Tan lejos como Corea del Sur. Tan cerca como aquí a la vuelta de la esquina. Desde esos dos sitios llegan las dos películas presentadas en la sección NNDD. La coreana es Gull dirigida por la debutante Kim Mi-jo. La vasca es Hil Kanpaiak del pamplonés Imanol Rayo.

GULL de Kim Mi-jo

Tras ganar el Gran Premio de la competición coreana en el último Festival de Jeonju, llega al Zinemaldi la ópera prima de esta joven directora. En ella, nos vuelven a demostrar que si bien en temas de cine y gestión de pandemias Corea del Sur es una país a envidiar, como sociedad tiene mucho recorrido de mejora.

La protagonista es O-bok, una mujer de 61 años, casada y madre de tres hijas, que lleva media vida regentando un puesto de venta de marisco en un pequeño mercado local. La película arranca cuando por fin su hija mayor les anuncia su intención de casarse y conocen a sus futuros consuegros. Pero las buenas noticias para O-bok acabarán ahí. Esa noche, tras haber bebido demasiado alcohol será víctima de una violación. Si bien al principio decidirá dejarlo pasar, al final decidirá buscar justicia.

Centrándose en su protagonista, con una mirada sensible y humana hacia ella y su lucha solitaria por recuperar la dignidad, Mi-jo retrata una sociedad en la que prevalecen el egoísmo y la propia supervivencia frente a la solidaridad o el compañerismo. Incluso dentro de la propia familia. Una sociedad clasista en la que el escaso apoyo para los más desfavorecidos los coloca a merced de los más poderosos y en la que el conservadurismo en sus valores hace a los sujetos demasiado sensibles a las habladurías, los rumores y el qué dirán.

Gull no es maniquea. No es cuestión de buenos y malos, sino de distintos niveles de precariedad que los llevan a establecer distintas prioridades en sus formas de actuar. Kim Mi-jo toma parte, es inevitable, pero también consigue transmitirnos las razones de los demás. Gull es cine de denuncia social. Efectiva y con pegada. Pero lo hace a través de la vivencia íntima, personal y desgarradora de su protagonista y de una mirada empática hacia su entorno para desde ahí trascender a lo general. Y todo ello en sólo 75 minutos.

Gull
6.3

HIL KANPAIAK de Imanol Rayo

Tras ganar en 2011 el premio a la mejor película vasca presentada en el Zinemaldi con Bi anai, el pamplonés Imanol Rayo vuelve al Festival con este drama familiar en compañía de lo más granado del star system euskaldun: Itziar Ituño, Eneko Sagardoy, Iñigo Aranburu, Asier Hernández, Yon González, Josean Bengoetxea, Kandido Uranga.. Con su drama familiar con raíces en el pasado, su localización en un entorno rural, su pueblo pequeño, su caserío, sus bosques, su humedad, su lluvia, sus helechos y sus musgos, Hil Kanpaiak tiene bastante en común con esos thrillers a la vasca de los que la Trilogía del Baztán es su máximo exponente.

La acción transcurre en tres tiempos: 1972, 1990 y 2004. A partir de la aparición de un misterioso esqueleto humano y con una estructura con continuos saltos temporales, pero afortunadamente sin necesidad de rótulos explicativos que lo indiquen, la película recorre los últimos años del caserío Garizmendi y sus habitantes. A través de la repetición de los mismos planos en distintas épocas que si bien en un principio pueden parecer desconcertantes e injustificados, Rayo fija el espacio en el que transcurre la acción en las distintas épocas en las que transcurren. En cada una de las épocas ocurrirán hechos transcendentales, sobre todo trágicos que serán la causa, germen y explicación de desgracias futuras.

En su misterio se acumularán conflictos fraternales, paternidades inciertas, la implicación de las fuerzas de seguridad del Estado en el trapicheo de drogas, la influencia de la iglesia, las relaciones de conveniencia, las amistades peligrosas, la vida en los pueblos pequeños, el matriarcado y algunos elementos más. Tantos que el conjunto a falta de un desarrollo más profundo de sus componentes resulta arbitrario y deslavazado, lo que acaba jugando en su contra.

El guión va dando pistas y no se reserva grandes golpes de efecto. A pesar de cierta tendencia al tremendismo a la vasca, Hil Kanpaiak es de esas películas que hacen sentirse inteligente al espectador, capaz de predecir unos minutos antes de que ocurran gran parte de los hechos que van a acontecer. Honesto por parte del guionista, pero en una película de misterio las sorpresas bien trabadas forman parte de su desarrollo y en Hil Kanpaiak no existen.

New Directors 2020