El impacto del VOD

Creo firmemente que el cine, tanto en su vertiente más lúdica como en la más artística, se ve mejor en las salas de cine. Es un placer incomparable cuando se disfruta en una sala oscura, con gran calidad de imagen y sonido, proyectado en una pantalla grande. Si además estás acompañado de más gente adquiere un componente social que supone un importante plus. Las risas son más divertidas si están acompañadas y lo mismo pasa con cualquier otra sensación que nos pueda provocar una película: emoción, suspense, incomodidad, asombro… es algo contagioso. Una sesión en buena compañía puede potenciar los valores de una película (como bien saben en Bang Bang). Sólo en el cine se ve de cine.

Ahora bien, seamos sinceros. No todas las salas de cine son oscuras, tienen grandes pantallas, ni buena calidad de imagen y sonido. Todos habremos estado en salas en las que veíamos una película y escuchábamos, también, la de la sala de al lado. Tampoco la compañía en la sala siempre es buena: alguien sacando el móvil y deslumbrándote en mitad de una película, moviéndose insistentemente, hablando, comiendo o haciendo comentarios en voz alta puede arruinarte una película. Además, las salas de cine tienen otra pega: el usuario se tiene que amoldar a sus horarios y desplazarse hasta allí. El VOD permite ver una película de un catálogo amplísimo cuando se quiera y cómo se quiera. Es cómodo.

El impacto del VOD – Cobeaga: «Si piensas que el cine es el lugar sagrado, silencioso y oscuro donde realmente se ve una peli, vas poco al cine»

15/04/2018 - Ricardo Fernández

Borja Cobeaga (director de 'Fe de etarras' y guionista de '8 apellidos vascos') nos cuenta su visión sobre el impacto del VOD (Netflix, Movistar +, Amazon Video...) en el cine actual. Leer más

El cine (en salas buenas) gana al VOD en capacidad absorción, en emoción, en su faceta social y, de momento, en actualidad. El VOD gana en precio, comodidad, amplitud de catálogo y facilidad de acceso. ¿Son compatibles ambos modelos? Yo creo que si. Toda la gente que hemos preguntado cree que si. Pero algo tiene que cambiar. Eso lo teníamos claro y por eso iniciamos esta serie de artículos sobre el tema en la que hemos preguntado a algunas de las personas más relevantes de la industria. Netflix no ha contestado a nuestra petición (han sido los únicos en no hacerlo) y nos da mucha pena. Ojalá no fueran tan opacos. 

Tras muchas horas dedicadas a este tema, esto es lo que yo pienso del tema

Las ventanas

Las ventanas están obsoletas, eso lo saben hasta quienes las defienden” (Àngel Sala)

En principio parece claro que las ventanas protegen a los cines. Digo parece porque como dice Javi Pachón esta es una industria con pocos datos. Hay casos en que el estreno simultáneo ha funcionado bien. Por ejemplo Rompenieves (Snowpiercer), la anterior película de Bong Jong Hoo (Okja). Se estrenó en España (cosa que no se puede decir de todas sus películas) en 16 pantallas. En dos de ellas, una de Barcelona y otra de Madrid, fue realmente bien (de los 16.000€ de recaudación, 10.000€ fueron allí). Animados por ese éxito varios cines más la estrenaron la siguiente semana llegando a las 37 pantallas y manteniendo las cifras de espectadores. Lo curioso es que esta era una película que había sido estrenada por Movistar+ y por eso varias cadenas de cines se habían negado a estrenarla. ¿Pasaría lo mismo con el estreno simultáneo de cualquier película? Seguramente no. La balanza  cine contra VOD, es decir «absorción + emoción + evento social» contra «precio + comodidad + facilidad» no se inclina hacia el mismo sitio para todo el mundo. El público de todas las películas no es el mismo y la proporción de resultado de esa balanza no es la misma entre todos esos públicos. Las ventanas tienen que ser menores, tienen que ser más flexibles y no hay que boicotear el estreno simultáneo por sistema. Es un error pensar que todas las películas necesitan el mismo tratamiento, que todas tienen los mismos problemas, que lo que funciona o deja de funcionar para unas lo hace para todas.

A Rompenieves no le fue mal con su estreno simultáneo

¿Por qué los cines deberían renunciar ese derecho que tienen con las ventanas? Porque, como reflejan los datos, el cine está perdiendo relevancia social y si no ponen facilidades y se niegan a poner ciertas películas corren el riesgo de quedarse fuera de la actualidad y pasar a ser más irrelevantes aún.

¿Por qué a las plataformas no debería importarles una ventana razonable? Porque a día de hoy, todavía, el cine supone una plataforma de promoción inigualable para ellas. De hecho Netflix quiere ir a Cannes, Netflix quiere ir a los Oscar, Netflix quiere aprovecharse de estructuras de comercialización, difusión y mercado que crearon hace mucho tiempo los responsables de la industria tradicional de cine. Si quiere usar sus estructuras es normal que tengas que pagar un peaje.

Creo firmemente que pueden convivir y que una vez superado esta pelea de gallos, poco a poco, se irán articulando mecanismos de convivencia que beneficiarán a los dos. Hasta dónde yo sé, por las conversaciones que hemos tenido estos días, negociaciones hay.

 

La modernización de los cines

«Los cines se van a ver abocados a una modernización de sus salas. Para sacar a la gente de casa van a tener que darles unas condiciones de imagen, de sonido, de confort, de restauración y con restauración me refiero a comida y bebida» (Fernando Bovaira)

Todo el mundo parece coincidir, y yo pienso lo mismo, en que el futuro pasa por grandes cines, con unas instalaciones que realmente marcan la diferencia (grandes pantallas, buenas butacas, últimos avances en sonido), servicios de restauración (comida y bebida) y una programación centrada en grandes superproducciones. Una experiencia que marque la diferencia con verla en casa y que favorezca (y monetice) el aspecto más social y festivo de ir al cine. También es verdad que algunos de estos proyectos, sinceramente, me horrorizan porque ven los cines no como un lugar donde se ve una película, sino como un sitio donde ir a tomar una copa, cenar, charlar y, de paso, tener una película de fondo. Un lugar al que la gente va incluso si no le interesa la película o sin que la película sea lo más importante. Cómo en todo, hay ofertas para todos los gustos y no necesariamente se tiene porque llegar a esos extremos al potenciar la parte de restauración y la social.

Estos grandes cines convivirían con otros más pequeños, con una programación más selectiva y una labor de curaduría centrados en el público más cinéfilo (y claramente minoritario). Nada que no pase en otros sectores: Hay circuito de conciertos de estadio y circuitos de salas pequeñas; hay grandes musicales y pequeñas producciones teatrales, hay editoriales que buscan el best-seller y pequeñas editoriales que buscan la diferenciación y una cierta línea editorial… Hay una industria cultural para el gran público y otra más pequeña para el más aficionado o entendido. La culpa de esto no la tiene el VOD, de hecho en el VOD existe la misma diferenciación: no es lo mismo Netflix que Filmin.

¿Cerrarán cines debido a esto? Sin duda. Como cinéfilo me da pena, para mi mejor cuanta más oferta haya; pero siendo sincero hay algunos que se lo merecen. Vivo en una ciudad en la que los cines cuidan y piensan tanto la programación como las instalaciones; pero los últimos cines que cerraron en San Sebastián eran un despropósito en todos los aspectos. Han sobrevivido pocas tiendas de discos, pero las que han sobrevivido suele ser porque tienen algo que las hace especiales. Pasa lo mismo con las librerías o con cualquier pequeño comercio. Igual tendremos menos cines, pero los que queden no les tendrán más remedio que ser mejores en la línea que quieran seguir (cine mayoritario o de curaduría) porque ahora es más difícil llenar una sala de cine que antes. Y no sólo por el VOD, sino porque la oferta de ocio ha aumentado muchísimo. Como decía Maraval, el cine no compite sólo con el VOD, también compite contra los espectáculos deportivos, los conciertos, los musicales, los bares…

Eso si, que haya menos salas no siempre implica que haya menos películas en cartelera ¿o en los años buenos no nos quejábamos de que las películas siempre eran las mismas en todas las salas? Que el pez grande se coma al chico no es culpa del VOD. Las grandes cadenas de exhibición se cargaron a las independientes y eso ha pasado en todos los sectores.

 

La cantidad de películas

«Sobran películas y faltan espectadores» (Jaume Ripoll)

Cada vez se hacen más películas, eso es un dato objetivo. El número de pantallas, en cambio, está bajando en España y se mantiene en Estados Unidos y el resto de Europa. Está claro entonces que no hay sitio para que todas las películas se estrenen en cine y cuando lo hacen, en un mercado con ocho o nueve estrenos semanales, no siempre disponen de las condiciones que queremos (para mi el pase en VO es indispensable), en los horarios que podemos o duran lo suficiente en cartelera como para que las encajemos en nuestro tiempo libre.

Ante esta situación el VOD nos ofrece la posibilidad de ver películas en casa. Por supuesto es peor que verlas en el cine (siempre que sea un cine en condiciones y no un pase de los que comentaba Cobeaga en su entrevista, que también los hay); pero verlo en casa es mejor que no verlo. Nos podemos poner puristas con la calidad de visionado, pero también nos podemos poner puristas con la música y en cambio casi nadie lo hace: ¿escuchamos la música en unos buenos altavoces, bien ecualizados, bien colocados y a partir de una fuente de calidad? La mayoría de nosotros no. Incluso los que hemos invertido dinero en un buen equipo hemos puesto, por ejemplo, los altavoces dónde se podían poner y no en el sitio óptimo. O ese disco que no tenemos lo hemos escuchado a través de Spotify y no siempre con la máxima calidad. ¡La gente ve películas en la tablet! Si, y escucha discos en el coche…. (por no hablar de las reediciones mal masterizadas que dan para otro artículo). Con el cine pasa lo mismo. A veces hay que sacrificar la calidad óptima, si; pero cada uno sabrá donde pone el listón. Cada vez las televisiones son mejores, los equipos de sonido también y las conexiones son más rápidas (lo que permite mejor calidad de streaming). Yo ahora veo las películas en casa con mejor calidad que antes.

El peligro para la forma de rodar

«Tendría bastante presente en mi cabeza cómo y dónde se vería la peli y eso podría influir en cosas como la planificación, el tempo o el ritmo del montaje» (Jon Garaño)

Hay cierto miedo de que el VOD y el visionado en casa afecte al estilo del cine, que se ruede para televisión en vez de para pantalla de cine, que se empobrezca el lenguaje y se empiece a abusar de los primeros planos o los planos medios. Yo creo que esto no va a pasar. Creo que el cine, más o menos mayoritario, no va a morir y va a seguir habiendo directores de CINE.  Igual que sigue habiendo directores de teatro aunque este no viva su mejor época. Creo firmemente que el VOD no va a empeorar el cine, sino que va a mejorar los telefilms. Hasta hace no tanto los grandes actores no hacían televisión, tampoco los directores de primera línea. Esto ya no es así y eso favorece, sin duda, a la calidad de esas producciones para televisión. El talento siempre acaba brillando. Pensemos en cuando llegó el cine sonoro. Ya no era necesario explicar todo con la cámara e imágenes lo que, unido al escaso alcance de los micros y la pesadez de las cámaras, empobreció el lenguaje visual. Lo que antes se narraba a partir de un encuadre un movimiento de cámara pasó a solucionarse con una línea de diálogo. Claro que luego llega Fritz Lang y rueda M, el vampiro de Düsseldorf y demuestra que lo importante es el talento.

M, el vampiro de Düsseldorf de Fritz Lang

Además, seamos sinceros, la gran mayoría de películas que ocupan la cartelera no son brillantes ejercicios de estilo de una plasticidad exquisita. Por otro lado nuestras televisiones son cada vez más grandes y con mayor resolución. ¿Qué la gente lo ve en móviles y tablets? No es lo normal y así lo dicen las estadísticas. Por otro lado, la inmensa mayoría del cine que nos interesa se ha rodado para ser estrenado en salas porque la producción original de Netflix es sólo una pequeña parte de la producción cinematográfica global.

Por supuesto que películas como El hilo invisible o Isla de perros las disfruto mil veces más en un cine. Por muy buenas que sean nuestras televisiones o equipos de sonido, la experiencia de verlas en una sala es muchísimo mejor (por cierto, le pasa lo mismo a Apocalipsis Now, una de mis películas favoritas, que jamás he podido verla en un cine y sigue siendo una de mis películas favoritas); pero no todas las películas que veo son como esas dos (por desgracia).

El impacto del VOD – Jaime Rosales «Una película de Scorsese es una película de Scorsese en cine, en video, en televisión o en VOD»

17/04/2018 - El Contraplano

Seguimos con el impacto de las plataformas de cine en internet, el VOD. En este artículo preguntaremos sobre su punto de vista a Jaime Rosales, director de películas como 'La soledad', 'Tiro en la cabeza' o 'Hermosa juventud'. Leer más

Además, se habla de “el cine” como un ente único que engloba todo tipo de diferentes estilos y públicos, cuando esto no es así. Una cosa son las superproducciones y otra los ejercicios más arriesgados. Con las superproducciones no suele haber problemas para verlas en cartelera, ¿pero y el cine de autor? Nos echamos las manos a la cabeza porque Okja no se ha podido ver en pantalla grande ¿estamos seguros de que se hubiera estrenado en pantalla grande en España? ¿Y en VO? ¿Y en cuantos cines? ¿Y cuánto tiempo? ¿Y en qué fecha? Está claro que la política de Netflix ha impedido a mucha gente poder verla en cines, pero no es menos cierto que ha permitido verla, de manera legal y generando un retorno a su autor, a mucha gente también. ¿Cuál de los dos factores es más importante?

 

Los abusos de poder

En el sentido de concentración de poder, siempre hemos vivido en una industria donde pocos acumulaban el poder. Por ahí veo el problema de siempre“. (Borja Cobeaga)

Otro tema que preocupa es la excesiva concentración de poder, un mal endémico de nuestro tiempo. Sin embargo, ¿cambia mucho la entrada de estos gigantes? En España Antena 3 y Tele 5 copan los primeros puestos de taquilla sistemáticamente; en el mundo, Disney posee el control de Pixar, Marvel, 21st Century Fox y Lucasfilms además de estar en los canales de televisión ABC, ESPN y los suyos propios; en Estados Unidos AMC ha tenido que hacer frente a demandas antimonopolio porque daba trato preferente a las grandes distribuidoras frente a las independientes… ¿De verdad la entrada de nuevos gigantes es el problema? Como decía Cobeaga, la situación actual no es un problema nuevo, es el problema de siempre. Algo parecido decía Garaño “los grandes estudios siempre han dominado la industria y los autores independientes han tenido que buscar su camino”. De momento, para todos esos independientes, el VOD está suponiendo una nueva forma de financiación y exhibición.

El impacto del VOD – Jon Garaño: «No creo que Netflix quiera acabar con el cine»

11/04/2018 - El Contraplano

Seguimos nuestra serie de entrevistas relacionadas con el VOD (Video on Demand o Vídeo a la carta, como Netflix o Movistar+) con Jon Garaño, uno de los directores de 'Handia' Leer más

Es cierto que, de momento, si quieres ver algunos títulos de producción propia no te queda más remedio que pagar a la plataforma VOD. Lo mismo que pasa con muchas series, o muchos deportes. No veo dónde está el problema si existe la competencia. Y por grande que sea Netflix la competencia existe y no va a disminuir: Disney ya ha anunciado que creará su propia plataforma (y quitará sus títulos a Netflix), HBO, Hulu, Movistar+, Sky y propuestas más pequeñas como Filmin o Mubi, además de las grandes cadenas de televisión y estudios que ya existían. Hay competencia para negociar con los creadores como hacer y financiar sus películas y hay competencia para que el usuario escoja a quién quiere pagar. No existen contratos que te esclavicen a una sola marca o te obliguen a una permanencia exagerada. ¿Hay que vigilar para que no ocurran abusos de poder? ¡Por supuesto! Como en todas las industrias. Con Netflix, con Disney, con AMC, con Amazon, con Google, con el Banco Santander, con Inditex o con Walmart. Hay movimientos, como que Amazon no deje funcionar su aplicación de vídeo en el Chromecast, que me parecen peligrosos y preocupantes, pero no tienen que ver con el modelo de exhibición, que es de lo que estamos hablando ahora, ni son exclusivos de este tipo de plataformas en el mundo del cine.

¿Están empresas como Netflix utilizando tácticas deshonestas para acabar con la exhibición tradicional? No lo creo y a tenor de los datos eso no está ocurriendo. En España ha habido un repunte de espectadores los últimos 3 años (coincidiendo con la llegada de estas plataformas) y en Estados Unidos, aunque la asistencia per capita sigue a la baja, el número de pantallas de cine se mantiene estable.

La desaparición de intermediarios es otro problema, y este sí relacionado con el modelo de distribución. No veo el problema de que las plataformas tengan sus películas, series o programas en exclusiva si han pagado por ello, siempre y cuando cualquiera pueda acceder a su plataforma y no dependa de la marca del aparato de TV, la compañía de internet (como le ocurre a Movistar+) o algún otro factor del estilo. Antes íbamos a un videoclub y alquilábamos películas de cualquier compañía, ahora los videoclubs tienen los catálogos limitados… claro, que antes alquilábamos las películas al distribuidor a través del videoclub, igual que ahora alquilamos las películas al distribuidor (Netflix, Amazon, HBO) a través de nuestro proveedor de internet. Igual el papel del videoclub no lo hace Netflix, igual lo está haciendo el proveedor de internet. Por eso me parece más importante vigilar la neutralidad de la red que el modelo de distribución

En la transformación de modelo pueden desaparecer intermediarios y empresas (cines, videoclubs, distribuidores…), ¿se crearán nuevos puestos de trabajo para reemplazarlos? ¿Estamos dispuestos a pagar más para mantenerlos? Porque una de las claves de la reducción de costes es la reducción de intermediarios. Es una pregunta imposible de responder que afecta no sólo a la industria del cine sino a la economía y a la sociedad global. Por cierto, con la llegada de cine sonoro se despidieron a muchos músicos que tocaban en las orquestas de los cines. Hubo protestas e incluso huelgas.

El cine como arte

«Netflix es un productor que está tomando riesgos que nadie toma, en el formato de las películas, la originalidad, la libertad» (Vincent Maraval)

Otra argumento que se suele blandir en contra de Netflix es la calidad de sus producciones: Hacen películas como churros, crean el hype y enseguida pasan al olvido porque sólo promocionan su marca y no la película. Es cierto, claro. Ellos tienen su sistema de publicidad y lo hacen bien, porque han conectado con su público. En cuanto a la calidad, en fin, volvemos a lo mismo de antes ¿es muy diferente Netflix de los grandes estudios tradicionales? ¿Son las películas de Netflix peores que la media de los blockbuster de los grandes estudios tradicionales? ¿Alguien se acuerda ya de La Momia, Tomb Raider, Jack Reacher 2 o La Liga de la justicia? Las películas más arriesgadas, más artísticamente atrevidas, más novedosas, más transgresoras, no suelen estar respaldadas por los grandes estudios. Es lógico, una gran inversión suele venir acompañada de un riesgo muy bajo y, como explicaba Fernando Bovaira, en un entorno globalizado las grandes producciones tienen que funcionar en todo el mundo, con lo que se tiende al mínimo común denominador y a la fórmula conocida. Con o sin Netflix el cine diferente tiene muy difícil llegar a ser proyectado en una sala de cine, ahora por lo menos es más fácil que llegue a nuestras casas de manera legal y generando un retorno, insisto, a sus autores. Además, gracias a este nuevo mercado hay una nueva línea de posible financiación para esos proyectos.

Como decía Josemi, las filmotecas, instituciones públicas, muestras, festivales o cineclubs existen y seguirán existiendo para mostrar la historia, el presente y las líneas de futuro del cine como expresión artística. Este tipo de instituciones hacen una labor importantísima en la que anteponen otros criterios por encima del comercial, muchas veces con dinero público por medio.

El impacto del VOD – Los Festivales: Àngel Sala y Josemi Beltrán

24/04/2018 - El Contraplano

Una de las discusiones habituales sobre el VOD es si las películas que van directamente a VOD pueden competir en premios y festivales (el famoso enfrentamiento Cannes vs. Netflix). Por eso hablamos directamente con Àngel Sala (director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges) y con Josemi Beltrán (responsable de la unidad de cine de Donostia Kultura y de su Semana de Terror). Leer más

Aquí es donde entra en juego una propuesta muy interesante que nos hacía Borja Cobeaga cuando afirmaba que, a cambio de la simultaneidad de estrenos, “obligaría a invertir (a las plataformas VOD) en producción nacional, a aportar a un fondo de cinematografía del que podrían beneficiarse las salas”. Es una idea que encuentro maravillosa. Que estas empresas, o los grandes estudios tradicionales, aporten a un fondo del que puedan beneficiarse salas (que cumplan ciertos requisitos) e instituciones que se dediquen a proteger y divulgar el cine más alternativo (muestras, cineclubs, filmotecas), porque creo que las instituciones deben proteger el arte y la mejor manera de representarlo. Ojo, que una idea buena puede ejecutarse mal, como decía Vincent Maraval de la excepción cultural francesa: “La excepción cultural, a partir de una buena intención, se ha convertido en una gigantesca  tontería que premia la pereza, el inmovilismo y las ventajas competitivas de los viejos productores en un sistema económico cerrado. Hoy en día produce una cantidad de telefilms, financiados por televisiones, superior a las obras cinematográficas”. En cualquier caso, esta es una línea que me parece muy interesante.

Conclusiones

 

  • El cine y la VOD no sólo pueden convivir sino que deben hacerlo porque los dos pueden salir beneficiados.

 

  • Si Netflix quiere aprovechar la estructura de promoción y exhibición de producto que ha creado la industria tradicional (los Oscar, Cannes) es normal que tenga que ceder. Si los cines quieren aprovecharse de los productos que están financiando las plataformas de VOD es normal que tengan que ceder.

 

  • No todas las películas son iguales, no todas tienen que ser tratadas igual. Las normas tienen que ser flexibles.

 

  • En las salas de cine las películas se ven mejor que en casa (casi siempre), pero verlas en casa tampoco es el fin del mundo.

 

  • El VOD no va a acabar con el cine, pero sí está mejorando la televisión. Que el cine pierda relevancia no es culpa del VOD sino de los cambios en la sociedad. Igual que el teatro, el jazz o la música clásica. Sin embargo ninguna de esas disciplinas ha muerto.

 

  • Los cines van a tener que evolucionar, muchos cerrarán y los que queden tendrán que especializarse y trabajar sus instalaciones y sus programaciones. Eso puede ser muy caro y me parecería bien que se les ayudase con un fondo al que contribuyeran las plataformas VOD.

 

  • La concentración de poder y los peligros de abuso no me parece que vengan definidos por el cambio de modelo de distribución, sino por la naturaleza del sistema económico global. No sólo me da miedo Netflix, también Disney, Warner o Cinesa, por ejemplo.

A mi me gustaría que todas las plataformas de VOD fueran como Filmin y trabajasen junto a las distribuidoras y los exhibidores. Ese es el que yo creo que es el modelo ideal. También me gustaría que hubiera muchos cines y que estos cuidasen la programación y las instalaciones. Creo que cuidando al público y el producto es más fácil engancharlo porque sigo creyendo que el cine es un espectáculo barato en relación a la satisfacción que produce. Pero también creo que Netflix tiene todo el derecho del mundo a decidir la salida que quiera para sus productos, creo que no se les puede obligar a exhibir en cines. Es mejor crear un tablero de juego nuevo y convencerles con argumentos que les demuestren que todos pueden salir beneficiados.

Por cierto, las conclusiones a las que ha llegado Iñaki son muy distintas a las mías. Aquí os las dejo.

Netflix: es el mercado, amigo

26/04/2018 - Iñaki Ortiz Gascón

En El Contraplano queríamos escribir sobre un tema que nos preocupa, el impacto del cine online y principalmente del peso de Netflix. Pensamos que era conveniente hablar en profundidad con gente del sector. Al final, como habéis podido comprobar si habéis seguido nuestra serie sobre el impacto del VOD, el volumen de entrevistas ha crecido […] Leer más

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