Hoy la Sección Oficial se ha teñido de Rojo y gris. Rojo, el de la película de Benjamín Naishtat una agrdable sorpresa que se sitúa entre nuestras favoritas y gris, el de la sensación que nos dejan Yuli de Icíar Bollaín y Beautiful Boy de Felix Van Groeningen.

Rojo

Curiosa película la de Benjamín Naishtat. Un relato con aroma de cine negro que merece un buen reposado para sacarle el jugo a lo que hemos visto. Una historia empapada de corrupción (uno de los ejes de esta edición del Zinemaldia) que más que desarrollar un único hilo conductor lo que hace es desarrollar una atmósfera turbia, desagradable, incómoda. La atmósfera que precede a una dictadura. En este caso a «El proceso» argentino.

Rojo
7.2

Iñaki ya ha publicado una magnífica reseña de la película en la que desarrolla mucho más esta idea.

Rojo: El huevo de la serpiente argentina

23/09/2018 - Iñaki Ortiz Gascón

7 Aparentemente, Rojo de Benajamín Naishtat, es una extraña historia de cine negro en la que hay casos inconexos. Lo cierto es que es el fondo lo que tiene más importancia y que da cierto sentido a la película completa: el tiempo previo a la dictadura de Videla en Argenitna. Se podría decir que es […] Leer más

Yuli

Si la corrupción es uno de los ejes de esta edición del Zinemaldia, la danza es otro elemento recurrente. Además de Dantza y Yuli en Sección Oficial, Girl en Perlas tiene al baile como elemento clave de la pelicula.

Yuli
4.4

La película de Iciar Bollaín ha logrado una gran ovación en el pase en el que yo he acudido. Sin embargo para mi ha supuesto una gran decepción. Esta especie de biopic sobre el bailarín cubano Carlos Acosta me deja la sensación de que o bien Icíar Bollaín no confía en los espectadores o bien no confía en el poder evocador de las coreografías de Carlos Acosta, puesto que siente la necesidad de explicarlas a posteriori. Tampoco me gusta la forma en que está rodada, me extiendo más en la reseña.

Yuli, sin confianza en el espectador.

- Ricardo Fernández

'Yuli' de Iciar Bollaín es una película sobre el bailarín Carlos Acosta. Una película que no parece confiar en la inteligentcua del espectador. Leer más

Beautiful Boy

La nueva película de Felix Van Groeningen, el director belga que se dio a conocer con la interesante Alabama Monroe, es un drama guionizado por Luke Davies, el guionista de Lion, que adapta las memorias de David y Nic Sheff, un padre y un hijo que lucharon durante años contra la drogodependencia del segundo.

Esta película tiene el problema habitual de las películas que narran un drama, un conflicto, tan duro: que los personajes no existen más allá del conflicto. No conocemos apenas nada de David (Steve Carell) o Nick (Timothée Chalamet) que no sea como se enfrentan al gran problema. De la madre, madrastra y hermanos sólo conocemos como les afecta la drogadicción de Nick. No hay desarrollo de los personajes, sólo del conflicto. Y así es muy difícil empatizar con ellos. Sobre todo cuando el esquema es básicamente el mismo durante toda la película (como ocurre en la vida real): caída, propósito de enmienda y recaída.

Tampoco ayuda la manera de la que está rodada la película, más preocupada de conseguir imágenes con curiosos tiros de cámara y bellas postales de California que de lograr que las imágenes transmitan algo. Tampoco lo logra con los abundantes momentos musicales.

En cuanto al reparto, Steve Carell no alcanza a transmitir la angustia y rabia que demandan algunas conversaciones con su ex o su decisión en el último tramo de la película. Si está mejor en los momentos de agotamiento o tristeza, un registro que borda. Timothée Chalamet, por su parte, tampoco creo que alcance la cota de dejadez, mugre y desesperación que pide su personaje. Ni en el momento en que intenta ayudar a una compañera con sobredosis, ni en los momentos de tocar fondo. El guión y un look demasiado cuidado -un zarrapastroso que no disimule lo guapo que es la nueva estrella de Hollywood- le ayudan a lograrlo. Decepcionante.

El videoblog de Iñaki