SADE es la empresa que gestiona los cines de San Sebastián. Son propietarios del Príncipe, el Trueba y el Antiguo Berri. Ahora mismo no hay más cines en la ciudad. Aún así, dentro del panorama estatal, con sus 31 pantallas (20 en San Sebastián y 11 en Logroño), SADE no es una gran cadena frente a las 527 de Cinesa, las 403 de Yelmo o las 110 de Ocine, por ejemplo (datos de 2016). Quizá por eso, por su tamaño medio, han podido seguir una línea que en El Contraplano nos parece ejemplar.

Una de las cosas que va a quedar clara en la serie de artículos que vamos a publicar sobe el impacto del VOD (Video On Demand o video a la carta, es decir, plataformas como Netflix o Movistar+) es que los cines evolucionan a grandes salas donde ver los blockbusters y las superproducciones y salas más pequeñas con una programación más cuidada y un trabajo de curaduría detrás. SADE entendió eso hace tiempo y, creemos, es una de las razones para que San Sebastián goce de una buena salud cinematográfica, a pesar de la dureza de los tiempos para el sector. De todo eso hablamos con Coro Odriozola, su gerente.

Los exhibidores y el VOD

¿Cómo afrontáis los exhibidores la llegada de la VOD?

En el sector de la exhibición hay un sentimiento muy generalizado muy en contra del VOD y yo lo entiendo. Es una forma de protegerse. Ya sabéis que hay unas ventanas, de cuatro meses, para el paso del cine a antes el vídeo y ahora el VOD y esos cuatro meses los quieren proteger si o si; pero yo entiendo que hay otras singularidades completamente diferentes. Como es lógico todos queremos proteger nuestro negocio y queremos que las películas se sigan proyectando en pantalla grande; pero hay cosas que no puedo entender. Por ejemplo, oigo que hay muchas películas que no llegan a muchas ciudades, a muchos pueblos. Yo entiendo que tiene que haber unas plataformas para que esas películas lleguen hasta esos lugares. No tiene sentido que haya que esperar cuatro meses para que se estrenen en una plataforma digital películas que sólo han estado una o dos semanas en el cine porque no han tenido éxito. Hacer esperar cuatro meses a esas películas me parece muy duro porque quién hace una película la hace para que la gente la vea. También entiendo que hay películas que no pueden ir directamente a la pantalla grande. Películas que no encuentran distribuidor por ejemplo. Y la gente que hace esas películas tiene todo el derecho del mundo a que esa película se pueda ver.

También está el tema de la piratería. ¿A ti te gustaría trabajar gratis? No. No podrías trabajar gratis, tienes que comer. El que escribe un libro, el que hace un película, compone una música necesita un retorno, para poder seguir escribiendo, rodando o componiendo. En el tema de la lucha contra la piratería la VOD ha sido un adelanto, según las estadísticas ha bajado muchísimo. Ahora es mucho más cómodo, te pones en la película, en la serie y la ves, sin tener que estar bajando, buscando los subtítulos y demás. Y encima la calidad es mucho mejor que la pueda haber con la piratería.

Pero tú no quieres quitar la ventana

Es que en otros casos la ventana de los cuatro meses claramente funciona, como en los blockbusters o en películas como Handia que ha estado 30 semanas en cartelera. Cuando ganó los Goyas que ganó la película hizo un repunte espectacular, con más espectadores que la semana de estreno. En cuanto El País repartió los DVDs de la película la película cayó más un 50%. Luego encima se iba a estrenar en Netflix…

Al final el que manda es el público. Nosotros nunca quitamos una película si la película está teniendo éxito. A veces tenemos problemas porque hay 500 estrenos la misma semana y tienes que ir acortando sesiones; pero el público es el que manda. A veces nos preguntan “¿por qué habéis quitado esta película?” Pues porque no iba nadie. Ha habido películas, no voy a decir nombres, pero que han sido verdaderos fracasos. Igual estas películas necesitan una segunda vida, de acuerdo. No tienen que esperar cuatro meses, de acuerdo.

Gráfica cedida por Statista.com

Gráfica cedida por Statista.com

Entonces yo defiendo que esa ley hay que intentar cambiarla de alguna manera, por supuesto protegiendo a los exhibidores. No voy a decir que el VOD no nos hace daño. Nos hace mucho daño. Un estreno simultáneo evidentemente nos hace daño y no solamente eso, cuando la gente sabe que se va estrenar enseguida en VOD no va al cine. Hay mucha gente que no va nunca al cine, o que la última vez que ha ido ha sido con 8 apellidos vascos. Es evidente que con estrenos simultáneos nuestra cuota de espectadores se vería reducida ostensiblemente. Esto es una cosa que sabemos que algún día llegará. Por eso he dicho alguna vez que en un futuro, no sé cómo de lejano, igual sólo existe un cine por ciudad y eso si es que existe. Un cine donde se estrenarán las cosas más especiales, los blockbusters que puedan interesar en pantalla grande o cosas muy especiales. Si empezamos con los estrenos simultáneos, olvidaros de que la gente vaya al cine a ver películas.

¿Aunque en el cine se vea mejor?

Vosotros sois súper especiales y apreciáis ver el cine en pantalla grande, pero hay gente a la que eso le da igual. Hay chavales hoy en día que ven las películas en los teléfonos, en las tablets, los ven en cualquier formato y les da exactamente igual. Mucha gente que no ve las ventajas de ver el cine en pantalla grande. ¿Por qué? Porque no han tenido esa educación. Si hacemos estrenos simultáneos la asistencia se puede reducir a la mitad y los cines morirán. No del todo, quedarán cines muy especiales, de versión original, de películas muy minoritarias, de blockbusters con un sonido espectacular y un nosequé muy especial… pero cada vez oigo más que a la gente le da pereza salir de casa, que total ya lo tienen en la TV, que total en Netflix o Movistar tienen un montón de películas, que total si esperan 3 o 4 meses ya la verán en casa,… Cada vez estoy oyendo más esa historia. Así que si, el VOD va a hacer que en los cines vaya desapareciendo el público. Es inevitable.

 

El acuerdo entre los exhibidores

¿Cómo se podría flexibilizar la ventana?

Es difícil. Yo en algún foro ya he propuesto que desde el momento en que salga de la última pantalla de cine de España, a las dos semanas, por ejemplo, se pueda exhibir en VOD. Es complicado porque igual queda algún pueblo pequeño a los que las películas llegan más tarde. Quizá es cuestión de dar un pequeño margen por si alguno se quiere sumar, pero que haya cierta flexibilidad.

De hecho no todo el mundo cumple los cuatro meses. Nosotros recibimos informes cada mes, los estrenos que ha habido y quién ha cumplido y quién no los cuatro meses.. y hay mucha gente que no las cumple. Pero hay casos que yo los entiendo, de verdad que si.

También hay muchas películas que se estrenan directamente en VOD sin pasar por cines y me parece estupendo. Sobre todo para gente que está empezando y gente que necesita darse a conocer. Pero, por ejemplo, que Jurassic Park se estrene a la vez, pues eso sería terrible. Ahora tú me dirás, “es que Jurassic Park hay que verlo en pantalla grande”. Pues si, pero sois unos pocos los que pensáis eso.

Lo que está claro es que los exhibidores os negáis a cualquier tipo de estreno simultáneo, con ningún tipo de película.

Hay un acuerdo tácito en la Federación de cines de España para protegernos un poco, aunque algunos se lo salten, de que no vamos a entrar en ese juego. Si hay un estreno simultáneo en VOD y salas nosotros no la estrenamos. A veces me cuesta no hacerlo, pero tengo que cumplirlo. Algún día ese acuerdo se romperá. Poco tenemos los cines para protegernos porque la tecnología es la tecnología y el mundo avanza, eso es así. Una vez rompí ese acuerdo y esquirola fue lo más suave que me llamaron.

Coro Odriozola, junto a Jose Luis Rebordinos y Borja Cobeaga en la entrega del 2º Premio SADE

Coro Odriozola, junto a Jose Luis Rebordinos y Borja Cobeaga, en la entrega del 2º Premio SADE

¿Es positivo ese acuerdo?

No lo tengo muy claro; pero si lo rompemos es abrir la caja de Pandora. Si estrenamos una nos van a decir “¿y esta por qué no?”. Y enseguida todos los estudios, todas las distribuidoras lo van a empezar a hacer. Estamos intentando frenar un momento que sabemos que va a llegar.

¿Vais a poder presionar a Netflix con medidas así?

Yo sé que hay gente que está hablando con Netflix en las altas instancias, no sé cómo estará el tema; pero ahora mismo los cines tenemos este acuerdo.

Yo no digo que no haya que adecuarse a los tiempos, pero si estoy en una asociación tengo que cumplir lo acordado. Además entiendo la razón, en el momento en que se abra la puerta, todos puedan hacer ese tipo de estrenos, será lo que os digo: un cine por ciudad y con suerte.

 

El problema generacional

¿Hay diferencias entre las plataformas?

Entre Filmin y plataformas como Movistar o Netflix hay mucha diferencia. Porque Filmin son películas más de autor, destinadas a ese público que si aprecia la pantalla grande. Yo me doy cuenta de que mucha gente que ve esas películas en Filmin es porque no le ha llegado a su ciudad o porque no ha podido verla en VO. Es una plataforma para cinéfilos y los cinéfilos siguen queriendo ver en pantalla grande. Sois gente que estéis esperando a un estreno para ir corriendo a verlo y no se os ocurriría verlo en la televisión. Podréis tener Netflix, Filmin o lo que sea y veréis películas allí, pero seguiréis yendo al cine.

Entonces todavía hay público para el cine autoral

Es que el cine autoral también funciona; pero funciona para gente de cierta edad. Hay muchas personas que no tienen Netflix porque ya están acostumbrados a ver el cine en pantalla grande. El problema es todos los que vienen por detrás. La juventud no está educada en ir a cine. Ahí es dónde está el problema. El problema no es ahora. Por ejemplo a nosotros, en el Príncipe, este cine autoral nos funciona muy bien. Este fin de semana Una razón brillante ha ganado muy claramente a la de Spielberg. Porque hay un tipo de público que sigue yendo a ver ese cine en pantalla grande. Un tipo de público como mis padres, que matemáticamente todos los viernes van a las sesión de las 5 a ver una película, llueve o truene. Como ellos hay mucha gente en San Sebastián que tiene esa inquietud y que le gusta ver el cine en pantalla grande. Pero también hay mucha gente que les da igual cómo ver las películas. Por eso existen ahora mismo gran cantidad de programas enfocados en ayudas destinadas a aumentar la asistencia de los jóvenes. Tratar de enseñar a los colegios que además de los blockbusters hay otro tipo de cine interesante, que merece la pena llevarles, que hay que enseñarles a ver el cine en pantalla grande, etc. Aunque esto también es difícil, porque nos encontramos con que como ahora todos los colegios ya tienen proyectores nos dicen que ya ven las películas en allí mismo y que no les compensa el trajín de sacar a los chavales del colegio.

Hablamos con Carla Simón de que ella colaboraba con un programa  para acercar el cine a los colegios

Hay muchos programas diferentes. Sin embargo puedo contar con los dedos de las manos cuando logramos que un colegio lleve a los alumnos al cine. Y lo más grave no es que es que tengan proyectores y pantallas, lo más grave y esto lo hemos hablado con el ministerio de Cultura y la entonces directora del ICAA, Susana de la Sierra, nos dijo que lo sabían, es que se ponen películas piratas en algunos colegios.

El cine Trueba, un refugio para el cinéfilo en San Sebastián

El cine Trueba, un refugio para el cinéfilo en San Sebastián

También tenemos buenas experiencias. Recuero que un colegio estaba haciendo una actividad relacionada con llevar agua a un pueblo en Sudamérica. Entonces les propusimos ver También la lluvia. Por aquel entonces Alta Films preparaba unos libros didácticos para que los profesores pudieran trabajar con los alumnos en los colegios. Los chavales, de 14 o 15 años, salieron alucinados y luego lo contaban en casa. Los padres nos preguntaban ¿pero esa película estuvo en el cine? ¿Dónde podemos verla? ¿Qué película es? Si a los chavales les interesa eso rebota en el resto de la familia y genera interés. Y esa película pasó totalmente desapercibida en cartelera. A veces nos pasa, que te piden una película sobre una temática particular y revolvemos toda la filmografía para buscar alguna que encaje. Y los chavales quedan flipados.

A veces hacemos pases ad hoc. Pases matinales para las monjas de una congreagción, para un colegio de adultos, para una asociación… es relativamente habitual. Gente que te reserva la sala, ajustamos los precios y se prepara según cuánta gente esté previsto que venga. Hace poco llenamos dos salas del Trueba para ver Handia con un colegio.

¿Además de intentar estos pases con los colegios, ¿estáis buscando formas de atraer a la gente joven?

Estamos trabajando en ello. Ha entrado una chica nueva en la oficina y estamos trabajando mucho en buscar alternativas para captar a público adolescente e incluso más joven. Cosas como lo de Txiki Txiki Bang Bang. Ahora, a través de EZAE estamos trabajando en un ciclo, nos tiene que dar el visto bueno el Gobierno Vasco, y espero poder hablaros pronto de él.

Igual hay películas que no pueden estar siete días a las semanas con tres pases al día, igual hay que programar de otra forma, en formatos tipo cine club, menos pases…

Lo hacíamos con los Jueves del Trueba, que dejaron de tener sentido con la llegada de Tabakalera y la gran oferta cinematográfica de San Sebastián, y lo hacemos ahora con muchas películas que sólo tienen un pase.

Las distribuidoras entienden que es complicado estrenar algunas películas y aceptan, incluso te lo ofrecen estrenarla aunque sólo sea un pase. Estamos siempre probando ese tipo de cosas y a veces nos llevamos sorpresas como la de Arte al agua que entró con un pase en la sala pequeña del Príncipe y tuvimos que ir subiendolo de sala y de número de pases. Cómo os decía antes, es el público el que manda. ¿Cuándo termina una película? Cuando a la gente le deja de interesar. ¿Cuándo se alarga una película? Cuándo la gente muestra interés y va a verla. Por eso ponemos las películas en una sala o en otra, en VO o doblada, porque intentamos escuchar lo que quiere la gente y que la oferta de nuestras 20 salas en San Sebastián se adecuen a lo que realmente la gente quiere.

Diferentes tipos de público

¿Es difícil programar?

Antes era muy fácil llenar las salas de cartelera. Abrías la cartelera y la gente automáticamente iba a cine. Ahora llenar las salas es un trabajo ímprobo. Ya no vale como antes que me decían “abres el Fotogramas y ya está”. Tienes que saber lo que quiere tu público y eso es lo más difícil.

¿El público es diferente en cada ciudad?

Yo noto muchísima diferencia entre el público donostiarra y el de otras ciudades. En concreto, nosotros tenemos un cine en Logroño y la diferencia es brutal, una pasada. Lo que le gusta al público de Logroño está en el otro lado de lo que le gusta al donostiarra. Por ejemplo, al poco de cogerlo mire las películas que mejor estaban funcionando y Amor aquí estaba arriba, allí estaba la última. Una razón brillante que os decía que aquí ha triunfado, allí ha tenido diez veces menos espectadores. Allí tenemos varias salas muy grandes y destinamos las dos más pequeñitas a películas más especiales y alguna en versión original.

Los cines Siete Infantes de Logroño

Los cines Siete Infantes de Logroño

Hablando de la versión original, estamos viendo que cada vez hay más oferta.

Hay público para la versión original, aunque más minoritario. Es verdad que las series han ayudado a la a versión original y que los jóvenes de hoy en día tienen otro manejo con el idioma. En mi casa mis hijos pueden esta viendo los Simpson o Big Bang Theory en inglés sin subtítulos. Y otra cosa, muchos de los que de verdad siguen yendo al cine regularmente son los que quieren ver el cine en versión original. Sois los que de verdad sois unos clientes muy fieles, que podréis ver cosas en plataformas digitales, pero seguiréis yendo al cine. Este tipo de cinéfilos sois un reducto que hay que cuidar y hay que tratar que se haga más grande. Ese reducto en Donosti es más grande que en otras ciudades. Yo me lleve una grata sorpresa cuando empezamos con la sesión en versión original de los jueves por la noche porque veía cómo funcionaban blockbusters que no me hubiera imaginado que iban a funcionar en versión original. Cuando veo a la gente joven en la cola para ver una película de esas me hace tener algo de esperanza en todo esto.

Pero sigue funcionando mejor la versión doblada.

Antes, cuando había un estreno en versión original y doblado a la vez, yo solía cifrar la diferencia en un 20/80. Ahora creo que esa diferencia ha bajado. Incluso hay películas que funciona mejor el primer fin de semana en versión original que en doblada; pero también es verdad que vais todos las primeras semanas y luego la película se quema súper rápido en versión original. Igual en el Príncipe dura 8 semanas, pero los cinéfilos, los amantes de la versión original queréis ir rápido y vais todos enseguida. Después ya no queda público que quiera ir a verla sin doblar.

¿Va más gente ahora los jueves a la noche que cuando las películas eran dobladas?

Con la versión original a la noche el incremento ha sido importante, si. Ahora va más gente que antes las noches de los jueves. Por otro lado el Trueba nos está costando mucho y estamos teniendo que diversificar. Por eso pusimos el primer pase de algunas películas en el Trueba dobladas. Eso también es así.

¿Dices que el reducto de cinéfilos es más grande de lo normal en San Sebastián?

San Sebastián es un oasis. En el mes de febrero de este año en España han bajo los espectadores entre un 6 y un 8%. En Guipúzcoa ha subido. Hay muchos factores a tener en cuenta, desde el tiempo al fenómeno de Handia, pero es verdad que en esta ciudad tenemos una cultura cinematográfica muy alta.

El Príncipe, mucho antes de su reconversión en multicine

El Príncipe, mucho antes de su reconversión en multicine

¿Crees que SADE y su visión a medio plazo tienen algo que ver son eso?

Es un fenómeno que ocurre ayudado por el Zinemaldia, ayudado por Kresala, por Donostia Kultura y otras instituciones y, por supuesto por SADE. ¿Por qué? porque entre todos colaboramos, nos consultamos, hablamos un montón. Joxean de Filmoteca o Josemi de Donostia Kultura me preguntan si pueden hacer un preestreno o un pase especial, y podríamos decirles que no, o podríamos ponernos en contra de Bang Bang porque pueden quitarme público durante el sábado a la tarde; pero no, lo que pensamos es que es una gran iniciativa que está consiguiendo que mucha gente joven se reconcilie con el cine. De ahí surgió el tema del Txiki Txiki. Somos gente diferente, pero remamos todos juntos y colaboramos para que cuidar la cultura cinematográfica y la afición por ir al cine en esta ciudad. Y eso al final se nota en beneficio de todos.

El futuro inmediato del cine en San Sebastián

A veces tenemos la sensación de que hay demasiados estrenos

Yo ya me he quejado en alguna reunión. No puede ser que quieran que estrenemos todo si se estrena a ritmo de ocho películas por semana. Porque quemamos las películas que vienen de atrás y las salas no nos dan de si. Todo el mundo quieren estrenar en las mismas fechas, en enero, de cara a los Oscar, y llega mayo y no tienes nada que estrenar, luego llega junio y llegan todos los blockbusters. Luego llegan las distribuidoras y te suplican y les tengo que decir que no puedo, que es que no tengo salas. Ahora vamos a hacer una sala nueva en el Príncipe, pequeñita, algo más grande que la sala 8. Dentro de unos meses, no sé cuando todavía, tenemos que buscar el momento en que menos moleste, porque habrá que cerrar unos días las salas de abajo. Ya tenemos las medidas y todo pensado.

¿Una sala pequeña? ¿Pero no habíamos quedado en que el futuro eran las salas grandes y espectaculares?

Nosotros queríamos hacer un súper cine en el Bellas Artes. Con lo último de lo último en pantallas, en proyección, en sonido, en butacas. Pensado para que el Zinemaldia pudiera poner subtítulos electrónicos en varios idiomas, incluso una cabina de traducción atrás para el festival… porque creíamos que aportaba mucho a la ciudad; pero no ha podido ser.

Esta sala pequeña la necesitamos porque hay veces que dejamos morir nuestras películas demasiado pronto. Cuando cerró la Bretxa el Príncipe cogió también el cine comercial y empezamos a tener problemas de programación, porque ciertas películas que a nosotros nos funcionan muy bien por todo lo que hemos hablado antes, por la idiosincracia de San Sebastián, y no podemos tenerlas el tiempo que quisiéramos. Esta pequeña sala nos va a permitir mantenimientos.

Se fue la Bretxa, pero ahora llega Illunbe

Ocine va a entrar en Ilunbe, si. No creo que al Príncipe nos afecte demasiado. Quizá más al Antiguo Berri. Serán 8 salas, no excesivamente grandes y por el tipo de programación que suene hacer Ocine igual le afecta más a otros multicines que a nosotros.

Cada vez programais más cosas que no son propiamente cine: conciertos, exposiciones, óperas…

Eso nos está salvando. La ópera ofrece algo que no es accesible para la mayoría del público como una representación del Royal Opera House o ver en directo el Metropolitan de Nueva York que son unas producciones espectaculares y lo normal es que nunca puedas ir a verlas. La gente lo está disfrutando muchísimo, incluso viendo detalles que quizá en un anfiteatro no podrían apreciar. Tenemos un público súper fiel que repite cada vez que lanzamos un nuevo programa. El tema de los museos también está funcionando muy bien, estoy trabajando en traer teatro, pero tenemos problemas con los subtítulos. También tenemos los conciertos esporádicos que algunos funcionan muy bien. Siempre estamos probando cosas nuevas.

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