no quisiera o no pudiera, hay otras dos personas en el equipo que podrían dirigir el festival mañana sin ningún problema.

Yo tengo una fuerte presencia comunicativa; aparezco en todas partes y comunicar no se me da mal. Por lo que puede parecer que tengo más importancia de la que tengo; pero aunque sea importante quien dirige el festival, la producción del festival ya tiene su propio ritmo, va sola. Hay equipos muy profesionales que llevan mucho tiempo y funcionan muy bien. Así que quien llegue solo tiene que aportar su personalidad y decidir qué quiere hacer. Ya tiene la base. Somos un equipo sólido; quizás haya un par de ajustes que hacer, pero en general, todo funciona bien. Por lo tanto, quien llegue ya tiene un 25% del trabajo hecho, no el 100%, pero lo básico sí.

Para mí, es importante que sea alguien que conozca bien el festival. De hecho, he aprendido que es mejor si es alguien del equipo. Yo mismo rechacé el puesto cuando Odón Elorza me lo ofreció. Lo rechacé por razones personales en ese momento, no me sentía capaz de asumir este embolado. Estuve a punto de recomendar a alguien de fuera, pero ahora veo que hubiera sido un error.

Las experiencias que he tenido aquí,enfrentarse a ciertos desafíos, pueden ser devastadoras. Conocer a la gente y el territorio es esencial. Tengo amigos en los distintos partidos políticos locales debido a mis años de trabajo aquí, eso ha sido crucial. En tiempos de crisis, tener personas en diferentes facciones políticas que confíen en ti es esencial. Conocer la realidad local es fundamental, y eso es algo que he experimentado. No lo tenía tan claro antes de llegar. Por eso me gustaría que el sucesor fuera alguien del equipo. 

El equipo del Zinemaldia, así se organiza un Festival de Cine

21/08/2019 - Ricardo Fernández

Los departamentos del Zinemaldia El 67 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Zinemaldia, comenzará el 20 de septiembre. Esta frase es cierta, pero no es exacta. Para que del 20 al 28 de septiembre podamos disfrutar de nueve días de cine hay muchas personas trabajando desde mucho antes, preparando y organizando un evento […] Leer más

Entendemos las ventajas de promover a alguien del equipo, pero también podría ser beneficioso tener una perspectiva fresca de alguien de fuera, que no esté viciado por las dinámicas actuales..

La persona que venga con una nueva perspectiva seguramente tendrá una visión diferente a la mía. No diría que alguien del equipo esté viciado, simplemente conoce el festival desde dentro. No conocerlo es un riesgo. El festival es tan grande que es difícil imaginar su magnitud. No os podéis hacer idea de lo grande que es a ciertos niveles, porque ni siquiera yo me lo hacía. Si alguien de fuera se uniera, debería hacerlo con el apoyo del equipo actual. No es imposible, pero es complicado. No descarto la posibilidad de alguien de fuera, pero sinceramente creo que sería un error, a menos que estemos hablando de una figura muy reconocida, como un Thierry Freamux, pero incluso ellos necesitarían el apoyo de la gente del equipo. Además de que no creo que haya dinero para pagar a uno de esos dos o tres nombres que tengan ese perfil.

A veces se requieren ideas frescas y nuevas. Un punto de vista que podría surgir precisamente porque alguien viene de fuera.

¿Por qué alguien de fuera tendría una idea que una nueva persona interna no tendría?

Porque la persona interna ya ha tenido la oportunidad de presentar esas ideas. Es decir, la persona que tienes en mente ya ha compartido sus ideas contigo.

Sí, pero estoy convencido de que la persona en la que pienso introducirá muchos cambios significativos. Estoy seguro de que mejorará y adaptará el festival a los nuevos tiempos; pero actualmente yo dirijo el festival. Ella ha aportado ideas que he tenido en cuenta, y parte del desarrollo del festival se ha basado en esas ideas. Pero es diferente ser el director. Aporté ideas cuando trabajaba con Mikel Olaciregui; pero desde que llegamos nosotros, hemos impulsado el desarrollo de Industria y de El festival todo el año, por ejemplo. Ser el segundo al mando, como lo fui con Mikel, no es lo mismo que ser el responsable principal. No descarto la posibilidad de alguien externo, pero sinceramente creo que sería un error, a menos que estemos hablando de una figura muy reconocida en la industria y aún así tendría el problema de no conocer el festival. He vivido situaciones que no se cuentan públicamente y conozco los problemas y desafíos del festival. Alguien de fuera podría no haber «sobrevivido» a ciertas situaciones. Debe ser alguien que conozca bien el contexto local y cultural. Es solo mi opinión, y podría estar equivocado.

En cuanto a la transición, si solo quedan tres años, ¿cuándo crees que el público debería empezar a ver cambios? ¿Cuando te vayas o antes?

No, quiero hacer con mi sucesor lo que Mikel hizo conmigo. El último año será casi una co-dirección. He intentado que, a lo largo de estos años, esa persona conozca bien el festival. Mi objetivo es que el Consejo de Administración apruebe la nueva dirección dentro de dos años, para que pueda trabajar estrechamente con ella el último año. Aunque ya tendrá muchos contactos, ese último año será esencial para una transición fluida. Estoy muy tranquilo y confiado en que el festival continuará sin problemas. Mi única preocupación es el futuro de las salas de cine, ya que si cierran, será un desafío.

 

Entrevista realizada por: Iñaki Ortiz, Sandra Rozas y Ricardo Fernández.