7

El capitán se sitúa en las últimas semanas de la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes ya se veían perdidos y empezaba a reinar el caos de las deserciones. Nuestro protagonista es un desertor que encuentra un uniforme de capitán y empieza a utilizarlo para sobrevivir. Pronto se dará cuenta de que podrá utilizar el fanatismo, el odio y el miedo de la gente para abrirse camino. Esta idea nos puede resultar bastante familiar en estos tiempos en los que el fascismo asoma la cabeza.

El personaje se encuentra con que pasa de no tener nada para comer a disfrutar de las comodidades de cierto poder. La recompensa es por tanto esencial y no va a renunciar a ella cueste lo que cueste. Necesita mantener su farsa pero es poco creíble, no tiene papeles ni ningún tipo de aval, solo algo tan endeble como un uniforme. Primero se ayuda del caos reinante pero pronto necesita más. La solución será convertirse en una herramienta para los más oscuros fines. Principalmente, agilizar los ajusticiamientos, y en definitiva, satisfacer el ansia de linchamientos. Una vez que se convierte en una utilidad para el resto, su autoridad deja de estar en entredicho. En realidad, muchos de los que le utilizan, saben perfectamente que es un impostor, pero mientras funcione no le importa a nadie. Es un atajo. Todo esto, por si no ha quedado claro con mi comentario del párrafo anterior, me recuerda bastante a Trump. Alguien con poca autoridad previa que encuentra el camino al poder sirviendo de herramienta para los racistas y xenófobos; alguien que aprovecha una situación de rabia, de un sistema que se desmorona. Alguien cuyo objetivo no es necesariamente el racismo, pero que para mantener su farsa, actúa a su favor. Alguien peligroso.

La película va subiendo la apuesta y la locura se va apoderando del grupo. Como en Apocalypse Now, los estragos de la guerra llevan al horror, a la orgía de sangre, a la pérdida completa de cualquier valor que los ate a la sociedad. La película se convierte en una pesadilla. Visualmente nos deja algunos planos de verdadera demencia. Su excursión de “juicio exprés” es desquiciada, habría hecho las delicias del Kubrick más cabrón. Es la locura dentro de la locura, el fascismo dentro del fascismo.

locura-el-capitan

Algunos de los oficiales muestran su descontento absoluto con las prácticas del capitán, pero lo hacen no porque sea sanguinario sino porque se sale del protocolo. Mientras se extermine a judíos, prisioneros y desertores de una manera organizada y autorizada, no hay conflicto. Mientras la mano que ejecuta la sentencia esté bien lejos de quien la dicta, no hay problema de conciencia, por terrible que sea. Sé que el término “banalización del mal” está muy manoseado pero es que se inventó para esto. La crueldad del capitán rompe con esa tranquilidad de quien cumple órdenes y hace su trabajo lo mejor posible. Las manos de sangre del capitán están sustentadas en su propia voluntad. El mal ahora es demasiado evidente como para cerrar los ojos. Por seguir con la analogía de los Estados Unidos, es más fácil olvidar que bajo el mando de Obama se asesinaba a distancia con drones, de forma muy civilizada, que mirar para otro lado ante el gritón loco de Trump. Por cierto, pongo los ejemplos con Trump porque es más jugoso pero no paso por alto que mientras escribo estas líneas, “cara al sol” es trending topic en España.

Cuando el capitán es atrapado por los suyos, y se le lleva a juicio, vemos la condescendencia de quien realmente no se siente amenazado por él sino todo lo contrario: también lo considera una herramienta de utilidad. De esta manera, la película se adentra en la crítica del propio sistema y de cómo estos monstruos están, en realidad, amparados en un sistema corrupto, aunque de cara a la galería lo nieguen.

Para terminar, solo me queda alabar el trabajo del director, Robert Schwentke, con un blanco y negro contundente. Es además es el único guionista de la película. Ojalá siga haciendo cine en Alemania, su país natal, porque en su carrera en EEUU no ha hecho más que basura. Esto encaja muy bien con la película. Cuando EEUU se desmorona por el fascismo emergente, volver a casa, a Alemania, a la cuna del nazismo, para recordar al mundo de qué va todo esto.

el-capitan

The Captain

Media Flipesci:
6.6
Título original:
Der Hauptmann
Director:
Robert Schwentke
Actores:
Max Hubacher, Milan Peschel, Frederick Lau, Bernd Hölscher, Waldemar Kobus, Alexander Fehling, Samuel Finzi, Wolfram Koch, Eugenie Anselin, Hendrik Arnst, Haymon Maria Buttinger, Blerim Destani, Marko Dyrlich, Rike Eckermann, Sascha Alexander Gersak, Britta Hammelstein, Jörn Hentschel, Alexander Hörbe, Annina Polivka, David Scheller, Shannon Staller, Christian Wagner, Harald Warmbrunn
Fecha de estreno:
21/09/2018