En El Contraplano estamos hablando de cuáles son los caminos que está tomando el nuevo cine de Hollywood en la era digital, y un género clave es el género de terror. El cine de terror está de moda. Lo está a niveles sorprendentes, no se trata solo de una cierta tendencia. Mirando el gráfico de películas de terror que se realizan cada año, se aprecia de manera apabullante cómo ha crecido, sobre todo en este siglo.
Estas películas no aparecerán habitualmente en el TOP 10 de recaudación pero no lo necesitan para nada porque son mucho más baratas que otros taquillazos. Vamos con un ejemplo, Anabelle: Creation, la segunda entrega de esta saga que nació de Expediente Warren. Recaudó 306 M$ en todo el mundo. Esa cantidad la deja en un lejano puesto 31 del ranking de 2017 por lo que puede pasar desapercibida. La cuestión es que mientras la película más taquillera de ese año, Star Wars Ep. VIII. The Last Jedi costó algo más que eso (317 M$), Anabelle: Creation solo había costado 15 M$. Costó 15, recaudó 306. Si The Last Jedi hubiera recaudado 306 M$ habría tenido grandes pérdidas. Una regla aproximada, simplificando mucho, es que para que una película sea rentable, su recaudación mundial tiene que doblar el presupuesto. The Last Jedi multiplicó por 4 su presupuesto y quedará en las listas de las películas más taquilleras. Anabelle: Creation, mucho más discretamente, multiplicó por 20 lo que había costado. Esta es, sin duda, la clave de la proliferación del terror: películas baratas que ganan mucho dinero. ¿Quién puede decir que no a eso? Vamos con otro gráfico, esta vez con la rentabilidad estimada, agrupada por géneros.
Podemos ver en el gráfico que el terror es el género que encabeza estos resultados. Esto es importante en un tiempo en el que cada vez hay más incertidumbre, especialmente entre los presupuestos medios. El género de terror es el único en el que más de la mitad de las películas han tenido un beneficio probable.
El mismo año de Annabelle, Warner tuvo otro exitazo, este con más repercusión. La primera parte de It que había costado 35 M$ -un poco más cara que la muñeca pero aún en cifras modestas- recaudaba 700 M$ en todo el mundo. Se quedaba en el puesto número 13 de las más taquilleras del año. De nuevo, multiplicaba por 20 su presupuesto. Recaudó la mitad que The Last Jedi, pero costó 10 veces menos. La película más taquillera de Warner ese año, Wonder Woman, recaudó un poco más, 821 M$, pero les había costado 4 veces más. Así que, lo lógico es que Warner apueste por muchas más películas de terror. Poco riesgo económico y suculentos beneficios.
Pero dejemos por un momento de hablar de negocios y hablemos de lo que más nos gusta: de cine. Y es que por más que el siniestro payaso y la terrorífica muñeca fueran rentables para Warner, no es que sean unas maravillas cinematográficas. Eran tan solo ejemplos de jugosa recaudación. Sin embargo, esta particularidad de las películas de terror, que en general sean tan baratas, ofrece una clara ventaja artística con respecto a las acartonadas superproducciones de Disney: son mucho más libres. Cuando aspiras a recaudar 1000 M$, tu película tiene que gustar a todo el mundo, tiene que ser fácilmente vendible. Cuando recaudar 50 M$ ya es un exitazo, te puedes permitir hacer algo diferente. Películas que cuestan menos de 20 M$, a veces menos de 10 M$ tienen la posibilidad de arriesgar contando historias diferentes, evitando clichés, sin preocuparse de si gustan en China, de si es para todas las edades, o de si podrían ofender a alguien.
Varias productoras se han dedicado específicamente a trabajar con cifras modestas y están consiguiendo, no solo resultados económicos excelentes, sino también dar a luz algunas de las mejores películas del momento. Ya os hemos hablado de A24 y Blumhouse, dos productoras que son ejemplos de buen material con bajos presupuestos y que trabajan mucho el terror. A24 cuida mucho sus proyectos y trabaja sobre todo con cineastas de calidad. Coloca algunos de sus trabajos en los grandes festivales, como The Lighthouse. Blumhouse es más todo terreno pero presume de dar total libertad artística a sus autores. Ha conseguido unos cuantos bombazos de taquilla y algunas películas excelentes como Get Out. Hay otras pequeñas productoras con menos capacidad pero crecientes, como SpectreVision, la productora de Elijah Wood, con pocos títulos pero bien seleccionados como Una chica vuelve a casa sola de noche. También está XYZ Films, con más catálogo y peliculones como Mandy.
Hay diferencias entre estas productoras y entre los directores que trabajan con ellas. Hay terror de pura diversión, terror con aspiraciones artísticas, terror que busca hacer taquilla. Pero casi todos ellos con una libertad autoral que ni lo sueñan los directores de grandes superproducciones. En la próxima entrega hablaremos del tipo de terror que tiene aspiraciones más ambiciosas, muy propia de los últimos años, bajo la dudosa etiqueta de elevated horror. Terror elevado.
Nuevo cine de terror. 2- Elevated Horror
02/12/2019 - Iñaki Ortiz GascónEn la entrega anterior hablábamos de la explosión del cine de Terror. Terror elevado. Os lo digo desde ya: no me siento cómodo con esta etiqueta. Lo que está claro es que está de moda y, con sus peros, señala bastante bien una nueva tendencia en el cine de terror. Son películas que, siendo claramente […] Leer más
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