Ya se ha inaugurado el 66 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, nuestro Zinemaldia. Un Festival que tiene cine para todo tipo de públicos. Una película romántica de hechuras clásicas como El amor menos pensado, un documental bastante indescriptible como Apuntes para una película de atracos, una película de animación como Another Day Of Life que mezcla imágenes reales, momentos oníricos y una gran carga social e histórica o una ensoñación hipnótica y plagada de simbologías como Manta Ray.
El amor menos pensado
Antes de comenzar el Zinemaldia ya se podía apostar sin miedo a que esta será una de las películas de Sección Oficial con mayor éxito de taquilla cuando se estrene en salas. Una vez vista la apuesta sigue en pie y con más probabilidad que antes. Es una película que lo tiene todo para tener buen recorrido en taquilla: un actor carismático, un tema cercano, un genero popular y un más que probable buen boca a boca a tenor de las risas en la sala. No es quizá la película que muchos esperan ver en un Festival, pero si es la película que muchos esperan ver en cartelera. La inauguración es buen lugar para ponerla y, desde luego, es la mejor inauguración de los últimos años.
El amor menos pensado creo que es una buena película. No es redonda, pero me ha resultado entretenida y divertida (a tenor de las risas de la sala, creo que no soy el único al que le ha parecido divertida). Me hubiera gustado oto final, más valiente y abierto, pero entiendo a quién quiere contentar con la elección final. Me extiendo más sobre la película aquí.
El amor menos pensado: Del enamoramiento al amor
21/09/2018 - Ricardo Fernández'El amor menos pensado' con Ricardo Darín y Mercedes Morán es la ópera prima de Juan Vera y ha sido la película encargada de inaugurar la 66 edición del Festival de Cine de San Sebastián Leer más
Apuntes para una película de atracos
Conocimos a Elias Leon Siminiani con su película Mapa. Un metadocumental que se ideó para contar una cosa y acabó contando otra y convirtiendo a su director en protagonista. En Apuntes para una película de atracos, Siminiani vuelve a jugar a ese metajuego, poniendo su intimidad al otro lado de la cámara; pero esa parte no le termina de encajar. Porque Apuntes para una película de atracos, a diferencia de Mapa, si que trata de lo que quería tratar en un principio y, además, tiene a un personaje protagonista de la historia terriblemente carismático y magnético: el Flako, el Robin Hood de Vallecas. Intentar robarle protagonismo no sólo es un error, también es casi imposible.
Con la excusa de querer documentarse para una película de atracos Siminiani se pone en contacto con El Flako un ladrón por el método del butrón (el se define como un trabajador) hijo de otro ladrón experto en la misma técnica. El Flako y su banda han pegado el golpe en varios bancos de Madrid y, al comienzo del documental, está esperando el juicio. Poco a poco, salteado con imágenes y música de películas clásicas de robos, vamos conociendo al singular ladrón y también sus explicaciones, su desparpajo, sus excusas y sus motivaciones. Todo lo que dice oscila entre la ingenuidad y el autoengaño. Por momentos desprende ternura, aunque sin que abandonemos la desconfianza, como veremos en el final de la película. Un buen retrato de nuestros tiempos y la forma que tiene, tenemos, esta sociedad de autoexcusarse. Jugando con los límites de la no ficción Siminiani deambula por los entresijos de la culpa y redención con mucho sentido del humor y más cinefilia.
Another Day Of Life
La película de Raúl de la Fuente se centrado en el relato del corresponsal de guerra polaco Ryszard «Ricardo» Kapuscinski de los comienzos de la guerra civil en Angola en 1976. Otro día más con vida mezcla documental, animación, imágenes reales de archivo, imágenes reales de entrevistas actuales a algunos protagonistas, episodios oníricos… Fue presentado en una proyección especial en Cannes y más tarde en el prestigioso Festival de Annecy 2018.
Con un estilo virtuoso la película permite una inmersión total del espectador en el mundo de los reporteros sin eliminar el horror de las matanzas y las crueldades propias de la guerra. Funcionan especialmente bien los episodios oníricos que potencian la sensación de confusión y responsabilidad que sufren.
Se agradece que Un día más con vida no se centre, como tantas otras películas, en la fascinación que el continente africano ejerce en mucho occidentales y en la necesidad imperiosa de algunos periodistas de estar en el ojo del huracán. La columna vertebral de esta película la dimensión internacional del conflicto y la responsabilidad de los medios de comunicación en el proceso. Lo que el propio Kapuscinski definió como el nacimiento del tercer mundo.
Manta Ray
Resulta difícil hablar de una película tan llena de simbolismos en medio del ajetreo de un festival de cine. A la ópera prima de Phuttiphong Aroonpheng le sentaría bien una sesión de tranquila conversación tras el visionado, pero eso es difícil en el fragor de estos días.
Porque Manta Ray es una película difícil de resumir en una sinopsis. Tiene varios segmentos bien diferenciados entre si y no unidos por un hilo argumental claro. No es una película de trama, es una película de atmósfera, símbolos y metáforas que cautiva por el magnetismo hipnótico de sus imágenes y sonidos. La fascinante sensación de no saber que te está contando pero tener interés en las imágenes y en descubrirlo.
La primera pista de lo que la película esconde en su interior viene con la dedicatoria que aparece antes de su comienzo: «a los rohingya». Poco a poco no empieza a ser difícil entender que en esas ¿bellas? imágenes se esconde un duro relato sobre la matanza y huida que está sufriendo ese pueblo. Me pregunto si las imágenes son bellas porque Aroonpheng consigue imágenes de gran fuerza y alto contenido estético pero sin caer en el preciosismo y poetización de la miseria. Una película que representa a un pueblo sin voz, a unos refugiados a los que se les acepta cuando se les puede moldear y que genera una sensación y unos pensamientos difíciles de olvidar. Una joya.
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