La agenda del Zinemaldi ha querido que el día en el que el otoño ha llegado a Donosti, tanto la estación del año, como el climatológico, se presenten en la sección de NNDD dos óperas primas con la palabra primavera en el título: 16 Printemps / Spring Blossom de la francesa Suzanne Lindon y la coproducción entre Holanda y España La última primavera de Isabel Lamberti.

16 PRINTEMPS / SPRING BLOSSON de Suzanne Lindon

A sus veinte años, la hija de Vincent Lindon y Sandrine Kiberlain, dos grandes de la interpretación en Francia, se ha metido a dirigir, escribir y protagonizar este film sobre la relación entre una adolescente de 16 años y un apuesto actor de 35. Terrenos delicados, sensibles y hasta peligrosos por los que la debutante (de hecho debuta tanto como actriz, como guionista y como directora) transita con acierto y encontrando el tono adecuado.

Suzanne es una adolescente en pleno despertar sexual a la que sus amigos, el colegio y las fiestas adolescentes le aburren y no acaba de encajar. Ha dejado de ser una niña, pero aún no es adulta. En su habitación tiene un poster de Bambi. Pero también otro de A nuestros amores de Pialat cuya protagonista es una adolescente llamada Suzanne.

Raphaël es un actor que interpreta una obra en un teatro por el que Suzanne pasa a diario camino al Instituto, harto ya de interpretar la misma obra una y otra vez y de no entenderse con el director de la obra y sus compañeros de reparto. Y poco más nos contará Lindon sobre él. Poco más sabremos sobre su pasado o sus motivaciones. La historia es la de Suzanne y los 73 minutos de película tampoco daban para más.

Ella lo verá, le gustará, se obsesionará, se hará la encontradiza hasta conocerlo y se enamorará, pero más como en un juego casi inocente que en un flirteo a lo Lolita. Más por curiosidad que en busca de una pasión. Como una novedad. Como algo que le saque del aburrimiento y de la melancolía. Cuando se conozcan surgirá un vínculo. Un crush. Una conexión platónica. Una relación romántica. Dos personas en momentos diferentes de sus vidas que congenian porque en realidad son lo que cada uno necesitaba en ese momento.

La mirada de Lindon es en todo momento subjetiva y melancólica. Íntima y evocadora. Tierna. No busca la naturalidad o el realismo. La forma más explícita y visual la conexión especial entre los dos protagonistas es a través de la música y el (micro)baile. Una compenetración tan especial que al escuchar una misma música ambos realizarán los mismos movimientos de forma sincronizada. Una conexión mágica y sugerente.

LA ÚLTIMA PRIMAVERA de Isabel Lamberti

Tras una exitosa carrera en la dirección de cortos y participar en la versión holandesa de la serie Skam, Isabel Lamberti debuta en el largo con esta historia sobre las últimas semanas de estancia en la Cañada Real de la familia Gabarre Mendoza. Los nuevos planes de los propietarios de los terrenos les obligarán a ser reubicados en otras viviendas ya que su barriada de chabolas de las afueras de Madrid va a ser arrasada.

Con un estilo realista Lamberti muestra la forma en la que las distintas generaciones, los distintos miembros de la familia hacen frente a una situación que va a revolver sus vidas de arriba a abajo. Algunos lo asumirán como una oportunidad, a otros les generará una depresión, a otros les dará miedo que la nueva situación pueda romper los estrechos vínculos familiares existentes al no poder seguir viviendo cuatro generaciones bajo el mismo techo…

La última primavera es una ficción, sus formas y sus hechuras son las de un drama realista, pero su reparto (auto)interpreta a las versiones para la película de sus propias personas. Y es también el testimonio de una forma de vida condenada a desaparecer, de una forma de vida en vías de extinción.

New Directors 20202