Festival de cine de San Sebastián

Ni The Other Lamb, ni Vendrá la muerte y tendrá tus ojos han conseguido levantar el par de días tibios que llevamos en Sección Oficial. Eso si, lo más estimulante ha venido desde fuera de concurso, con la expulsada (con todo el motivo del mundo) Zeroville. Precisamente de esa nos habla Iñaki en su videoblog y luego también habla de Parasite, pero entre nosotros y ahora que no nos ve, con Parasite se equivoca.

The Other Lamb

Cuando se anunció la Sección Oficial de esta edición del Zinemaldia el de Malgorzata Szumowska fue uno de los nombres más conocidos. La directora polaca con una importante presencia en Festivales como Berlín, Sundance o Locarno, además de muchos y variados premios, era a priori uno de los platos fuertes de esta edición con The Other Lamb, su primera película rodada en inglés. La sensación después de los pases de prensa es que la película ha sido acogida, en general, con tibieza. Ni demasiado entusiasmo, ni demasiado reproche.

The Other Lamb narra la historia de una secta, llamada El rebaño, formada por mujeres y dirigida por un hombre al que llaman El Pastor. Las mujeres, que se dividen entre hijas y esposas, rinden culto y adoración a la figura de El Pastor y él decide quién le acompaña y quién es su favorita. Selah, una joven adolescente quiere pasar de ser hija a esposa, y anhela el favor de su líder. En torno a este planteamiento Szumowska construye un relato alegórico sobre el heteropatriarcado y la opresión a las mujeres.

El problema de la película es que esa alegoría se capta a los diez minutos y no aporta mucho más que una idea básica. Los personajes quedan muy definidos enseguida y no hay sorpresa en su desarrollo, cuando hay desarrollo. La historia también avanza exactamente por donde se supone que tiene que avanzar. Szumowska, eso si, otorga a la película un empaque visual muy vistoso, muy adornado de imágenes poderosas y oníricas mucho más ambiciosas que el desarrollo argumental. Sin embargo tampoco consiguen dotar a la película de matices, ni crear una atmósfera lo suficientemente perturbadora que requeriría una historia así. Enseguida vemos los recursos que va a utilizar la directora y dejan de sorprender o impactar. Uno tiene la sensación de que esta película llega tarde.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

El director chileno José Luis Torres Leiva toma el nombre de un poema de Cesar Pavese para su última película. La historia de dos mujeres, pareja sentimental, que tienen que enfrentarse a la enferemdad terminal de una de ellas. Las dos se mudan a una casa en el bosque mientras esperan que llegue el final.

Torres Leiva trata de que la película la protagonicen los sentidos. El tacto, el oído, el gusto, es una película que trata de resultar muy física desde la poesía visual. Primerísimos planos de cuerpos, de roces de piel, de bocas mordiendo, el sonido de la naturaleza, la sensación de estar vivo. Un intento de conectar lo terrenal con lo espiritual que a veces me hace pensar en Naomi Kawase. También se pueden encontrar referencias a Joao Pedro Rodrigues y su O ornitologo en una película que, a su vez, parece contener otras películas en su interior pero que no terminan de ensamblar y contribuyen a dispersar más aún el ya disperso hilo narrativo. Su ritmo es tan lento y pausado que a veces tengo la sensación de que se detiene y que la película no avanza, sino que gira en torno a si misma.

Eso si, la mejor escena queda para el cierre de la película. No solo por sorprendente, que lo es y mucho, sino porque además está cargada de significado.

Zeroville

Tras salir de concurso ayer no le hicimos caso; pero viendo los comentarios positivos que tuvo hemos decidido rectificar. La película de James Franco es un divertido y alocado homenaje al cine basado en la magnífica novela de Steve Erickson. Aunque yo soy algo menos entusiasta que Iñaki, también la he disfrutado eso si, os dejo con su reseña.

Zeroville: A quién le importa la continuidad

23/09/2019 - Iñaki Ortiz Gascón

7 Varias veces en Zeroville se desprecia la continuidad en el montaje. Bien podría haberse despreciado cualquier otra norma académica que consigue que una película tenga un aspecto presentable. Zeroville no lo tiene. Zeroville, que ha desaparecido de la sección oficial del Festival de San Sebastián -precisamente por saltarse las normas- podría muy bien estar […] Leer más

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