Life and nothing more

La segunda película del director español Antonio Méndez trata sobre una familia afroamericana al norte de Florida formada por Regina una madre soltera (Regina Williams), su conflictivo hijo adolescente Andrew (Andrew Bleechington) y su hija pequeña de tres años. Viven con muchas estrecheces gracias al pluriempleo de la madre en un entorno marcado por las pocas oportunidades y el racismo latente. Regina intentará con toas su fuerzas que su hijo no siga el mismo camino que su padre. El camino que lleva a la carcel.

El tema, como se puede ver, no es en absoluto original; pero la forma de tratarlo si. Con un trabajadísimo guión y un uso muy inteligente de las elipsis, Antonio Méndez construye una historia muy naturista y realista que le acerca a la no ficción. Eso si, con una puesta en escena muy trabajada también, pero que logra no parecer artificial, que nos mantiene cerca de los personajes en algunos momentos íntimos, pero a la vez marcando las distancias en ciertos instantes conflictivos. También hay que destacar el buen trabajo de un reparto formado por no profesionales, sobre todo el de Regina Williams.

Life and Nothing More 2

Life and nothing more habla de un entorno tóxico que contamina tanto que impide tomar las decisiones correctas a los protagonistas, de las relaciones familiares, del diálogo y la educación, de la responsabilidad, de la comunicación, del racismo sistémico, de los obstáculos institucionales… De un estilo de vida en la que lo que importa al acabar el día es si estás vivo, preso o muerto. Y la primera opción no siempre es la más probable.

Sollers point

El joven protagonista de Sollers Point vive en un entorno parecido al de Life and nothing more. Su vida también gira en torno a las decisiones que toma para permanecer vivo, preso o muerto.

El director Matt PorterfieldI Used to Be Darker (2013)- también plantea esta película de una forma episódica y con un interesante uso de las elipsis. Su protagonista, Keith, acaba de salir de prisión y está con la condicional viviendo en casa de su padre. Sus intenciones son buenas, pero entre su desidia y el entorno pronto cogerá el camino equivocado.

Entre los Flipesci hay diversidad de opiniones. Estamos los que opinamos que la película es poca cosa y se mueve en terrenos muy arquetípicos y los que piensan que la evolución del personaje y la forma de tratar la fatalidad del entorno están tratados de una forma notable y sutil.

Sollers point

Yo, que soy del primer grupo, creo que los personajes son demasiado planos, las situaciones demasiado gratuitas y la evolución del personaje demasiado escasa. Es una película con algunas decisiones acertadas y buen ritmo, pero sin ningún momento que me marque especialmente. Comparada con Life and nothing more que con un punto de partida similar muestras unos personajes llenos de matices y calidez, creo que esta tiene menos fluidez argumental y un arco de personajes menos trabajado.

Soldatii, Poveste din Ferentari

En un entorno muy distinto, y con unas formas muy ditintas también, la tercera película del día también habla de las decisiones vitales y de gente que no puede escapar del peso de la calle.

Este es el primer largo de ficción de Ivana Mladenovic y adapta libremente la novela semi-autobiográfica de Adrian Schiop sobre sus experiencias en el barrio de Ferentari de Bucarest. Una visión semiaficionada de un académico que intentando integrarse en el tejido social del barrio para el estudio de su tesis, acaba convertido en un paria por una relación homosexual con un gitano local.

Soldatii

Le encuentro varios problemas a la pelicula.  La historia se repite demasiado y termina sobrándole metraje, Adrian Schiop es un actor bastante mediocre y la ficción no termina de encajar demasiado bien con algunas escenas que podrían ser perfectamente de un documental. En el lado positivo un personaje principal realmente natural y carismático y una radiografía muy precisa del barrio de Ferentari.

Iñaki, en su videoblog de hoy, pone en paralelo Call me by your name y Soldatii. También de Happy end de Haneke.